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Eduardo Verdes Montenegro y Verdes Montenegro

Biografía

Verdes Montenegro y Verdes Montenegro, Eduardo. Madrid, 5.IX.1836 – Berriz (Vizcaya), 5.VIII.1899. General, artillero, inventor del cañón Verdes de bronce comprimido.

Su padre era Eduardo Verdes Montenegro y su madre María del Pilar Verdes Montenegro. Fue bautizado el mismo día de su nacimiento en la Parroquia de San Sebastián, de la Corte. Desde muy joven sintió vocación por la carrera militar, inclinándose por la Artillería. En 1851, poco después de cumplir catorce años, entró en el Colegio de Artillería. Cursó los cuatro años de carrera con notas excelentes, siendo premiado como segundo brigadier de cadetes. El 5 de noviembre de 1855 obtuvo el empleo de teniente con el primer puesto de su promoción, que estaba formada por veintitrés alumnos, algunos de los cuales alcanzaron fama de distinguidos artilleros como Alexis, Benjumea o Salcedo.

Comenzó su carrera como profesional a las órdenes del general Concha manteniendo el orden durante los sucesos acaecidos en Madrid los días 14, 15 y 16 de julio de 1856 en que se produce la escisión de la alianza entre Espartero y O’Donnell bajo la llamada Unión Liberal, que acabará con la dimisión del primero el 14 de julio y que originó la revuelta de los partidarios de Espartero y su dura represión. Por su distinguido comportamiento en dichos hechos obtuvo el grado de capitán.

Tras diversos destinos, entre ellos la enseñanza en el Colegio de Segovia, llega a la Junta Superior Facultativa de Artillería para trabajar en la transformación de ésta, el armamento y las defensas, entre otros temas.

Para ello fue enviado en comisión durante varios meses a Europa, viajando a Francia, Austria, Prusia, Bélgica durante el año 1864. Allí estudió los efectos de la artillería rayada, que entonces empezaba a generalizarse, la organización de los Ejércitos austriaco y prusiano, los diversos armamentos de ensayo y otras cuestiones de similar interés.

Al finalizar este periplo escribió una profusa Memoria por la que fue felicitado y condecorado con la Cruz del Mérito Militar de 1.ª Clase (Real Orden de 28 de agosto de 1865) y que supondría el comienzo de su trayectoria como escritor especializado en el tema de la artillería con títulos como: Breve reseña del empleo de la Artillería en la campaña de Schleswig en 1864, Memorial de Arillería, 2.ª serie, tomo V, 1866; Estado de la artillería de campaña en las principales potencias de Europa, Memorial de Arillería, 2.ª serie, tomo V y VI, 1866-1867.

Participó en los sucesos del 22 de junio de 1866 en el cuartel de San Gil de Madrid a las órdenes del director general del Cuerpo, con motivo de la sublevación de varios cuerpos de Artillería tomando parte con la columna que mandaba el general marqués de Zornoza, en el ataque dirigido contra los rebeldes que se habían posesionado de la plaza de la Cebada. En recompensa de estos servicios se le concedió el grado de comandante de Caballería.

Años después (1874) se incorporó al lado del teniente general Rafael Echagüe que ocupó la Dirección General de Artillería y es entonces cuando comienza a estudiar y trazar los planos de una nueva pieza de sitio y plaza de quince centímetros, haciéndola de tubos superpuestos o sunchos y aprovechando, así, la gran cantidad de bronce que había en el país.

En 1879 del 17 de enero al 5 de junio desempeñó en la Fundición de bronces de Sevilla la comisión que se le confió de ensayar su proyecto de construcción de piezas de artillería ensayadas en los Estados Unidos de América, que presentó como consecuencia de la comisión que desempeñó en Filadelfia el año 1876 y que tradujo del inglés en vista de los datos oficiales que le fueron facilitados por el Gobierno de dicha nación.

De 1877 a 1879 desempeñó el cargo de ayudante de órdenes de Alfonso XII.

Fue destinado a la Dirección General del Arma de Artillería en cuyo destino y al año siguiente, 1882, se le concede el grado de coronel de Ejército, en premio a los trabajos que hizo para la construcción de un cañón de bronce comprimido de 15 e/m.

Se declaró reglamentario por Real Orden de 29 de mayo de 1891. (Peso: 3000 kg. – calibre:14,9). Dada la proliferación en la época de los cañones de acero, él mismo en un gesto de enorme humildad fomentó la opinión mayoritaria de los artilleros hacia el acero en vez del bronce yendo en su propio detrimento.

Por esta razón son escasos los cañones “Verdes” que se conservan.

Luchó incansablemente por que España fabricase su propia pólvora, fusiles, piezas y municiones y dejara así de depender del suministro extranjero.

Fue promovido a coronel de Artillería en 1887, pasando a mandar el 4.º Regimiento de Cuerpo. Pero su labor en el anterior destino fue altamente reconocida por sus superiores por su “laboriosidad e inteligencia con que desempeñó el Coronel Verdes el Negociado de material de la Dirección General de Artillería que tuvo a su cargo habiendo dado por resultado sus trabajos, entre otros servicios el haber resuelto con éxito el problema de la aplicación del bronce en la artillería moderna de grueso calibre”.

En 1889 se le nombró director de la Escuela Central de Tiro (Sección de Madrid) y participó como vocal en la comisión mixta de armas portátiles de fuego.

Dicha comisión se encargó de los estudios y experiencias hechas desde su creación hasta la adopción del fusil Mauser. Para llegar a éste, se hicieron múltiples pruebas y se fueron introduciendo modificaciones que mejoraron el prototipo presentado por la casa alemana, de manera que como elogio a las aportaciones de nuestros militares se le bautizó con el nombre de Mauser Español.

El 30 de noviembre de 1892 asciende a general de brigada con la antigüedad de dicha fecha. Y este mismo año pasó a desempeñar el cargo de jefe de sección del Ministerio de la Guerra.

En 1899 se le nombró, en comisión, comandante general de Artillería y de la división de Artillería para instrucción del primer cuerpo de Ejército. Continuó en este cargo hasta que también en comisión se le nombró comandante general de Artillería de la 1.ª Región, permaneciendo en este destino hasta su fallecimiento por una hemiplejia el 5 de agosto de 1899 en Berriz (Vizcaya), donde se hallaba en uso de licencia.

Su trabajo fue una gran aportación al Cuerpo de Artillería pues fomentó la instrucción y sus adelantos industriales, mejorando notablemente el material.

Contribuyó poderosamente a que el Alcázar de Segovia volviese al Cuerpo y a sus gestiones se debe la Real Orden de 8 de febrero de 1896 instalando el Archivo y Parque Central de Artillería.

Casó con María de la Encarnación O’Shea y Hurtado de Corcuera tras concedérsele real licencia el 2 de mayo de 1867. No tuvieron hijos. Tras la muerte de su esposa el 18 de marzo de 1896 se consagró más, si cabe, a su trabajo.

Por Real Orden el 6 de noviembre de 1855 fue nombrado caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén.

 

Obras de ~: Breve reseña del empleo de la artillería en la campaña de Schleswig en 1864. Memorial de Artillería, 2.ª serie, tomo V, 1866 (en colaboración con Elorza); Estado de la artillería de campaña en las principales potencias de Europa. Memorial de Artillería, 2.ª serie, tomo V y VI, 1866-67 (en colaboración con Elorza y Buelta); Adelantos de la artillería desde su origen hasta nuestros días, 1871; Adelantos de la artillería: desde su origen hasta nuestros días: primera época: máquinas anteriores al descubrimiento de la pólvor, Madrid, 1872. Conferencias en el Ateneo del Ejército y la Armada.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), art. 1856, Personal 1.ª, 1905B, exp. 0/ Carpeta 1.

VV. AA., Diccionario Militar, Etimológico, Histórico, Tecnológico, Madrid, Real Academia Española, 1869; A. Carrasco y Sanz, “Apuntes bibliográfico-artilleros, dedicados al Cuerpo de Artillería”, en Memorial de Artillería (1883); J. Arantegui y Sanz, Apuntes históricos de la Artillería Española, Madrid, Imp. y fundición de Manuel Tello, 1885; A. Carrasco y Sanz, “Antiguos inventores de artillería”, en Memorial de Artillería (1887); “Museo de Artillería”, en Memorial de Artillería, Serie III, t. XXII (1890); “Apuntes de la historia de la fundición de Artillería de bronce en España”, en Memorial de Artillería (1887); “Artilleros y Artillería bajo su aspecto industrial o sea Nuestra Ingeniería”, en Memorial de Artillería, Serie IV, t. III (1894); Catálogo de los recuerdos históricos existentes en el Museo de Artillería a cargo del Cuerpo de Artillería, Madrid, 1896; E. Oliver-Copóns, Necrología del Excmo. Sr. D. Eduardo Verdes Montenegro General de Brigada del Cuerpo de Artillería, Madrid, Imp. del Cuerpo de Artillería, 1899; Catálogo General del Museo de Artillería, Madrid, Imp. de Eduardo Arias, 1908; J. Almirante, Bosquejo de la Historia Militar de España, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1923; M. V. López-Cordón Cortezo, La revolución de 1868 y la .1.ª República, Madrid, Siglo XXI, 1976; M.ª D. Herrero Fernández-Quesada, Orígenes del Museo del Ejército. Aproximación histórica al primer Real Museo Militar Español, Madrid, Ministerio de Defensa, 1996.

 

Carmen Montilla Castillo

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