Aragón, Juan de. ?, 1429 – Albalate de Cinca (Huesca), 1475. Arzobispo de Zaragoza.
Hijo natural del rey Juan II de Navarra y de una castellana de la familia Avellaneda, se crió en la corte de Nápoles de su tío Alfonso el Magnánimo. Destinado a la carrera eclesiástica, pronto recibió las primeras prebendas: la encomienda mayor de Alcañiz, el priorato del Santo Sepulcro de Aragón, los abadiatos de Valldigna, Rueda y Veruela, y administrador de Monreale (Sicilia). Nombrado arzobispo de Zaragoza por el papa Calixto III, que le dispensó de ordenarse, aunque él quería Valencia (fue para el sobrino del papa, Rodrigo de Borja), en 1458 tomó posesión de dicha sede metropolitana que fue administrada por Pedro Miguel hasta 1461.
Aunque tuvo el título de arzobispo, nunca lo fue oficialmente porque se negó a recibir las órdenes sagradas e incluso se proyectó su matrimonio poco antes de su muerte; por eso se le conoce como administrador perpetuo de dicha sede. Como participó en todos los acontecimientos políticos y bélicos del reinado de su padre, su acción fue decisiva en muchos acontecimientos de Cataluña y de Navarra (Concordia de Ejea de 1467).
Intervino en numerosos problemas familiares: acompañó a su hermanastro Carlos, príncipe de Viana, a Nápoles en busca de la ayuda de su tío el rey Alfonso y presenció la entrevista de Carlos con su padre, el rey de Aragón, en Barcelona; luego presidió en Morella la entrevista de reconciliación del infortunado Carlos con su madrastra la reina. Más adelante tomó juramento a su hermanastro Fernando, como primogénito de Aragón en las cortes de Calatayud; luego ayudó al mismo, entonces con el título de rey de Sicilia, en la aventura de su viaje a Castilla para casarse con la infanta Isabel y le recomendó el plan de ir disfrazado, lo que preocupó mucho a su padre (verano de 1469); protegió a su sobrino, Diego de Avellaneda, nombrado arcediano de Daroca y más tarde obispo de Mallorca. Como militar dirigió operaciones durante la guerra de Juan II contra los catalanes. Dispuso compañías de hombres armados que mandó a su padre cuando los franceses le asediaron en Perpiñán y avisó de esta situación crítica a Fernando que acudió desde Castilla (1473).
Como prelado celebró un sínodo diocesano en Albalate del Arzobispo (mayo de 1462) y acto seguido escribió las Constituciones sinodales del arzobispado de Zaragoza, que abarcan diversos temas: los derechos de capa que los beneficiados debían abonar al tomar posesión de sus prebendas, disposiciones a favor de la iglesia de Santa María la Mayor de Zaragoza, otras sobre la iglesia de Daroca, etc. Poco antes había escrito las Ordinaciones relativas al oficio de los señores diputados, hechas en las Cortes de Fraga del año 1460, donde estuvo presente.
A causa de sus pleitos con el duque de Híjar sobre el abadiato de Monteagudo propuso la permuta de dicho abadiato con los derechos de la encomienda de Alcañiz (1473). Dos años después celebró otro sínodo.
Fue una época de apogeo para la sede zaragozana por la construcción de iglesias y hospitales y la de numerosos altares; a ello contribuyó el arzobispo con la concesión de un magnífico órgano para la seo.
Víctima de una grave enfermedad, de la que parecía sobreponerse, murió el domingo 19 de noviembre de 1475 en el castillo de Albalat de Cinca cuando desde Cataluña se dirigía a su sede, donde se le sepultó, en la capilla mayor y en un bello sepulcro de alabastro con su estatua yacente. Se retrasó mucho el entierro con motivo del entredicho que pesaba sobre la ciudad. Su sucesor fue el hijo bastardo de Fernando el Católico, Alonso de Aragón, por voluntad de su abuelo Juan II, que tuvo que ejercer toda su influencia sobre el Papado.
Bibl.: J. Zurita, Anales de Aragón, t. IV, Zaragoza, 1610, fols. 44, 57, 75, 88, 113, 249 y ss. (ed. de A. Canellas López, Zaragoza, 1967); M. de Bofarull, Levantamiento y guerra de Cataluña en tiempo de Don Juan II. Documentos [...], Barcelona, 1858-1863.
Carme Batlle Gallart