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Arturo Eyriès Rupérez

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Biografía

Eyriès Rupérez, Arturo. Valladolid, 19.VII.1893 – Madrid, 13.VII.1970. Farmacéutico, militar.

Su padre, Adrián Eyriès Delon, francés, vino a España desde Córcega, siendo niño, para encontrarse con su propio padre, Agustín, llegado años antes y contratista en la construcción del ferrocarril (según tradición familiar, fue este último quien levantó en 1856, como constructor, sobre las vías del ferrocarril, el célebre “arco de ladrillo” de Valladolid, aún en pie, con el fin de demostrar que con este material se podían construir arcos con grandes luces). Adrián, heredando este espíritu emprendedor, fue constructor e importador de maquinaria agrícola; casó en 1888 en Villanubla (Valladolid) con la vallisoletana Juana Rupérez Verdejo, propietaria, en ese lugar, de una penitenciaría agustina del siglo xv, convertida en residencia tras la desamortización. Del matrimonio, nació Arturo Eyriès que estudió el bachillerato en Valladolid —con los Hermanos de la Doctrina Cristiana— y en 1909 se trasladó a Madrid para cursar los estudios de Farmacia en la Universidad Central, cuya licenciatura obtuvo en 1914, habiendo sido alumno destacado del profesor Carracido.

Ingresó por oposición en el Cuerpo de Sanidad Militar el 26 de febrero de 1915; sus primeros destinos, con la graduación de farmacéutico segundo (teniente), fueron en Marruecos: Alcazarquivir y Larache. Luego se trasladó a la Península —obtuvo destinos en Alicante, Córdoba y Valencia— y cursó estudios en el Laboratorio Central de Medicamentos (Madrid). Ascendió a farmacéutico primero el 26 de abril de 1919 y a farmacéutico mayor el 6 de noviembre de 1933, manteniendo su destino en el Laboratorio Central de Medicamentos (Madrid), establecimiento en el que dirigió algunas de sus secciones; entre ellas la de labores, en la que estuvo destinado en 1935.

El estallido de la Guerra Civil lo sorprendió en Zarauz (Guipúzcoa), donde estuvo detenido. Pasó a San Sebastián y, tras la entrada en esta ciudad del ejército "nacional", se incorporó a él como comandante y jefe de los servicios farmacéuticos de las brigadas de Navarra. El 15 de enero de 1937 se le nombró jefe de los servicios farmacéuticos de la VI División Orgánica, y ocupó la dirección del Parque Farmacéutico del Ejército del Norte establecido en Burgos, una estructura creada bajo su iniciativa. Ese mismo año, pasó a ostentar la jefatura de los Servicios de Farmacia del cuerpo de ejército de Navarra, en el frente de Aragón En 1938 se hizo cargo de la jefatura de los Servicios de Farmacia del cuerpo de ejército del Turia, de nueva creación. En 1939 se le confirió la jefatura del Laboratorio y Parque de Farmacia Militar de Barcelona y poco después fue destinado al Laboratorio y Parque Central de Farmacia de Madrid, en el que se hizo cargo de las secciones de labores y de cura.

La Junta Técnica de Estado lo nombró vocal del Comité Sindical de Industrias Químico-Farmacéuticas y Sanitarias, en representación del Ejército. En diciembre de 1939 fue destinado al recién creado Ministerio del Aire para asesorar la organización de los servicios farmacéuticos. En junio de 1940, causó baja en el Ejército de Tierra y alta en el del Aire, de modo que se le adjudicó el número 1 de la escala inicial de farmacéuticos del Ejército del Aire, organizada bajo su dirección. El 25 de julio de 1940, fue nombrado inspector general y director-jefe de los Servicios de Farmacia del Ejército del Aire siéndole asignado el grado de coronel en 1941. Se ocupó de la organización del cuerpo de farmacia del Ejército del Aire, desgajado del de sanidad del mismo ejército y creado ex novo, bajo su iniciativa, mediante decreto de 18 de septiembre de 1942. El 22 de febrero de 1957, fue ascendido a general, continuando con el empleo de inspector farmacéutico del Ejército del Aire. Cesó en su cargo el 23 de julio de 1959 al cumplir la edad reglamentaria, aunque continuó como vocal del consejo de gobierno de la Asociación Mutua Benéfica del Aire hasta el 13 de febrero de 1968.

Miembro del Real Colegio de Farmacéuticos de Madrid desde 1930, al transformarse esta institución en Academia Nacional de Farmacia (1932) y después en Real Academia de Farmacia (1939), ocupó plaza de académico de número, siendo confirmado al incorporarse la Academia al Instituto de España en 1946. Le fue asignada la medalla 19 de la Real Academia de Farmacia y en ella actuó como fiscal interventor durante los años 1943-1944; quedó adscrito a la sección de historia, bibliografía y deontología y fue miembro de la Comisión de la Medalla Carracido. Su gran pasión fue el estudio de las especialidades farmacéuticas, especialmente las de material de curación.

Atraído por la botánica, formó parte del “Seminario Fray Celestino Mutis”, con sede en la Academia.

Estuvo en posesión de la Cruz, Placa y Gran Cruz de la Orden de San Hermenegildo, Gran Cruz del Mérito Aeronáutico (1960), medalla de Marruecos, Cruz de Guerra al Mérito Militar, con distintivos rojo y blanco y medalla de la Academia de Medicina Aeronáutica del Brasil, entre otras distinciones. En 1946 fue nombrado colegiado de honor del Colegio de Farmacéuticos de Burgos y perteneció, como miembro correspondiente, a la Asociación Brasileña de Medicina Aeronáutica del Brasil. Vinculado siempre a Valladolid, un barrio de esta ciudad (“Arturo Eyries”) recibió su nombre en su memoria.

Había casado el 24 de octubre de 1918 con Julia Valmaseda López, con quien tuvo a Agustín, farmacéutico y coronel de aviación; a Mercedes, profesora de Educación Básica; y a Martín, doctor ingeniero de caminos, que casó con María de los Ángeles García de Vinuesa y Zabala.

 

Bibl.: F. Peña Torrea, El Servicio de Farmacia del Ejército Nacional durante la Guerra de Liberación, Madrid, Imprenta Murillo, 1941; R. Roldán Guerrero, La Farmacia y los farmacéuticos militares en la guerra de Liberación de España (1936- 1939), Madrid, 1953, págs. 262-264; VV. AA., Figuras de hoy. Enciclopedia biográfica nacional ilustrada de las personalidades de la actualidad, Madrid, Editorial Ciencia y Cultura, 1956, pág. 252; P. D. Jimeno, “La promoción de 1914 y el general don Arturo Eyriès”, en Farmacia Nueva, 12 (1957), págs. 187- 190; “Necrológica. Excmo. Sr. D. Arturo Eyriès Rupérez”, en Anales de la Real Academia de Farmacia, vol. XXXVI (1970), págs. 508-510; “La Real Academia de Farmacia anuncia para su provisión la vacante de académico de número producida por el fallecimiento del doctor don Arturo Eyriès Rupérez”, en Acófar, 57 (1970), pág. 77; F. Gonzalo-Bilbao, “Recordando a mi Comandante: Don Arturo Eyries”, en Farmacia Nueva, 35 (1970), pág. 1091; N. Gutiérrez del Álamo, “Nota necrológica”, en Boletín de la Sociedad Española de Historia de la Farmacia, 21 (1970), págs. 137-138; M. Gutiérrez Mendoza, “La Farmacia militar del Ejército del Aire”, en La Farmacia militar. Pasado, presente y futuro. Conmemoración del II centenario de la concesión del fuero militar y uniforme a los farmacéuticos militares por el rey Carlos IV (1796-1996), Madrid, Parque Central de Farmacia Militar, 1996, págs. 79-82.

 

Antonio González Bueno

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