Escalada, Juan Pedro. Santa Fe (Argentina), 29.VI.1787 – Asunción (Paraguay), 13.VIII.1869. Educador, independentista.
En los primeros años del siglo xix, llegaba a Asunción proveniente de Buenos Aires el joven Juan Pedro Escalada, vinculado con ilustres personalidades del Río de la Plata, entre ellas María de los Remedios de Escalada de San Martín, esposa del libertador José de San Martín; del obispo monseñor Mariano José de Escalada; de Antonio José de Escalada, canciller de la Real Audiencia de Buenos Aires; del doctor Bernabé de Escalada, gobernador de Filipinas y, más tarde, primer presidente de la Casa de la Moneda y Banco de la Provincia y de las distinguidas patricias porteñas, entre ellas, María Eugenia Escalada de María y Nieves Escalada de Oroni.
Intrépido y emprendedor, con apenas veinte años, Juan Pedro Escalada abrió una escuela de las primeras letras en Asunción, durante el mandato del último gobernador que rigió los destinos de la provincia del Paraguay, Bernardo de Velasco y Huidobro. Su dedicación a la enseñanza, labor a la que consagraría toda su larga y fecunda existencia, produjo muy pronto pruebas de sinceras simpatías y gran estimación tanto en los círculos oficiales como en los sectores populares asuncenos.
En 1807, su escuela funcionaba en el Barrio San Roque y desde allí orientó y educó a gran parte de la niñez paraguaya por espacio de casi sesenta años.
Durante los acontecimientos revolucionarios de 1811, que provocaron la emancipación paraguaya, no se mantuvo ajeno y estampó su firma en el acta de la independencia. En 1812, contrajo nupcias con Pastora del Rosario Fretes Britos, oriunda de la localidad de Ibytymí. Dicho matrimonio fue el tronco de varias generaciones de notables y eximios exponentes de la cultura paraguaya. Entre su larga descendencia figuran las educadoras: Asunción Escalada y las hermanas Emiliana, Dolores y Crispina Escalada. Además, los profesores y juristas Víctor Urbieta Rojas, ex ministro de Guerra y Marina de la Guerra del Chaco, el doctor Pastor Urbieta Rojas y Marcial Sosa Escalada. Periodistas, matemáticos y músicos como Gustavo Sosa Escalada, Jaime Sosa Escalada, fundador de la Biblioteca Nacional de Asunción y cofundador de la ciudad de Resistencia, y el historiador Juan Manuel Sosa Escalada.
El magisterio del maestro Escalada fue heterogéneo y competente. Enseñó varias materias con excelencia y dominio de las mismas. Dictaba clases de Gramática, Castellano, Latín, Francés, Aritmética, Contabilidad, Geografía, Historia general, Geología, Cosmografía, Literatura y hasta Medicina e Higiene. Él mismo preparaba los textos en manuscrito y vendía a sus discípulos a precios reducidos. Es de advertir que su institución era de carácter privado, pues la oficial o Escuela Central de Primeras Letras de la capital se hallaba regenteada por otro ilustre maestro, José Gabriel Téllez.
Era el profesor Escalada de carácter afable, delgado y de estatura más bien baja, de ojos azules y risueños y de largos cabellos rubios hasta los hombros. Una alta galera y una amplia capa española adornaban su alegre fisonomía.
Todo el tiempo de la prolongada dictadura francista, Escalada enseñó en su local de San Roque. Entre sus alumnos figuraban los hijos de Carlos Antonio López y varios jóvenes de la sociedad paraguaya, quienes más tarde dieron pruebas de sólida formación académica, pues casi todos ellos sobresalieron como políticos o representantes de la cultura en los ulteriores períodos.
Escalada fue confirmado ininterrumpidamente como maestro “privado de gran excelencia” por todos los gobiernos independientes. Durante el Gobierno de Carlos Antonio López gozó del más franco apoyo oficial y popular. Considerado, además, Prócer de la República luego de signar el Acta del Juramento de la Independencia Nacional, el 25 de noviembre de 1842.
En 1859, Escalada trasladó su instituto a una gran casona solariega, situada en un paraje muy pintoresco aledaño entonces a la capital, el barrio de la Santísima Trinidad. Ampliado el local, pudo admitir alumnos internos y la enseñanza experimentó un notable mejoramiento tanto en las materias dictadas como en la apertura de otras. En esta etapa, inauguró un curso de Notariado. En 1862, el presidente Francisco Solano López, en consideración a los méritos del anciano maestro, le otorgó un reconocimiento especial.
En 1868, cuando Asunción fue evacuada con motivo de la ocupación enemiga, durante la contienda bélica de la Triple Alianza, el maestro Escalada, con una parte de su familia, integró también la caravana que siguió a López. A su paso, llegó hasta Atyrá, pueblo donde decidió quedarse y conjuntamente, con su nieta Asunción Escalada, siguió enseñando a los niños que aún residían en aquella localidad. Un año más tarde, sintiéndose enfermo, deseó regresar a la capital. El infortunado peregrinaje de la contienda había debilitado sobremanera su añoso corazón. Poco después fallecía y por resolución de las nuevas autoridades gubernativas su cuerpo fue enterrado en la catedral de Asunción. Puede aseverarse con seguridad que el maestro Escalada fue uno de los grandes apóstoles de la educación paraguaya.
Bibl.: R. Monte Domecq, La Nación Guaraní, Asunción, Empresa Compiladora y Editora Monte Domecq, 1963; M.ª G. de López Moreira, “Juan Pedro Escalada”, en Forjadores del Paraguay. Diccionario Biográfico, Buenos Aires, Distribuidora Quevedo Ediciones, 2000.
María Graciela de López Moreira