Álvarez de la Campa y Arumí, Fernando. Avilés (Oviedo), 14.VI.1869 – Barcelona, 17.IV.1939. Político y militar.
Fernando Álvarez de la Campa y Arumí nació en Avilés en el seno de una familia perteneciente a la nobleza asturiano-montañesa, siendo el menor de nueve hermanos. A la edad de diecisiete años ingresó en el ejército, donde cursó los estudios militares. Casó, al obtener la dispensa papal, con su sobrina Cecilia García- Barbón y Álvarez de la Campa, no teniendo sucesión el matrimonio.
En su etapa como militar fue destinado a Cuba, donde tomó parte en diversos combates y estuvo a punto de perder la vida como consecuencia de haber contraído una enfermedad vulgarmente conocida como “el vómito negro”. Perteneció al Cuerpo de Estado Mayor, alcanzando el grado de coronel en 1924, con el que se retiró. Desempeñó, además, diversos cargos de responsabilidad en la Capitanía General de Cataluña.
El 17 de octubre de 1923 fue nombrado alcalde de Barcelona por el general Primo de Rivera, a quien había conocido en el ejército y con quien tenía buena amistad. En su etapa como alcalde de Barcelona destaca el saneamiento de la Hacienda Municipal, la intensificación de las obras de la Exposición Internacional de 1929 y diversas reformas urbanísticas, como la prolongación de la Gran Vía, desde la calle de Urgel hasta Diagonal. Bajo su mandato se terminaron las obras del Palacio Real, e hizo entrega del mismo a la Corona en su condición de alcalde.
El 21 de julio de 1924 dimite de su cargo en la alcaldía, alegando, según consta en el número 28 de la Gaceta Municipal de Barcelona, que había terminado su gestión al estar constituido el ayuntamiento y aprobados y en vigor los presupuestos. No obstante, se atribuye su dimisión, por un lado, al descontento con la creación de un partido único por parte de Miguel Primo de Rivera (descontento compartido por otros miembros del consistorio, ya que junto a él dimitieron diecisiete regidores más) y, por otro, al grave estado de salud de su mujer, quien estaba enfermo de parkinson y necesitada de mayores cuidados.
Tras el abandono de la alcaldía fue nombrado comisario del Puerto Franco, donde colaboró intensamente con el ministro de economía, Calvo Sotelo, quien le designó, en esa misma época, presidente de la Junta de carácter mixto que resolvió, mediante laudo arbitral, las tensiones existentes entre la Bolsa Oficial de Barcelona y el Mercado Libre de Valores. Como comisario del Puerto Franco llevó a cabo la expropiación de los terrenos que permitieron la ampliación del puerto y de la zona franca, aumentando considerablemente el tráfico portuario e intensificando el uso del denominado “depósito franco”.
Al estallar la Guerra Civil, su casa fue saqueada, pudiendo escapar él y su esposa en una ambulancia bajo identidad falsa. Durante la contienda permaneció escondido en Barcelona bajo el nombre de Luis Delclós, separado de su mujer, quien se encontraba ingresada en una clínica y con quien se comunicaba a través de su sobrina Cecilia García-Barbón Fernández de Henestrosa. Su mujer murió de parkinson durante la contienda. Una vez acabada la guerra, el 17 de abril de 1939, falleció, según parece, fruto de una pulmonía. Obtuvo diversas condecoraciones, de entre las que destacan las siguientes: gentilhombre de Cámara con ejercicio de Alfonso XIII, camarero secreto de capa y espada de Pío XI, comendador de San Gregorio Magno, caballero Gran Cruz de Isabel la Católica, Gran Cruz de la Corona de Italia, Placa de San Hermenegildo, Legión de Honor de Francia, dos Cruces de primera clase del Mérito Militar Roja, una Cruz Pensionada y una Cruz de segunda clase M. M. Blanca Pensionada.
Bibl.: A. Pérez-Bastardas y V. Schulz, El Govern de la Ciutat de Barcelona 1249-1986, Barcelona, Ajuntament de Barcelona, 1986; J. M. Cadena, Els Alcaldes de Barcelona en caricatura: Rius i Taulet a Maragall, Barcelona, La Campana, 1991.
Antonio Delgado Planás
