López Fernández de Córdoba, Jorge. Albacete, 25.I.1781 – Madrid, 8.XI.1842. Escolapio (SChP), pendolista y preceptor de príncipes.
Pertenecía a una familia de la nobleza española. Alumno de las Escuelas Pías de San Fernando, hacia los catorce años solicitó el ingreso en la misma Orden. A esa edad “ya manejaba el latín con bastante facilidad”. En el colegio de Villacarriedo (Cantabria) estudió Filosofía, al mismo tiempo que impartía Caligrafía a los alumnos internos. Era tan perito en la enseñanza de la Caligrafía que se decía de él que “la enseñaba como por encanto”; que no era enseñar, sino “pegar la letra”. En el colegio de Getafe estudió la Teología. Ordenado sacerdote, a los veintidós años ya fue nombrado director del internado del Real Colegio de San Antonio Abad de Madrid. En sus tiempos libres se dedicaba al estudio de los escritos de san Agustín, santa Teresa y san Juan de la Cruz.
La Revolución Francesa le obligó a salir de Madrid y huir a su tierra nativa de Albacete, con su familia, donde permaneció poco tiempo, por ser también fugitivos y venidos a menos en su hacienda. Se dirigió después al colegio escolapio de Archidona, pues allí aún no habían llegado los invasores. Se dedicó a la enseñanza de Retórica y Caligrafía. Restablecida la normalidad política, volvió al internado de San Antón, de la mano del padre Pío Peña. Ambos se entregaron al trabajo de devolver al colegio su esplendor primitivo. Símbolo del abandono en que se encontraba el colegio eran las ortigas que poblaban los patios. Ellos se vieron obligados también a arrancarlas, a montar el mobiliario escolar y a organizar la enseñanza. A los dos años, ya estaba de nuevo lleno el internado. Tomó a su cargo, como en Archidona, la clase de Retórica, la de Caligrafía y la dirección de los alumnos internos.
Su hermosa y gallarda letra y fama de buen educador, hicieron que su nombre fuera muy conocido, hasta el punto de que llegó a oídos del Rey, por mediación de Carlos María Isidro de Borbón, hermano de Fernando VII, quien llamó a la Corte al padre Jorge. Le ofreció ser preceptor de sus sobrinos, los hijos y nietos del infante Francisco de Paula Antonio. Bien pronto conquistó la admiración de toda la Real Familia, que observaba el adelanto de sus discípulos y el tacto exquisito de su formación. Le estimaban especialmente Francisco de Asís, consorte de Isabel II, el serenísimo señor don Enrique y su augusta hermana doña Isabel Fernandina. Al decirle Fernando VII que pidiera una merced, como agradecimiento por su nombramiento, respondió el padre Jorge: “Sólo un deseo: Soy, Señor, un humilde escolapio, hijo de Obediencia, y quisiera me permitiese V. M. retirarme por la tarde a mi colegio, terminada mi lección”, lo que, naturalmente le fue concedido. Con la asignación de la Casa Real ayudaba al colegio de San Antón, en cuya sacristía aún hay alhajas que le recuerdan; entre otras, el monumento que se exhibe en Jueves Santo. Así pudo simultanear su cargo de preceptor de los príncipes con la dirección de los colegiales internos.
En este tiempo fue nombrado secretario provincial del padre Pascual Suárez. Protestó con lágrimas cuando Grijalba le propuso para obispo, y rehusó las Cruces de Isabel la Católica y la de Carlos III. Al nacer la princesa, que luego fue Isabel II, le dijeron que se preparase para educarla; pero cuando, a la muerte de Fernando VII, la guerra y la peste asolaron España, el Ayo de los infantes era llevado a Palacio. Y al verse obligados a salir para Francia, los siguió, los acompañó, y participó de su aventura, hasta que el duque de Parcent le convenció de volver a España. Pasó por Huesca y saludó al padre Lorenzo Ramo, prelado escolapio de aquella diócesis y vicario general de las Escuelas Pías en España. Apreciado dentro tanto como en la sociedad civil, fue nombrado inspector general de las Escuelas Pías.
Bibl.: C. Rabaza, Historia de las Escuelas Pías de España, III, Valencia, Tipografía Moderna, a cargo de Miguel Gimeno, 1917, págs. 235 y ss.; C. Vila Palá y L. M. Bandrés Rey (coords. y dirs.), Diccionario Enciclopédico Escolapio, Salamanca, Ediciones Calasancias, 1983, pág. 339; J. A. Carmona Guillén, El Real Colegio de Escuelas Pías de San Antonio Abad. Educadores y Educandos, Arganda del Rey (Madrid), Din Impresores, 2003.
Valeriano Rodríguez Sáiz, SChP
