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Miguel de la Colina y Puyol

Biografía

Colina Puyol, Miguel de la. Sopuerta (Vizcaya), 10.XII.1885 – 28.XII.1976. Farmacéutico e ingeniero industrial.

Nació en la localidad vizcaína de Sopuerta, en el seno de una familia estrechamente vinculada con el mundo de la farmacia, ya que previamente tanto uno de sus bisabuelos, como su abuelo materno, su padre e incluso uno de sus tíos habían sido boticarios.

Sin embargo, tras realizar sus primeros estudios en el municipio natal y los de bachillerato en el Colegio de los Jesuitas de Orduña (Vizcaya) y en el Instituto de Bilbao, Miguel de la Colina dirigió sus pasos hacia la Ingeniería y se matriculó en la Escuela de Ingenieros Industriales de la capital vizcaína, donde obtuvo el título en 1913. No obstante, poco después, el fallecimiento de su hermano Justo de la Colina Puyol, licenciado en Farmacia, y el deseo de perpetuar la tradición le llevaron a realizar esta última carrera. En 1919 obtuvo el título de farmacéutico en la Universidad de Santiago de Compostela. De regreso a la tierra natal regentó el establecimiento familiar hasta su jubilación.

En 1921 contrajo matrimonio con Avelina Menéndez Cofiño, natural de Zalla (Vizcaya). La pareja no tuvo descendencia, pero prohijó a un sobrino de la esposa, que más tarde fue adoptado y que con el tiempo también cursó la licenciatura de Farmacia.

Una normativa del Gobierno presidido por el general Primo de Rivera, que prohibía que ejercieran cargos públicos personas analfabetas, y las particulares condiciones en lo relativo a los niveles de instrucción de la población soportana, propiciaron el nombramiento de Miguel de la Colina Puyol como concejal del Ayuntamiento de Sopuerta en 1924. Más tarde fue alcalde de la localidad entre 1944 y 1946.

Su trabajo como boticario no se limitó a atender únicamente la elaboración de fórmulas magistrales y asumir la responsabilidad de la venta de medicamentos, ya que llegó a patentar un producto destinado al ganado vacuno, denominado “Expeleparia”, que facilitaba la expulsión de las parias tras los partos.

Asimismo, publicó varios textos en revistas especializadas, en los que puso de manifiesto sus reflexiones sobre el ejercicio de la profesión y los cambios producidos en ella a lo largo del tiempo.

Miguel de la Colina fue una persona inquieta, con múltiples intereses y aficiones. Una de las numerosas facetas en la que se manifestó su personalidad fue la colaboración en prensa escrita, ya que, a lo largo de los años sesenta y setenta del siglo xx, publicó diversos artículos en el periódico El Oriente de Asturias, decano de la prensa asturiana, editado en Llanes, localidad en la que veraneaba la familia De la Colina-Menéndez.

Estos escritos ponen de manifiesto la diversidad de sus preocupaciones, ya que hacen referencia a cuestiones tan dispares como el ecologismo, los asuntos sociales, las teorías evolucionistas de Darwin, etc.

Su dedicación prioritaria a las labores de farmacéutico no fue un impedimento para que, en su condición de ingeniero, realizara una serie de trabajos de índole arquitectónica y diversas obras de ingeniería.

De los primeros cabe resaltar varios edificios radicados en el municipio de Sopuerta, entre los que destacan las residencias de los indianos Ubaldino Hierro y Manuel Quintana, que ponen de manifiesto su conocimiento de las corrientes en vigor en la arquitectura española del momento y su capacidad para este tipo de diseños. Por lo que respecta al campo concreto de la ingeniería, en la década de los años veinte diseñó el proyecto de aprovechamiento de agua de varios manantiales de las laderas del barranco de Tremoral de Sopuerta, y, posteriormente, diseñó proyectos de mejora de la traída de aguas del municipio. Ya en la posguerra inscribió en el Registro de la Propiedad industrial un proyecto de nuevo Sistema de construcción de vigas de hormigón armado, que pretendía paliar el problema derivado de la necesidad de madera para el proceso de encofrado del hormigón armado, ante la escasez de este material en aquella época.

Tras una vida larga y de intensa dedicación al trabajo, falleció repentinamente en 1976 en la casa familiar de Sopuerta, reformada y ampliada bajo su dirección en torno a 1922.

 

Obras de ~: Aprovechamiento de agua de varios manantiales de las laderas del barranco de Tremoral, Sopuerta (Vizcaya), 1926; Casa de Ubaldino Hierro, Sopuerta (Vizcaya), 1930; Casa de José María Quintana, Sopuerta (Vizcaya), 1933; Panteón de José María Quintana, Sopuerta (Vizcaya), c. 1935; Nuevo Sistema de construcción de vigas de hormigón armado, c. 1940; Proyecto de urbanización de los cementerios de La Baluga, Mercadillo y Carral, Sopuerta (Vizcaya), 1945.

Escritos: “Memoria de la inspección farmacéutica municipal”, en La Farmacia Vizcaína, 2 (1957), págs. 21-24; “La farmacia a través de cincuenta años de ejercicio en la profesión”, en Farmacia Nueva, XXVII (1962), págs. 148-149.

 

Bibl.: J. Muñiz Petralanda, “Ecos de la guerra y recuperación 1939-1967”, en Cien años velando por la salud de los vizcaínos, Bilbao, Colegio Oficial de Farmacéuticos de Bizkaia y Banco Atlántico, 1998, págs. 114-115; A. S aratxaga Garai, Catálogo de las farmacias tradicionales de Bizkaia, Bilbao, Fundación BBK, 1998, pág. 345; M. Paliza Monduate, “Los ingenieros y la práctica de la arquitectura. La obra de Miguel de la Colina Puyol”, en Espacio, Tiempo y Forma, 13 (2000), págs. 401-430.

 

Maite Paliza Monduate