Borrell y de Bufalá, José. Talarn (Lérida), 27.I.1764 – 28.X.1845. Último abad benedictino (OSB) de Ripoll y definidor general de la Orden.
Nació en la localidad leridana de Talarn en 1764. En 1790 tomó el hábito benedictino en el monasterio de Santa María de Ripoll (Gerona), perteneciente a la Congregación Benedictina Claustral Tarraconense y Cesaraugustana. Estudió en la Universidad de Cervera y trabajó en paleografía y diplomática, ocupando los cargos de procurador general y protector de la capilla de música (1803), bibliotecario y archivero, enfermero, limosnero (1816-1819 y siguientes), provisor, vicario general y prior (1809) de su monasterio de Ripoll, además de examinador sinodal, vicepresidente de la Junta de Convalecencia y administrador del Hospital de la Caridad de la villa de Ripoll y vicepresidente de la Junta de Gobierno de Ripoll durante la Guerra de Independencia.
Asimismo, al asistir al Capítulo General de 1816 en calidad de síndico de la abadesa y las monjas benedictinas de Jaca, fue elegido definidor general de la Congregación (1816-1819), y en el capítulo general de 1819, al que asistió como procurador de la abadesa y monjas del monasterio benedictino de San Antón y de Santa Clara de Barcelona, fue elegido confesor ordinario de las monjas de ese monasterio.
Fue también tesorero diocesano de los fondos destinados a los hospitales militares del abadiato nullius de Ripoll. En 1820 fue perseguido, le quemaron la casa de la limosnería, donde residía en el monasterio, y tuvo que huir a Francia. El 7 de julio de 1828 solicitó el priorato vacante de Santa María de Meiá, pero no le fue concedido. En cambio, la Cámara de Castilla le propuso, el 13 de abril de 1831, para abad de Ripoll. A su consagración asistió el abad de Amer y para la ocasión se desplegó una magnificencia nunca vista en el monasterio en aquella época.
A causa de su edad renunció por dos veces a la abadía en favor de su amigo, el sabio archivero y monje ripollés Roque de Olzinelles, diputado a Cortes (1820), pero éste no quiso aceptar la abadía. El monasterio fue atacado por los migueletes exaltados, que querían saquearlo, cosa que no lograron merced a las oportunas disposiciones del teniente general Manuel Llauder, aunque más tarde asesinaron a dos monjes de la comunidad, el joven Fernando de Ros y el anciano Manuel de Llisach. Fray José Borrell escapó de una muerte segura abandonando el monasterio el 11 de agosto de 1835, mientras los migueletes quemaban el monasterio, con su archivo; destrozaron el magnífico órgano y las imágenes de los altares de la iglesia abacial, hicieron pedazos la estatua de plata de San Benito, rasgaron inestimables pinturas, robaron los vasos sagradosy otros objetos litúrgicos, y profanaron las sepulturas de nobles y abades, incluida la del conde de Barcelona Berenguer el Santo, que además fue quemado.
El abad Borrell estuvo refugiado en Prats de Molló, pero retornó a Ripoll después de que el general carlista Urbiztondo tomara la villa el 27 de julio de 1837, con el fin de tratar de restaurar el monasterio.
Sin embargo, en el mismo año, por mandato de la Junta Superior de Berga, hubo de entregar las campanas para fundirlas y hacer municiones de guerra.
Dejó de nuevo la población en 1839, poco antes de que Ripoll cayera en manos de los liberales, y se retiró a Borredà (Barcelona) y finalmente a su pueblo natal, donde murió y en cuyo cementerio fue enterrado sin lápida ni inscripción alguna. Por sus achaques no pudo dar cumplimiento al breve de Gregorio XVI (1841) en que le delegaba la reconciliación de la iglesia de San Pedro de Ripoll, desafectada a raíz de la destrucción de la villa el 27 de mayo de 1839. Fue el último abad del monasterio de Ripoll. Dejó fama de ser severo consigo mismo, amable con los demás y amante del retiro.
Fuentes y bibl.: Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores, Fondo Santa Sede, legs. 702, 704; Archivo Histórico Nacional, Consejos, leg. 12039, exp. 69; leg. 12046, exp. 13. Archivo Parroquial de Talarn, Libro de Óbitos, I, fol. 250r. J. M. Pellicer i Pagés, Santa María del monasterio de Ripoll, Mataró, Tipografía Feliciano Horta, 1888, págs. 248-270; C. Barraquer i Roviralta, Las religiosas en Cataluña durante la primera mitad del siglo xix, vol. III, Barcelona, F. J. Altés, 1915, págs. 187-209; R. Bonet i Lluch, Reverendísimo Padre José Borrell y Bufalá, abad del monasterio de Santa María de Ripoll, Huesca, 1957; T. Moral, “Borrell y Bufalá, José”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. I, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1972, pág. 280; J. Mascarella, “L’abaciologi glossat del monestir de Ripoll”, en Annals del Centre d’Estudis Comarcals (1989-1990), Ripoll, Centre d’Estudis Comarcals del Ripollès, 1991, págs. 67-68; J. Mascarella i Rovira, “Borrell i Bufalà, Josep”, en R. Corts i Blay et al. (dirs.), Diccionari d’Història Eclesiástica de Catalunya, vol. I, Barcelona, Claret, 1999, pág. 243; E. Zaragoza Pascual, Abaciologi benedictí de la Tarraconense, Barcelona, Editorial Balmesiana, 2002, pág. 344; Història de la Congregació Benedictina Claustral Tarraconense i Cesaraugustana (1215-1835), Barcelona, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 2004.
Ernesto Zaragoza Pascual
