Artiga, García. ?, f. s. XII – V.1240. Figura sobresaliente de la Orden Militar de San Juan de Jerusalén, Rodas y Malta en la Península Ibérica durante el siglo XIII. En dicha orden fue sucesivamente castellán de Amposta, prior de Navarra y gran comendador de España.
Procedía de Navarra, quizá de Artica, pueblo situado en las inmediaciones de Pamplona, a juzgar por su apellido. No se sabe nada acerca de su ingreso en la Orden de San Juan ni de sus primeros años en ella.
Sólo se conoce que en 1211 figura como vicario del prior de Castilla. En 1216 y 1217 aparece en Navarra como comendador de Calchetas. En 1218 es ya castellán de Amposta, es decir, prior de la Orden de San Juan en Aragón. Conservó dicho cargo hasta el año 1221. En el breve espacio que duró su gobierno de la Castellanía de Amposta, logró el reconocimiento por parte del rey Jaime I de la superior dignidad y jurisdicción del castellán en los asuntos económicos de la orden.
A partir de 1221, García Artiga pasó a Navarra, donde fue sucesivamente comendador de Bargota y de Cizur. En ambos lugares desarrolló una actividad en la gestión de incremento del patrimonio de la Orden que llama la atención. La documentación atestigua su presencia como comendador de Bargota entre los años 1221 y 1224. Después permaneció en Cizur Menor como comendador desde 1225 hasta 1232. El cargo de comendador de Cizur lo conservó después de 1232, aun siendo prior de Navarra y gran comendador de España, hasta 1239.
García Artiga fue por primera vez prior de Navarra en 1232 y desde este cargo, fue promovido en 1233 al puesto de gran comendador de España, hasta 1237 en que volvió a su encomienda de Cizur. Finalmente, en 1239 vuelven a mencionarlo los documentos como prior de Navarra, cargo que desempeñó por segunda vez hasta 1240, fecha de su muerte. La última vez en que se cita a García Artiga en los documentos es en mayo de 1240, y ya en julio de ese año aparece una mención al nuevo prior, Juan Martínez.
La actividad como prior de García Artiga fue destacada.
Apenas nombrado para el cargo, en 1232, se ve en la obligación de solucionar un pleito que tenía la orden contra Juan Pérez de Zabaldica, clérigo de Pamplona, acerca de la iglesia de Zufía. También hubo cuestiones con la iglesia catedral de Santa María de Tudela, acerca de los diezmos, molinos y otros derechos de Calchetas y de Pedriz, así como acerca de la presentación de capellán de la iglesia de Calchetas, derecho que correspondía al prior del Hospital.
El hecho de llegar a ser comendador mayor de España colocó a García Artiga en una posición social elevada, que redundó indirectamente en un mayor prestigio de la dignidad de prior de los hospitalarios de Navarra ante la corte. El rey Teobaldo I de Navarra le consideró como uno de los principales personajes del reino. Repetidas veces se le ve actuar como juez delegado por el rey.
García Artiga fue el primer prior de la Orden de San Juan en Navarra que compatibilizó una actuación de tipo político, en contacto con la corte, con la normal administración de su priorato. La Orden de San Juan ya tenía un sólido patrimonio en Navarra, acrecentado en gran manera en la primera mitad del siglo XIII, cosa que en buena parte se debió a su gran actividad. Junto con esto, por primera vez significa algo en el reino e interviene de alguna manera en su vida interior.
Hay que resaltar el gran avance que en el crecimiento económico de los bienes de la Orden de San Juan en Navarra suponen los años del priorazgo de García Artiga. Destaca especialmente su intervención directa en los conflictos de tipo administrativo. Las encomiendas navarras de la orden ampliaron considerablemente sus propiedades durante la época en que García Artiga fue prior.
Bibl.: S. García larragueta, El gran priorado de Navarra de la Orden de San Juan de Jerusalén (siglos XII-XIII), Pamplona, Institución Príncipe de Viana, ts. I y II, 1957, págs. 112-115 y págs. 232-281 respect.
Carlos Barquero Goñi