Calvillo Carrillo, Pedro. Señor de Cotillas (V). Murcia, p. s. xv – Murcia, VII.1479. Noble, halconero mayor de Juan II y regidor.
Hijo de Fernán Pérez Calvillo II, señor de Cotillas, y de su segunda esposa, Juana Carrillo, hija del señor de Santa Eufemia; tuvo dos hermanos: Isabel y Diego, con los que pleiteó durante casi toda su vida por la herencia; pues su padre dejó como heredera a Isabel, su hermana mayor, lo que él no aceptó, ya que consideraba que esta decisión era contraria a la institución del mayorazgo, que le correspondía a él por ser el mayor de los hijos varones. Por ello, con gentes armadas entró en el señorío de Cotillas y se apoderó de la torre y fortaleza, expulsando al alcaide puesto por su hermana (1434). En el momento de su muerte (1479), el pleito seguía sin resolver, lo que no impidió que su hijo, Fernán Pérez Calvillo III, le sucediera pacíficamente al frente del citado señorío.
Por su matrimonio con Blanca Fajardo, hermana de Alonso Fajardo, se verá envuelto en el vendaval bélico que provoca su cuñado, siendo un elemento activo en los primeros años de la guerra civil que se extiende por el reino de Murcia como secuela de la que divide a Castilla entre las facciones de los infantes de Aragón y Álvaro de Luna. En 1449, Pedro Calvillo ocupaba una posición destacada: a la muerte de su tío Pedro Carrillo de Huete, era designado halconero mayor de Castilla por Juan II, que poco después también le nombraba regidor de la ciudad de Murcia.
En la Navidad de 1450, su señorío de Cotillas sufrió un severo revés, pues la cabalgada que llevara a cabo el rey Chico de Granada sobre tierras murcianas supuso su ruina y el abandono de su población, constituida únicamente por mudéjares. Cuando unos años después se repuebla de nuevo el señorío, se hace con pobladores cristianos, a los que el 3 de septiembre de 1454 se les concedía carta de población. Una vez que abandona las luchas partidistas, Calvillo centra su vida en la capital, donde sus intereses se multiplican al ritmo en que aumenta su intervención en la vida concejil; la posesión de abundantes bienes en la ciudad de Murcia —molinos, censos diversos, tierras, casas, etc.— le compensa de la pérdida del oficio de halconero mayor de Castilla, que Enrique IV, en 1455, entregó al condestable Miguel Lucas de Iranzo.
En 1466, como regidor más representativo, portará el pendón real en la proclamación del príncipe Don Alfonso, al igual que en 1475 cuando tiene lugar la de los Reyes Católicos. El oficio de regidor lo mantendrá hasta su muerte en julio de 1479.
Bibl.: F. Cascales, Discursos históricos de la muy noble y muy leal ciudad de Murcia, Murcia, Academia Alfonso X el Sabio, 1980 (4.ª edic., facs. de la 2.ª, Murcia, 1775); J. Torres Fontes, El señorío de Cotillas en la Edad Media, Las Torres de Cotillas (Murcia), Centro de Estudios Torreños, 1985.
Ángel Luis Molina Molina
