Aragón, Sancho de. Conde de Provenza. ?, s. m. s. xii – ?, 1223. Noble.
Tercer hijo de Ramón Berenguer IV y de Petronila, a quien su padre en el testamento nombró conde de Cerdaña y señor de Carcasona con derechos sobre Narbona; una cláusula de sustitución de Pedro, un hijo fallecido, favoreció a Sancho.
El conde Gerard del Rosellón, que no tenía hijos, en su testamento del 4 de julio de 1172 nombró sucesor al rey Alfonso II, que al cabo de poco ya estaba en Perpiñán para tomar posesión del condado y lo entregó en feudo a Sancho junto con el de Cerdaña. En 1175 Sancho firmaba como conde de Cerdaña con una letra muy angulosa. Utilizó un sello con los palos o barras del escudo real.
En junio de 1181 los dos hermanos, el rey Alfonso II y Sancho, salen de Montpeller en campaña contra Ramón V de Tolosa por creerlo el instigador del asesinato de su hermano Ramón Berenguer de Provenza, a quien sustituyó Sancho por voluntad del monarca. Así pues, fue conde de Provenza entre 1181 y 1185, fecha en que fue desposeído por divergencias con su hermano el rey —firmó un tratado con Tolosa—, y del Rosellón y de la Cerdaña desde este año hasta su muerte. A pesar de ello, conservó el título honorífico y además le añadió los del Rosellón, Rodez, Gavaldá y Carlat por designación real.
Su sobrino el rey Pedro II le nombró gobernador de Provenza y senyor del Lenguadoc a la muerte de Alfonso II de Provenza (1209).
Se casó con Ermesenda de Rocabertí, dama de la nobleza ampurdanesa, y con Sancha Núñez de Lara, de la cual tuvo un hijo, Nuño Sanz. Padre e hijo lucharon junto a Pedro II en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) y más adelante Nuño participó en la conquista de Mallorca.
Ya sexagenario, a la muerte de Pedro en Muret y recuperado el pequeño Jaime I, fue nombrado procurador del rey menor de edad en la asamblea o Cortes de Lérida y gobernó junto con un consejo de regencia (1214). Se conoce a los componentes de este consejo por la confirmación papal del mismo por medio de una bula de Inocencio III: tres miembros para Aragón y tres más para Cataluña —además se incluyó al Maestre del Temple—, que tenían el poder junto con el conde Sancho. Éste decidió mandar embajadores a Roma, donde tenía lugar el concilio de Letrán, para defender los intereses catalanes comprometidos a los ojos del papa por su política en el Languedoc.
Jaime I todavía estaba en Monzón cuando se reunieron en esta fortaleza los consejeros con prelados y nobles de sus reinos y le prometieron su ayuda y protección en caso de violencia o agresión; además declararon respetar la procuradoría del conde Sancho bajo la condición de que gobernara bien (17 de septiembre de 1216). También los consejeros se reunieron allí para lograr la paz con el vizconde Guerau de Cabrera (19 de junio de 1217). La acción del regente se manifiesta durante la primavera del año siguiente cuando acompañó al pequeño rey a Monzón y a Zaragoza.
Sancho continuó la política ultrapirenaica de su difunto hermano e intervino contra Simón de Montfort y a favor del conde de Tolosa desposeído de todo y rebelde al dominio del francés, por lo cual fue amenazado con la excomunión por el papa Honorio III por medio de una bula. Además el papa anuló el matrimonio concertado por el conde para su hijo Nuño, enemigo de Simón, con Petronila de Bigorra, viuda de Gastón IV de Bearn, cuando Sancho ya había ocupado Bigorra; se alegó parentesco. Como era de prever, al cabo de poco tiempo Petronila se casó con Guy, el segundo hijo de Simón, que así pudo extender más su dominio en esta zona. Entonces Sancho se retiró y le sucedió como procurador del reino el noble Guillem de Montcada. (1219). A pesar de ello, se hallaba a menudo y con su hijo en la corte del monarca (1223).
Su actuación como regente fue discutida en el Libre dels Feyts de Jaime I y alabada en la Crónica de San Juan de la Peña.
Bibl.: S. Sanpere i miquel, Minoría de Jaime I. Vindicación del procurador conde Sancho, años 1213-1219, Barcelona, Imprenta de Francisco Altés, 1910.
Carme Batlle i Gallart