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Beato Luis Furores Arenas

Biografía

Furones Furones, Abraham. Abraveses de Tera (Zamora), 8.X.1892 – Madrid, 20.VII.1936. Religioso dominico (OP), sacerdote, misionero, mártir, beato.

Nacido en una familia de labradores, ingresó en la escuela apostólica de Las Caldas de Besaya (Santander), profesando el 19 de marzo de 1910. Fue ordenado sacerdote en 1917. Durante dos años fue capellán castrense y después fue misionero en cuatro países de Centroamérica: Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Costa Rica. Organizó misiones populares y se dedicó intensamente a la predicación. Regresó a España en 1935 con la idea de volver a Centroamérica, pero en julio del mismo año lo eligieron prior del convento de Atocha (Madrid) y tuvo que quedarse.

Lo calificaron de superior prudente, compasivo y afable.

El 20 de julio de 1936 fue asaltado, incendiado y profanado el convento. La resistencia militar desde la torre de la basílica de Atocha, ajena por completo al convento, enardeció a las masas contra los religiosos que, al salir, fueron insultados y amenazados de muerte. Al pasar por la calle Granada, hirieron gravemente al padre José Tascón y asesinaron a fray Jacinto García Riesco. El padre Abraham Furones fue también herido de gravedad y quedó en plena calle varias horas hasta que expiró, tras una agonía larga entre insultos y mofas. Tenía cuarenta y tres años.

Jacinto García Riesco —Calvillas, Somiedo (Asturias), 28.VIII.1894—, también de la comunidad de Atocha, de cuarenta y un años, profesó como hermano cooperador en Corias (Asturias) en 1921 y marchó en 1923 a las misiones de Urubamba y Madre de Dios (Perú), acompañando al gran misionero padre Gerardo Fernández. Estuvo en Quillabamba, Maldonado, Patiacolla y, de 1927 a 1932, en el santuario de Santa Rosa en Lima. Buen religioso y excelente misionero, debilitado por una enfermedad, tuvo que regresar a España. En 1933 estuvo en Salamanca y después lo destinaron al convento de Atocha, en Madrid. Trabajó en la portería y cocina; fue muy caritativo con los pobres. En julio de 1936, en el asalto al convento, fue detenido y ultrajado y, junto con el prior padre Furones, asesinado en la calle Granada, cerca del convento. Murió perdonando.

Otros dos padres dominicos, Pedro Ibáñez Alonso y José María López Carrillo, ambos ocasionalmente en el convento del Rosario de Madrid, fueron asesinados el 27 de agosto, y el padre Manuel Álvarez Álvarez, de este convento, el 14 de septiembre.

Pedro Ibáñez Alonso —Fuentes de Nava (Palencia), 27.IV.1892—, de cuarenta y cuatro años. Profesó en Ocaña el 25 de septiembre de 1909; estudió Teología en Ávila y Rosaryville, Nueva Orleans (Estados Unidos), y concluyó sus estudios en Manila, donde se ordenó sacerdote en 1917. Fue misionero en China por cinco años, en Hing-Hoa y Kamna, y en 1922 lo enviaron a Filipinas. Trabajó en diversos ministerios por dieciocho años, en la iglesia de Santo Domingo de Manila, y enseñó en el colegio seminario de San Jacinto, de Tuguegarao (norte de Luzón), hasta 1934, en que volvió a España y continuó dedicado a la enseñanza en el colegio de Santa María de Nieva (Segovia). Fue hombre muy devoto, humilde, modelo de religioso. Se hallaba accidentalmente en Madrid cuando le sorprendió la Guerra Civil en julio de 1936. Tras el asalto al convento del Rosario, buscó refugio en varios lugares hasta que lo descubrieron en la pensión Torío, donde estaba con el padre José María López Carrillo, y donde se ocultaron también cinco agustinos y dos escolapios. Llevaban una vida ejemplar y todos fueron arrestados el 26 de agosto.

Al padre Ibáñez le oyeron confesar que era católico, apostólico, romano y dominico hasta la muerte. Con el padre López Carrillo fue encarcelado en la checa de Fomento. Al día siguiente, 27 de agosto, los fusilaron en el barrio de la China de Madrid, Vallecas.

José María López Carrillo —Alcalá la Real (Jaén), 14.II.1892 – Madrid, 27.VIII.1936—, también de cuarenta y cuatro años. Ingresó en la escuela apostólica de Ocaña (Toledo) en 1907; profesó en Santo Tomás de Ávila en 1911 y de aquí pasó al convento de Rosaryville, Nueva Orleans (Estados Unidos), donde hizo la profesión solemne. Fue luego a Manila, donde se ordenó sacerdote en 1919. Destinado a las misiones de China (Fokién), desplegó gran celo apostólico durante muchos años (1919-1935) en Hai- San y Pingtakieh. Una grave enfermedad le obligó a volver a España en 1935 y le asignaron al convento de Ocaña. Al pasar por Madrid en julio de 1936, le sorprendió el asalto al convento del Rosario; buscó algún refugio con el padre Pedro Ibáñez, pero ambos fueron apresados y asesinados en idénticas circunstancias, en el barrio de la China de Madrid, el 27 de agosto de 1936.

Manuel Álvarez Álvarez —Llanuces, Quirós (Asturias), 16.III.1871 – Madrid, 14.IX.1936—, de sesenta y cinco años. Ingresó en Ocaña, profesó en 1891 y recibió la ordenación sacerdotal en Ávila en 1899.

Destinado a Venezuela en 1903, ejerció el ministerio sacerdotal en Caracas durante siete años. Regresó a España en 1910 y estuvo en Ávila, Santa María de Nieva (Segovia) y Madrid. Trabajó durante dieciocho años en el convento del Rosario, hasta que, asaltado el 19 de julio de 1936, se refugió en una casa caritativa.

Arrestado el 13 de septiembre de 1936, quisieron sus perseguidores, sin conseguirlo, hacerle blasfemar; lo llevaron a la checa de San Bernardo y fue asesinado al día siguiente, 14 de septiembre, en la carretera de El Pardo, Madrid, junto con fray Teófilo Montes y tres religiosos marianistas.

Teófilo Montes Calvo —Gumiel del Mercado (Burgos), 2.X.1912—, de veintitrés años. Ingresó en La Mejorada (Valladolid) en 1925. Comenzó el noviciado en Santo Tomás de Ávila en 1929, pero una enfermedad le obligó a volver con su familia. Recuperado, profesó como hermano cooperador en 1933, siendo asignado a los conventos de Ávila y Madrid como portero. Tras el asalto al convento del Rosario el 19 de julio de 1936, encontró acogida en una familia.

Fue arrestado el 13 de septiembre, junto con el padre Manuel Álvarez y tres marianistas, y llevado a la checa de San Bernardo. Como ellos, fue asesinado el día 14 en la carretera de El Pardo, Madrid.

Todos estos religiosos dominicos fueron beatificados en Roma el 28 de octubre de 2007.

 

Bibl.: L. Alonso Getino, Los Mártires Dominicos de la cruzada española, Salamanca, Avelino Ortega, 1950, págs. 353 y ss.; M.ª E. González Rodríguez (ed.), Quiénes son y de dónde vienen. 498 mártires del siglo XX en España, Madrid, Conferencia Episcopal Española, Edice, 2007, págs. 256-279; Hablar hoy de martirio y de santidad, Madrid, Conferencia Episcopal Española, Edice, 2007, págs. 273-276; Confer, “28 de octubre de 2007. Beatificación de 462 Religiosos y Religiosas Mártires de España, Vosotros sois la luz del mundo”, en Folletos Con Él. Testimonio y Testigos, n.º 282 (octubre de 2007); J. A. Martínez Puche (coord.), Mártires Dominicos españoles. 1936, Madrid, Edibesa, 2007, págs. 124-130, 196-197 y 206-207; R. Cuadrado Tapia, Mártires Dominicos palentinos beatificados el 28 de octubre de 2007, Burgos, Monte Carmelo, 2007; Convento Virgen de Atocha, Frailes Dominicos mártires del convento, s. XX, Madrid, Frailes Dominicos Real Convento Virgen de Atocha, [2007].

 

María Encarnación González Rodríguez

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