Pérez de Heredia, Miguel. Daroca (Zaragoza), m. s. XVI – Valparaíso (Zamora), p. m. s. XVII. Abad cisterciense (OCist.) de Valparaíso, exegeta, teólogo, mariólogo, orador sagrado.
Nacido en Daroca a mediados del siglo XVI, aparece en Valparaíso recibiendo el hábito monástico en 1581 de manos de fray Lope de León. Estudió en el Colegio del Destierro de Salamanca.
Fray Crisóstomo Henríquez, contemporáneo suyo, dijo de él que “fue eximio teólogo, y tanto sobresalió en el campo de la oratoria sagrada, que era considerado como uno de los mejores oradores de su tiempo”, de hecho fue solicitado para ejercer el ministerio de la predicación en distintas ciudades, no sólo de Castilla, sino también de su tierra aragonesa, haciendo resaltar el notable fruto reportado en las almas, “porque con la fuerza de su oratoria arrastraba al pueblo al ejercicio de las virtudes y a la huida de los vicios”. Coincide Muñiz en ponderar su valía: “Predicador mayor en Alcalá, abad de su Monasterio de Valparaíso, varón eloquente y muy versado en la Sagrada Escritura”. En 1611, los monjes de Valparaíso le eligieron abad de la casa
Según la crónica, la imagen de la virgen de Nuestra Señora del Consuelo, en paradero desconocido, “[...] la trajo de Toledo el padre fray Miguel Pérez de Heredia, natural de Daroca y monje de Valparaíso, el año 1618, y la colocaron en una capilla colateral de la iglesia, que desde entonces tomó el nombre y advocación de ella, y así se cita invariablemente en los anales del convento. Fue tenida por milagrosa desde el principio —si no es que vino ya con esa fama y sus prodigios, según testimonio del Señor Fernández Duro— están referidos en una monografía antigua”. Ningún autor de los manejados señala el año de su muerte.
Obras de ~: Libro de varias consideraciones sobre los Evangelios que canta la Iglesia en la Quaresma, Salamanca, 1604; Historia de la Valerosa y discreta Judit, la cual está dispuesta en seis tratados para poder ser predicados los domingos por la tarde, Salamanca, 1605 y 1609; Libro de los sermones de los santos cuyas fiestas celebra la Iglesia por todo el curso del año, Salamanca, 1609; Destierro de la Virgen Nuestra Señora a Egipto, Zaragoza, 1615 (Madrid, 1613); Sermón predicado a Ntra. Sra. del Sagrario de Toledo, s. l., s. f.
Bibl.: B. Chillón, San Martín Cid y el Monasterio de Valparaíso, s. f., págs. 45 y 71 (en Archivo Episcopal de Zamora); B. Mendoza, Synopsis monasteriorum Cist. Congregationis Hispaniae Cisterciensis, s. l., s. f, pág. 67 (en Biblioteca de San Isidro de Dueñas, Palencia); C. Henríquez, Phenix reviviscens, Bruxellae, 1626; R. Muñiz, Biblioteca Cisterciense española, Burgos, Joseph de Navas, 1793; N. Antonio, Bibliotheca Hispana Nova, Madrid, Joaquín Ibarra, 1783 (trad. de G. de Andrés y M. Matilla Martínez, vol. I, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1999, pág. 742); VV. AA., Bibliografía eclesiástica completa, t. XVII, Madrid, Imp. de Alejandro Gómez Fuentenebro, 1863, pág. 1004; E. Martín, Los Bernardos españoles, Palencia, Gráficas Aguado, 1953, pág. 50; D. Yáñez, Presencia del Císter en Aragón a través de sus monjes ilustres, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1987, pág. 278-279.
Damián Yáñez Neira, OCSO
