Acuña Coello y Torrado, Francisco de. Galicia, 1752 – Polco, Valle Viejo, Catamarca (Argentina), 26.XII.1815. Funcionario, agrimensor y comerciante.
Era hijo de Jacobo de Acuña y de Juana de Alomón Coello y Torrado. Descendiente de nobles familias españolas, recibió una esmerada educación, acorde a su clase y condición. Muy joven abandonó su patria natal para radicarse en la provincia de Catamarca, donde contrajo matrimonio con María de la Trinidad de Vera y Aragón, el 22 de junio de 1772. Relacionó su ilustre apellido al de una noble familia de conquistadores. Era agrimensor; pasó luego a Polco, Valle Viejo, para administrar la fortuna de su esposa, que le tocó por herencia. Se dedicó a acrecentarla con el trabajo de la tierra y la explotación ganadera que exportaba a Chile. También abrió una importante casa de negocios en Valle Viejo, para la venta de artículos finos que importaba del país trasandino. En 1782 fue nombrado comandante de Armas de Catamarca y ministro de la Real Hacienda. En 1796, conservando los cargos anteriores, fue designado diputado por Catamarca ante el Consulado de Buenos Aires. Fue, además, notario familiar del Santo Oficio, sargento mayor de la plaza, defensor fiscal de Temporalidades y alcalde ordinario de primer voto de la ciudad de Catamarca.
A su labor se debe el censo de 1780, ordenado por el virrey Vértiz, considerado un importante relevamiento nominal de todo el valle de Catamarca.
En 1807 llevó personalmente un contingente de quinientos voluntarios divididos en cinco compañías, para la defensa de Buenos Aires, durante la segunda invasión inglesa. Producidos los acontecimientos de mayo de 1810, fue elegido primer diputado a la Junta Revolucionaria, pero se rechazó su diploma por ser español nativo. Conservó el cargo de teniente ministro de la Real Hacienda, confirmado por la Junta en febrero de 1811. En mayo de ese mismo año era retirado de la vida pública, dedicándose al cuidado de sus propiedades en Polco. Murió a los sesenta y tres años de edad, dejando como herederos a ocho hijos, cinco varones y tres mujeres. De los varones, tres fueron sacerdotes: Jacobo, Pedro Ignacio y Joaquín; dos jurisconsultos: Tadeo y Pío Isaac, todos egresados de la Universidad de Córdoba.
Sus restos fueron sepultados en el cementerio de San Francisco, a cuya Tercera Orden pertenecía. Fue el último gobernante de Catamarca bajo el régimen monárquico español.
Bibl.: V. O. Cutolo, Nuevo diccionario biográfico argentino (1750-1930), t. I, Buenos Aires, Elche, 1968, págs. 19-20; M. de Velasco Ledesma, “Don Francisco de Acuña”, en Concurso de Monografías sobre hombres notables de Catamarca, Catamarca, 1946, pág. 9; R. Rosa Olmos, Historia de Catamarca, Catamarca, 1957, pág. 111; J. J. Biedma y J. A. Pillado, Diccionario biográfico argentino, t. I, Buenos Aires, Peuser, 1897, págs. 58-59.
Sandra Fabiana Olivero