Tortolero, Pedro. ?, f. s. xvii-p. s. xviii – Sevilla, 1767. Pintor y grabador.
No se conocen el lugar ni la fecha exacta de su nacimiento. Fue uno de los discípulos de la academia del pintor Domingo Martínez, en cuyo taller trabajó durante años, probablemente hasta que se deshizo a la muerte del maestro. Ceán Bermúdez advertía que “hizo algunos progresos, pero no todos los que prometía su genio y afición”, a pesar de lo cual fue un artista prolífico que se dedicó a la pintura de lienzos y mural, así como al grabado y a las labores de dorado y policromado de retablos.
En su pintura se aúnan el sentido amable y de cuidadoso acabado propio de la continuidad del murillismo durante el siglo xviii y, por otro lado, la afición por las escenografías murales al estilo de Valdés Leal, ambas influencias recibidas de Martínez. Las obras documentadas que se han conservado de Tortolero son escasas, pero parece corresponder a su mano un buen número de las obras del taller de Martínez; participó activamente en la decoración de la iglesia de San Luis de los Franceses, por ejemplo.
Aparte de la pintura de caballete, de la que se conocen obras como Los Desposorios de la Virgen y San José y La Muerte de San José que decoran la capilla dedicada a este santo en la iglesia de San Nicolás de Sevilla, cabe destacar su dedicación a la pintura mural. Utilizando la técnica del temple, con la que se decoró a lo largo del siglo xviii tantas iglesias sevillanas, Tortolero pintó en 1752 un conjunto muy interesante: la bóveda del presbiterio de la iglesia de San Isidoro de Sevilla. Partiendo del gran cuadro de altar realizado en 1613 por Juan de Roelas, que muestra la muerte de San Isidoro, Tortolero representó en la bóveda un rompimiento de gloria dispuesto a recibir el alma del santo, entre elementos decorativos de moda y el efecto ilusorio de la arquitectura fingida. En la misma iglesia se conserva un San Gregorio que decoraba uno de los pilares y que componía una serie terminada por Vicente de Alanís, el pintor que se responsabilizó de los encargos de Tortolero cuando éste falleció mientras dirigía la decoración de la Capilla Sacramental de la iglesia de Santa Catalina en Sevilla.
Se conserva un dibujo de Tortolero en el Pollock House de Glasgow. Debió de realizar un gran número de dibujos como parte del proceso de trabajo y de su relación con los clientes, pues era una práctica generalizada la inserción de un diseño de la obra en los contratos. Sin embargo, sólo se conoce este Ángel arrodillado a sanguina, realizado a base de líneas cortas y cruzadas que parecen relacionarse con la técnica de un grabador, otra práctica artística a la que el pintor dedicó su atención y que contribuyó a la fijación de la iconografía sevillana. En 1738 grabó una minuciosa y muy descriptiva Vista de Sevilla desde Triana. Ese mismo año realizó otra estampa que se le atribuye aunque pudo realizarse en el taller de Domingo Martínez, que se ocupaba también de la producción de grabados y con quien Tortolero colaboraba: la Fachada del Sagrario y de la catedral de Sevilla. Es probable que la representación de la Giralda, flanqueada por angelotes enlazados por una filacteria, corresponda a la misma fecha. El resto de grabados conocidos fueron realizados en 1748. Uno de ellos sirvió para ilustrar una Acción de la Compañía de San Fernando; los otros dos —la Entrada de Felipe V en la ciudad de Sevilla en febrero de 1729 y el Traslado del cuerpo de San Fernando a la nueva urna en mayo de 1729— plasman dos hitos de la estancia en Sevilla de la Corte del primer Borbón dos décadas antes.
Obras de ~: Ángel arrodillado, m. s. xviii; La Giralda, m. s. xviii; Vista de Sevilla desde Triana, 1738; Fachada del Sagrario y de la catedral de Sevilla, 1738; Acción de la Compañía de San Fernando, 1748; Entrada de Felipe V en la ciudad de Sevilla en febrero de 1729, 1748; Traslado del cuerpo de San Fernando a la nueva urna en mayo de 1729, 1748; Decoración de la bóveda del presbiterio de la iglesia de San Isidoro, 1752; San Gregorio, c. 1752; Los Desposorios de la Virgen, 1760; San José, 1760; La Muerte de San José, 1760; Decoración de la capilla Sacramental de la iglesia de Santa Catalina, c. 1767.
Bibl.: A. Ceán Bermúdez, Diccionario histórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes en España, t. V, Madrid, Imp. Vda. de Ibarra, 1800, pág. 69; F. González de León, Noticia histórica y curiosa de todos los edificios públicos, sagrados y profanos de esta muy noble, muy heroica e invicta ciudad de Sevilla..., Sevilla, Imp. de José Hidalgo, 1844 (ed. facs. Sevilla, Gráficas del Sur, 1973, pág. 81); A. Aranda Bernal, “Pedro Tortolero en las pinturas murales de San Isidoro de Sevilla”, en Atrio (Sevilla), 4 (1992), págs. 111-116; A. E. Pérez Sánchez, Tres siglos de dibujo sevillano, Sevilla, Fundación Fondo de Cultura de Sevilla, 1995, pág. 46; E. Valdivieso, Pintura barroca sevillana, Sevilla, Guadalquivir, 2003, págs. 571-574.
Ana Aranda Bernal
