Nougués Secall, Mariano. Zaragoza, 1801 o 1808 – Madrid, 24.VIII.1872. Jurista, historiador.
Inició sus estudios en las Escuelas Pías de Zaragoza y luego asistió a la Universidad de esta ciudad, graduándose en ella de licenciado y maestro en Artes (24 de octubre de 1817), tras lo cual pasó a la Facultad de Leyes y obtuvo los grados de licenciado (21 de julio de 1825) y doctor (25 de julio de 1825). Fue nombrado de la Cátedra de Prima y substituto de la de Filosofía Moral (1819) y también substituyó las de Quinto de Decretales (1820) y de Historia y Elementos de Derecho Romano (1822) y actuó como moderante de la Academia de Jurisprudencia Civil y obtuvo nombramiento real de catedrático propietario (26 de noviembre de 1846).
Se incorporó al Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza (12 de diciembre de 1821), del que tiempo después sería decano, y también al de Madrid (25 de agosto de 1825). Fue nombrado abogado fiscal del Tribunal de la Auditoria de Guerra por el conde de Ezpeleta (4 de octubre de 1834) empleo que sirvió hasta que fue separado por un acuerdo de la Junta del pronunciamiento (20 de octubre de 1840), pero tiempo después fue restituido a él (1 de marzo de 1844). Años antes se le habían concedido honores de auditor de guerra (21 de septiembre de 1841) y al cabo de seis años se le libró título de secretario real honorario (4 de diciembre de 1847), habiéndose desempeñado también como magistrado suplente de la audiencia de Zaragoza (1843-1849).
Fue una de las principales figuras intelectuales de la capital aragonesa en los decenios centrales del siglo XIX, destacándose por sus trabajos y actividades jurídicas e históricas, las que realizó a través de su participación en diversas corporaciones, tales como la Real Sociedad Académica Aragonesa de Amigos del País, en la que fue catedrático de Economía Política (1836-1839); la Academia Jurídico Práctica de Zaragoza, de la que fuera presidente (1845) y en la que, junto a su hermano Pedro, explicó los Fueros de Aragón y el Código Mercantil a partir de 1841 y en la que leyó diversos discursos, entre los que destacan uno sobre “el particular empeño con que los aragoneses cultivaron el estudio de la Jurisprudencia y los respetables varones que se distinguieron en este ramo del saber” (1846), otro sobre los “Notarios del Número y Caja” (1848) y otro sobre “la influencia del principio religioso en la Jurisprudencia” (1849).
Llegó a ser académico correspondiente de la Real Academia de la Historia por Zaragoza (20 de junio de 1846) y también fue correspondiente de la de Buenas Letras de Barcelona (8 de mayo de 1847), socio de mérito de la Sección de Literatura del Liceo Mallorquín (1 de marzo de 1848), socio de la Academia de Arqueología de Bélgica (21 de julio de 1849) y se le distinguió como comendador ordinario de la Real Distinguida Orden de Carlos III (9 de octubre de 1853). Entre sus principales obras históricas se cuentan una Descripción e historia del castillo de la Aljafería (1846) y una Historia crítica y apologética de la Virgen Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza y de su templo y tabernáculo (1862).
Como miembro numerario además de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis de Zaragoza desde 1835, fue su secretario general entre 1850 y 1855. También perteneció a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de la que primero fue miembro de honor en 1840 a propuesta de su viceprotector el duque de Gor y cuando en 1866 quedó vacante una plaza de académico de número, en la clase de no artista de la Sección de Escultura por fallecimiento del marqués de Alcañices, y como por Estatutos se había de proveer primero de entre los académicos supernumerarios residentes en Madrid, siendo el más antiguo, fue nombrado académico de número en 1867. En este mismo año había sido elegido diputado a Cortes por Zaragoza, y por ello pronunció en el mes de septiembre el discurso de apertura del curso académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, entrando a formar parte de la comisión especial redactora del Diccionario de Bellas Artes (en sustitución de Joaquín Francisco Pacheco); también se integró en la Comisión de Monumentos a partir de 1868 tras el fallecimiento de José Pagniuci Zúmel. Como escritor colaboró en la Enciclopedia Española de Derecho, y tradujo y comentó el Tratado de la Justicia de Bacon.
Obras de ~: Elogio fúnebre de Blas de Fournás, Zaragoza, Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, 1845; Descripción e historia del castillo de la Aljafería, sito extramuros de la ciudad de Zaragoza, Zaragoza, Imprenta de Antonio Gallifa, 1846; Discurso que el día 8 de noviembre de 1846 en que se hizo la apertura de la Academia Jurídico-Practica Aragonesa titulada de Ntra. Sra. del Pilar y San Ibo pronuncio su Presidente […], Zaragoza, Imprenta de Antonio Gallifa, 1846; Medios de evitar la carestía o sea Observaciones económico-legales sobre la producción de granos en la península con especialidad en Aragón y sobre la Real Orden de 14 de marzo de 1847 prohibitiva de su extracción, Zaragoza, Imprenta de Antonio Gallifa, 1848; La moral del abogado, Zaragoza, Imprenta de Antonio Gallifa, 1849; Discurso que el día 8 de diciembre de 1848 en que se hizo la apertura de la Academia Juridico-Practica Aragonesa titulada de Ntra. Sra. del Pilar y San Ibo pronuncio su Presidente […], Zaragoza, Imprenta de Antonio Gallifa, 1849; Discurso que en la apertura de la Academia jurídico-practica aragonesa pronunció el 18 de noviembre de 1849 su presidente…, Zaragoza, Imprenta de Antonio Gallifa, 1850; Memorias sobre el origen, reorganización y adelantos de la Academia de Nobles Artes de San Luis de Zaragoza, Zaragoza, Imprenta y litografía de M. Peiró, 1853; Tratado de práctica forense novísima: según la Ley de enjuiciamiento civil de 5 de octubre de 1855... y un prontuario alfabético, Madrid, El Faro Nacional, 1856-1857; Bacon de Veruliano, Ensayo de un tratado sobre la justicia ó Las fuentes del derecho, trad. y coment. por ~, Madrid, Imprenta de Alejandro Gómez Fuentenebro, 1858; Cartas críticas sobre Canarias, Tenerife, 1858; Reflexiones filosófico-teológicas sobre el santo sacrificio de la misa, Badajoz, Imprenta y Libreria de J. Orduña, 1861; Reseña histórica acerca de la Virgen de Botoa y su santuario sito a dos leguas y media de Badajoz, Badajoz, Imprenta y Libreria de Jerónimo Orduña, 1861; Historia critica y apologética de la Virgen Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza y de su templo y tabernáculo desde el siglo i hasta nuestros días, Madrid, Imprenta Gómez Fuentenebro, 1862; El faro de los fiscales militares o sea Instrucción para los mismos por artículos, equivalente á un código de procedimientos militares, Badajoz, Imprenta y Librería de Gerónimo Orduña, 1862; Tratado completo teórico y práctico de la legislación de imprenta, 1862; “Recuerdos que suscita la causa titulada Fontanellas”, en El Faro Nacional, 7 (1863), págs. 70-72; Necrología del Excmo. señor don Vicente Pío Osorio Moscoso Ponce de León, Madrid, Imprenta de Alejandro Gómez Fuentenebro, 1864; “Ventajes e Inconvenientes del Juicio Oral”, en La Notaría, lunes 29 de mayo de 1865; Discurso inaugural leído en misma sesión [pública celebrada el 22 de Setiembre de 1867 de la Real Academia de Nobles Artes de San Fernando], Madrid, Imprenta de Manuel Tello, 1867; [“Contestación”] a F. Otín y duaso, El idioma de Aragón y de Castilla es uno mismo en su origen, formación y progreso... discurso leído ante la Real Academia Española de Arqueología y Geografía del príncipe Alfonso, Madrid, Alejandro Gómez Fuentenebro, 1868; Influencia civilizadora de las artes, en especial de la pintura, discurso inaugural del año académico de 1867 a 1868, leído en Sesión Pública de 22 de septiembre de 1867, Madrid, Imprenta de Manuel Tello, 1872.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Madrid, Fondos Contemporáneos, Ministerio de Justicia, Magistrados y Jueces, 4.593, exp. 5.170.
G. Borao, La Imprenta en Zaragoza con noticias preliminares sobre la Imprenta en general, Zaragoza, Imprenta y Librería de Vicente Andrés, 1860, pág. 80; M. Gómez Uriel, Bibliotecas antigua y nueva de escritores aragoneses de Latassa, aumentadas y refundidas en forma de Diccionario Bibliográfico - Biográfico, II, Zaragoza, Imprenta de Calisto Ariño, 1885, págs. 416-417; M. Jiménez Catalán, Memorias para la historia de la Universidad Literaria de Zaragoza, Zaragoza, Tip. La Académica, 1926, págs. 405, 553; VV. AA., Gran Enciclopedia Aragonesa, IX, Zaragoza, Unión Aragonesa del Libro, 1981, págs. 2.447- 2.448; J. P. Quinto y de los Ríos, Las publicaciones de la Real Academia de Bellas Artes, establecida en Zaragoza con el título de San Luis 1792-1987, Zaragoza, Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja, 1988; J. E. García Melero, Literatura española sobre artes plásticas, II, Ediciones Encuentro, 2002, pág. 279; P. García Sepúlveda y E. Navarrete Martínez, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Departamento de Archivo, Biblioteca y Publicaciones. Relación general de académicos (1752 en adelante), Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, actualización anual [en línea], disponible en https://realacademiabellasartessanfernando.com/assets/docs/academicos/introduccion_relacion_general_de_academicos.pdf.
María Aránzazu Novales Alquézar y Esperanza Navarrete Martínez
