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María de las Mercedes Santa Cruz y Montalvo

Biografía

Santa Cruz y Montalvo, María de las Mercedes. Condesa de Merlin (I). La Habana (Cuba), 5.II.1789 – París (Francia), 31.III.1852. Escritora y novelista.

Era el segundo vástago de Joaquín de Santa Cruz y de Cárdenas, III conde de San Juan de Jaruco y I conde de Santa Cruz de Mopox, Grande de España, y de Teresa Montalvo y O’Farrill. Nació en La Habana probablemente en la casa solariega de los Santa Cruz en la hoy conocida como Plaza Vieja. En 1790 sus padres partieron de viaje y dejaron a María de las Mercedes a cargo de su bisabuela materna, Luisa Herrera y Chacón, a quien ella llamaba cariñosamente “Mamita” y que la malcrió en extremo. Su padre, cuando regresó a Cuba en 1791, con intención de disciplinarla, la envió como pensionista a un convento a cargo de unas parientas de su abuela que eran monjas clarisas.

María de las Mercedes se escapó del Convento de Santa Clara de Asís, como cuenta en su relato autobiográfico Mes premières douze années (Mis primeros doce años), publicado originalmente en París en 1831, y vivió por un tiempo en casa de otra parienta, la marquesa de Castelflor, hasta que partió para España con su padre en 1802, donde su vida cambió rápidamente. Bajo la vigilancia de su madre, fue sometida a un estricto programa de enseñanza, que, junto con la vida social reinante en la casa madrileña de sus padres, transformaron y pulieron su personalidad. Su padre murió en La Habana en 1807 y unos meses después ocurrió la invasión napoleónica de España, lo cual llevó a la futura condesa de Merlin por nuevos rumbos. Su tío abuelo, Gonzalo O’Farrill y Herrera, abrazó la causa de José Bonaparte y fue nombrado ministro de la Guerra y se rumoreaba que la condesa viuda de Jaruco tenía una relación amorosa con el rey José. Fue por mediación de éstos, que se concertó en 1809 el matrimonio de María de las Mercedes con el general Antoine Merlin, ayudante de campo de José Bonaparte. A pesar de que Merlin le doblaba la edad, ambos llegaron a apreciarse profundamente. En 1810 el rey José le concedió el título de conde de Merlin. Este título fue anulado en 1813 por una comisión encargada de resolver los litigios entre España y Francia, después de la retirada francesa de la Península Ibérica; pero María de las Mercedes continuó usándolo y más tarde obtuvo un título pontificio con igual denominación.

La familia Merlin se trasladó a París. Para entonces sólo la primogénita Teresa Merlin y Santa Cruz (1810- 1876) había nacido. En París brilló María de las Mercedes, pues también había estudiado canto, para el cual tenía dotes especiales. Las reuniones de la condesa de Merlin en París eran altamente reputadas como veladas artísticas, asistiendo personalidades que allí ensayaron sus obras, tales como Rossini, Meyerbeer, Bellini, Donnizetti, la Malibrán, Chopin, Listz, Balzac...

En París, su marido pasó a servir a Francia donde tuvo períodos alternados de servicio militar en dependencia de la situación política reinante en su país. A partir de entonces, posiblemente porque las posibilidades económicas de la condesa quedaron mermadas, viajó a La Habana. El motivo de esa visita a su ciudad natal, más de treinta años después de su partida, fue arreglar asuntos de familia. La condesa salió de París el 10 de abril de 1840, embarcó cinco días más tarde en Bristol, hizo una detenida escala en los Estados Unidos y durante los meses de junio y julio residió en la tierra de su infancia, tomó estrecho contacto con la realidad cubana y fue dando cuenta en forma epistolar de lo que en Cuba acontecía a su hija, y a sus amigos en Europa: el vizconde de Chateaubriand, el barón de Rothschild, el príncipe Federico de Prusia, George Sand, Martínez de la Rosa... Este manojo de cartas forma el cuerpo del libro, que cuando se imprimió, su autora dedicó a Leopoldo O’Donnell, gobernador general de Cuba y, con el propósito de que la Madre Patria situara definitivamente a Cuba en el camino de la autonomía y el progreso, dice: “sed habanero, General; reformad las leyes, obtened una representación nacional para la Isla, mitigad vos mismo la dictadura del jefe supremo”.

En La Habana se hospedó en la casa conocida como de Mateo Pedroso, donde vivían su tío Juan Montalvo y O’Farrill con su mujer María Antonia Calvo de la Puerta y Peñalver y sus numerosos vástagos. De esta casa, así como de sus impresiones de su viaje, ofrece una detallada descripción en su obra L’Havane (Viaje a La Habana) editado en 1842 en tres tomos, que traducidos al español, se imprimieron en Madrid en 1844, con un prólogo de su ilustre compatriota la poetisa, dramaturga y novelista camagüeyana Gertrudis Gómez de Avellaneda.

La condesa de Merlin murió en París cuando Luis Napoleón Bonaparte preparaba el plebiscito que había de convertirle en emperador de los franceses.

Aunque tuvo cuatro hijos y dos nietos, no hay descendientes directos de ella en el siglo xxi.

 

Obras de ~: Mes première douze années, Paris, Gautier-Laguionie, 1831; Histoire de la sour Inés, Paris, P. Dupont, 1832; Souvenirs et mémoires de madame la contesse Merlin, Paris, Charpentier, 1836, 4 vols.; Les loisirs de une femme de monde, Paris, Librerie de L’Avocat, 1838; Madame Malibran, Bruselas, Ad. Wahlen et Cie, 1838, 2 vols.; Mis doce primeros años, trad. de A. de Palma, Filadelfia, J. C. Clark, 1838; Historia de la hermana Santa Inés, trad. A. de Palma, Filadelfia, J. C. Clark, 1939; Malibrán, Milán, Pirotta et C., 1840; Memoirs of madame Malibran, London, Henry Colburn, 1840; L’esclavage aux colonies espagnoles, Paris, Charpentier, 1840; Los esclavos en las colonias españolas, Madrid, Imprenta de Alegría y Charlain, 1841; Lola et María, Paris, L. Potter, 1843; La Havane, Paris, Librarie d’Amyot, 1844, 3 vols.; L’Havane, Bruxelles, Sociète Typographique Belge, 1844; Memoirs of madame Malibran, with a selection from her correspondence and notices of the musical drama in England, London, Henry Colburn, 1844; Viaje a la Habana, pról. de G. Gómez de Avellaneda, Madrid, Imprenta de la Sociedad Literaria y Tipográfica, 1844; Les Lionnes de Paris, Paris, Librerie d’Amyot, 1845, 2 vols.; Le Duc d’Athènes, Paris, Paul Berman et Cie., 1852, 3 vols.; Memorias y recuerdos de la Señora Condesa de Merlin, publicados por ella misma y traducidos del francés por Agustín de Palma, La Habana, A. M. Dávila, 1853, 3 vols.; Bibliographie Universelle des Musiciens et Bibliographie Generale de la Musique, Paris, 1880; Mis primeros doce años, trad. de A. Palma, La Habana, Imprenta de la Unión Constitucional, 1892; Viaje a la Habana, La Habana, Biblioteca de la Unión Constucional, 1892; Mis doce primeros años, La Habana, Imprenta El Siglo xx, 1922; Viaje a la Habana, La Habana, Librería Cervantes, 1922; Memorias de la Condesa de Merlin, trad. G. de Z., Paris, Charpentier, 1922- 1923; Correspondencia íntima de la condesa de Merlín, trad. G. de Z., ed. E. Boxhorn, Madrid y París, Industrial Gráfica Reyes, 1928; Viaje a la Habana, con pról. de Salvador Bueno, La Habana, Ed. de Arte y Literatura, 1974; La Habana, trad. de E. Bacardí, Madrid, Cronocolor, 1981; Mis primeros doce años, La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1984; Souvenirs et mémoirs de Madame la Contesse Merlin. Souvenirs d’une Creole, ed. de C. Vázquez, París, Mercure de France, 1990.

 

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Rubén Arango Santaballa