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José Cavarte

Biografía

Cavarte, José. Zaragoza, 9.II.1655 – Guanápalo, Apure (Venezuela), 7.I.1724. Jesuita (SI), misionero y lingüista.

Su padre fue José Cavarte y Medrano (Zaragoza, 1600-1676), hidalgo y catedrático de Prima de Medicina en la Universidad de Zaragoza desde 1652. Su madre fue Valera Moracho. Estudió Gramática con los jesuitas y tres años de Filosofía con el doctor Porras, de la misma universidad, y consiguió el título de bachiller en Leyes y Cánones, dispuesto a graduarse en ambos Derechos. Acabada la carrera de Filosofía y Leyes en la Universidad de Zaragoza y aconsejado por fray Miguel Gerónimo Fuembuena, que murió siendo obispo de Albarracín, Cavarte comunicó sus deseos al padre Diego Antonio Fernández, provincial de los jesuitas de Aragón y amigo de la familia, “quien le dio licencia para ir cuando le pareciese al noviciado.

Resolvió hacer el viaje a Tarragona solo, sin despedirse de madre, hermanos ni parientes, ni aún los que entonces vivíamos en este Colegio [de Zaragoza] entendimos de este pretendiente, ni supimos estuviese recibido. Con dos criados para su asistencia, y él en un brioso caballo salió de Zaragoza a Tarragona, y llegó al noviciado a 2 de febrero de 1680”. El 24 de marzo de ese año escribe a su madre y justifica su conducta (Arbizu, 1730). Deseoso de ir a misiones, escribió al padre general, al padre procurador del nuevo reino de Granada y al padre Antonio Maldonado. Se despidió de su familia “y Patria para no verla más” y se dirigió a Sevilla por Tarragona y Valencia. Se conserva el expediente de la expedición jesuítica de 1681 en el Archivo General de Indias, Sevilla, donde se describe a Cavarte: “H. José Cabarte, natural de Zaragoza, teólogo, de 26 años, buen cuerpo, blanco, señal de herida en ceja derecha”.

En 1681 embarcó para ir a la provincia del nuevo reino de Granada (Colombia). Llegó a Cartagena de Indias, y completó el noviciado en Tunja. Acabó los estudios de Teología (1682-1685) en la Universidad Javeriana de Bogotá, fue ordenado sacerdote el 30 de marzo de 1686 en Santafé de Bogotá (Colombia) “y no quiso decir su primera misa hasta llegar al pueblo de Pauto, que era como el centro de todas las misiones” (Arbizu, 1730). Trabajó en el cercano pueblo de Pauto (en 1686) y entre los tunebos (en 1687). En 1691 inició la empresa pionera y heroica de penetrar en el Orinoco, donde permaneció hasta su muerte.

El 18 de junio de 1696 hizo los últimos votos en Los Llanos (Vichada, Colombia).

El 29 de noviembre de 1691 se embarca en Casanare con Alonso de Neira, José de Silva y Vicente Loverzo para volver a entablar las misiones en el Orinoco, pero se ve obligado a regresar en 1693 tras el asalto en el Caribe. El 25 de noviembre de 1693 ensaya una nueva intentona con el padre Pérez, pero ambos se ven obligados a regresar en enero de 1695.

A finales de ese mismo año, por la ruta del pie del monte andino, se instala en el Guaviare en compañía del padre José de Silva. Su acción con los achaguas del Guaviare dura hasta 1707.

Viajó catorce años de una reducción a otra (centros de población india dirigidos por los jesuitas, sometidos a la evangelización y a un régimen comunitario muy reglamentado, basado en la obediencia, el trabajo y el igualitarismo socioeconómico), aunque estuvo, sobre todo, en la región del río Airico entre 1707 y 1718, período en el que atiende diversas reducciones del área misional. Hacia 1720 se establece en las bocas del Busiana con los achaguas, en donde permaneció hasta 1722, fecha en la que trasladó a los achaguas a Guanápalo, y donde se asentó, por fin, entre los indios achaguas, durante sus últimos dos años de vida (1722-1724). Gran lingüista, dominó tres lenguas indias y, aunque su obra escrita ha desaparecido, gracias a Juan de Rivero, su compañero por quince meses, consta que elaboró unos apuntes de gramática enagua, un vocabulario sáliva y un catecismo en girara, achagua y sáliva, “Estudió las tres lenguas más comunes en estos sitios, como son la girara, achagua y saliva, difíciles todas ellas y muy diferentes entre sí; predicó en todas tres con mucha destreza y elegancia, y sacó mucho fruto de la nación Girara, en los Salivas del Orinoco y en los Achaguas del Casanare y del Airico”. Incluso Rivero confiesa que “revolviendo yo algunos papeles de los que dejó el Padre [Cavarte], encontré en uno de ellos un principio de gramática, que en su vejez estaba componiendo de la lengua Enagua, por las esperanzas que tenía de que se pudieran conquistar los que la usan; tenía encargado con mucho empeño a la ciudad de Quito el arte de la lengua Inca para estudiarla, por lo que podía suceder sobre las conquistas de los Incas”.

Cavarte era de complexión fuerte y de una robustez tan singular que, en medio de los muchos trabajos, siempre se mantuvo entero. Su vida de sacrificio y su identificación con los indios ha quedado plasmada en la biografía redactada por José Gumilla (1686-1750), misionero, como Cavarte, en las tierras del Orinoco entre 1715 y 1735. Se creó un vínculo entre las generaciones de misioneros del Orinoco de los siglos xvii y xviii, cuyos representantes más famosos fueron Rivero y Gumilla. Cuando, en 1721, Juan Capuel (1667-1736), superior de la misión (1713- 1723), permitió a Cavarte trasladara los achaguas de los llanos anegadizos del Arauca y del Apure, triunfó su idea de usar la ruta del río Meta como camino de acceso al Orinoco. Cavarte contribuyó a hacer del río Meta el eje de apoyo y el vínculo con Santafé de Bogotá y a fortificar el Orinoco, centro de ulterior expansión misionera de los jesuitas. La importancia del padre Cavarte en la historia de las reducciones llaneras y orinoquenses es decisiva no sólo en su vertiente misional, sino en su dimensión cultural, sobre todo filológica y cartográfica.

 

Obras de ~: Relación de su entrada a los sálivas y de la poca seguridad que en aquella nación hay por razón de los caribes, s. l., 1689 (inéd.); Carta al P. Superior de la misión, Cusia, 16 de febrero de 1692 (inéd.); Relación de lo que le ocurrió durante los tres meses que le tuvieron los indios sálivas guardándole de los caribes, s. l., 1694 (inéd.); Relación de su entrada que el año de 1695 hizo a los achaguas de Airico con el Padre José Silva, s. l. (inéd.); Petición a la Real Audiencia hecha en 1696 para poner un presidio en el Guaviare, s. l. (inéd.); Informe dado al Padre Provincial Francisco Antonio González de lo que ha observado y sabido de las buenas esperanzas que ofrecen los Achaguas de reducirse a nuestra santa fe (enero de 1723), s. l. (inéd.); Relación de su viaje a la exploración de un nuevo camino para la comunicación del Airico, por orden del Provincial Juan Martínez Rubio, s. l., s. f. (inéd.); Relación e informe enviado al P. Provincial de lo que puedo averiguar de la condición de los indios Ayricos, sus tierras y caminos, s. l., s. f. (inéd.); Conveniencia de formar pueblo y misión en el distrito de Barragua y Uva, s. l., s. f. (inéd.); Relación de su entrada a la nación Caverre de indios bravos y muy guerreros, s. l., s. f. (inéd.); Relación de las razones que ha habido para la fundación de un pueblo a la orilla de Guanápalo bajo la advocación del B. Juan Francisco de Regis, s. l., s. f. (inéd.); Entable de algunas nuevas reducciones que se han hecho a orillas del Meta, s. l., s. f. (inéd.); Mapa del Airico, s. l., s. f. (inéd.); Apuntes para una Gramática en lengua Enagua, s. l., s. f.; Vocabulario de la lengua sáliva, s. l., s. f. (inéd.); Arte vocabulario y catecismo en lengua girara, s. l., s. f. (inéd.); Arte vocabulario y catecismo en lengua saliva, s. l., s. f. (inéd.); Arte, vocabulario y catecismo en lengua achagua, s. l., s. f.; Cartas a doña Valera Moracho de Cavarte, s. l., s. f. (inéd.).

 

Bibl.: A. Arbizu, “De la vida y apostólicas virtudes del P. Joseph Cavarte, natural de Zaragoza, que murió en la Provincia de Nuevo Reyno de Granada”, en Historia del Colegio de la Compañía de Jesús de Zaragoza. Parte tercera que comienza desde el año 1650 hasta el de 1700, en el Archivo del Colegio del Salvador de Zaragoza, Zaragoza, c. 1730, fols. 668-679 (ms.); J. Gumilla, El Orinoco ilustrado. Historia natural, civil y geográphica de este gran río y de sus caudalosas vertientes: gobierno, usos y costumbres de los indios, sus habitantes [...], Madrid, 1741; J. Rivero, Historia de las misiones de los Llanos de Casanare y los ríos Orinoco y Meta, Bogotá, Ed. Argra, 1956, págs. 403-410; J. M. Pacheco, Los jesuitas en Colombia (1567-1767), vol. II, Bogotá, Ed. San Juan Eudes, 1959-1989, 3 vols.; J. Gumilla, El Orinoco ilustrado y defendido, Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1963; Escritos varios, Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1970, pág. 320; J. del Rey Fajardo, Biobibliografía de los jesuitas en la Venezuela colonial, Caracas, Universidad Católica Andrés Bello, 1974, págs. 134-137 (2.ª ed., 1995); Misiones jesuíticas en la Orinoquia, Caracas, Universidad Católica Andrés Bello, 1977, págs. 112-119; L. Polgár, Bibliographie sur l’histoire de la Compagnie de Jesus 1901-1980, vol. III-1, Roma, Archivum Historicum Societatis Iesu, 1983, pág. 476; H. González, “Cavarte, José”, en Ch. E. O’Neill y J. M.ª Domínguez (dirs.), Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús, Madrid, Universidad Pontificia Comillas, 2001, pág. 727.

 

Antonio Astorgano Abajo