Fernández de Villamayor, García. Señor de Villadelmiro y Celada. ?, c. 1180 – 1240. Mayordomo real, noble, ayo.
Noble castellano de origen incierto, pues aunque Jiménez de Rada informa de que su padre fue Fernando García, poco se sabe de su ascendencia. Aunque Serrano sugiere que tal vez fuera hijo de García García de Aza I, no hay pruebas de ello, y se conoce la existencia de otros Fernandos García, como el hermano de Rodrigo y Abril García y miembro de la hueste que intervino en la batalla de Las Navas de Tolosa, o el tenente de Aguilar en 1210 y denominado por alguna fuente como Fernando García Cortesía.
Es posible que este personaje estuviera emparentado con García Ordóñez de Villamayor, según Serrano su abuelo, quien testificó como noble castellano en el tratado firmado en 1170 por Alfonso VIII y el monarca aragonés. Sea como fuere, formaba parte de la nobleza hidalga, pues no llegó a intervenir en los diplomas reales. Su acceso a la Corte vino de la mano de la reina Leonor Plantagenet, esposa de Alfonso VIII, pues fue su mayordomo desde 1211, hasta que la muerte de su señora le permitió acceder a la jefatura de la casa de su hija, la infanta Berenguela. Fue un momento crucial para ambos, pues en 1214 doña Berenguela se había convertido en la hermana mayor y posible heredera de Enrique I, quien no dudó en afianzar sus derechos y los de su hijo Fernando frente a la hostilidad de los Lara, que controlaban al joven Rey.
Fiel a la infanta, Villamayor participó en varias acciones políticas contrarias al conde Álvaro Núñez y, al estallar el conflicto armado, no dudó en apoyarla, motivo por el cual fueron saqueadas sus propiedades burgalesas. Su lealtad a doña Berenguela y a su hijo don Fernando, proclamado Rey en 1217, se vio recompensada por éste, pues lo encumbró al escalafón superior de la nobleza y le donó bienes de cierta relevancia. Sin embargo, la prueba de mayor confianza fue el encargo de la crianza y educación del futuro Alfonso X, que acogió en sus posesiones de Villadelmiro y Celada desde 1221. A partir de 1232 ocupó la mayordomía mayor de Fernando III y como tal le acompañó en sus campañas andaluzas de los años treinta, como las cabalgadas por tierras de Jaén y Granada o la conquista de Córdoba, hasta que en el verano de 1238 renunció a tan ilustre oficio, que no a la jefatura de la casa de doña Berenguela, que conservó hasta 1240.
Respecto a sus dos matrimonios conocidos, antes de 1203 contrajo primeras nupcias con Teresa Muñoz, enlace que debió de responder a intereses familiares en el territorio burgalés, aunque de la dama apenas se sabe que era hija de Munio García y Elvira, de quien heredó cierto patrimonio en Villamayor de los Montes y el entorno de Muñó. No tardó García Fernández en incrementarlo, tanto en las comarcas próximas como en tierras de frontera y, reinando ya Fernando III y viudo de su primera mujer, recibió propiedades en Limia, Toledo, Aceca y las cercanías de Alarcos, a las que sumó las tenencias de Atienza y Castrogeriz. Su segunda esposa fue la gallega Mayor Arias, acaso hermana del alférez Diego López de Haro e hija de Arias Pérez el Gallego, con la que se casó antes de 1215. Ambos fundaron el monasterio cisterciense de Villamayor de los Montes, lo que sugiere cierto compromiso con la parentela de su anterior mujer, de quien procedían algunas de las fincas que sustentaron al nuevo cenobio. Tuvo que incrementarlas con nuevas adquisiciones en la zona, entregando el gobierno de la referida casa a su cuñada Marina Arias, monja de Las Huelgas.
De sus hijos Rodrigo y Fernando García —habidos de su primer matrimonio—, Juan, Alfonso y Diego —nacidos de Mayor Arias— y Mayor, Mencía, Marina, Teresa y Urraca García, destaca Juan García de Villamayor, mayordomo de Alfonso X y figura destaca de su Corte a mediados del siglo XIII.
Bibl.: L. de Salazar y Castro, Historia Genealógica de la Casa de Lara, Madrid, Imprenta Real por Mateos de Llanos y Guzmán, 1696; L. Serrano, “El mayordomo mayor de Doña Berenguela”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, CIV (1934), págs. 101-198; R. Menéndez Pidal (ed.), Primera Crónica General de España, Madrid, Gredos, 1955; J. González González, El Reino de Castilla en la época de Alfonso VIII, Madrid, Centro Superior de Investigaciones Científicas, 1960; Reinado y Diplomas de Fernando III, Córdoba, Caja de Ahorros de Córdoba, 1980-1986; L. Charlo Brea (ed. y trad.), Crónica Latina de los Reyes de Castilla, Cádiz, Universidad, 1984; R. Jiménez de Rada, De Rebus Hispanie sive Historia Gothica, ed. de J. Fernández Valverde, Corpus Christianorum. Continuatio Mediaevalis, t. LXXII, Turnholt (Estados Unidos), 1987; G. Martínez Díez (est.), J. M. Ruiz Asencio y M. Herrero Jiménez (transc.), Crónica de Veinte Reyes, estudio histórico, Burgos, Ayuntamiento, 1991; A. Sánchez de Mora, La nobleza castellana en la Plena Edad Media: El linaje de Lara, Sevilla, Universidad, 2006; Los Lara: un linaje castellano de la plena Edad Media, Burgos, Diputación Provincial, 2008.
Antonio Sánchez de Mora