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José María de Irazoqui y Miranda

Biografía

Irazoqui y Miranda, José María de. Tarazona (Zaragoza), 1829 – Bolonia (Italia), 19.V.1896. Rector del Real Colegio de España en Bolonia (Italia).

Hijo de Agustín de Irazoqui y de María de los Ángeles Miranda, y sobrino de Pablo de Irazoqui, rector del Real Colegio de Bolonia entre 1827 y 1855. Estudió la carrera de Derecho en la Universidad de Zaragoza, y se licenció posteriormente por la Central. Designado colegial del Real Colegio de España o de San Clemente de los Españoles en Bolonia en 1851, se doctoró en Cánones por la Universidad de Bolonia en 1852.

Único colegial presente en el colegio en el fallecimiento de su tío el rector Pablo de Irazoqui (el 6 de enero de 1855), José María de Irazoqui hubo de hacer frente de inmediato al intento expropiador del colegio y de sus bienes dispuesto en la Real Orden de 15 de enero de 1855, en la que se designaba ilegalmente como “director” al exsenador Manuel Marliani Cassens. La ilegalidad de la citada Real Orden residía en que ponía al frente de la institución albornociana a persona ajena a ella —no podía ser rector quien no hubiera sido antes colegial— y calificar de “director” a quien siempre fuera rector. Ante tal atropello, José María se encaminó sin dilación a Roma para solicitar la protección del encargado de Negocios de España, Joaquín Francisco Pacheco. Nada hizo Pacheco, por lo que hubo de recurrir Irazoqui al cardenal Riario Sforza, del título de Santa Sabina, al que, estatutariamente, competía la protección del colegio, alegando que sólo el Papa tenía potestad sobre una institución sita en Bolonia. Pasaron dos años y, entre tanto, cambió el clima político en España. En 1856, llegó a Roma el embajador Alejandro Mon, quien secundó plenamente y dio respaldo oficial a la causa de Irazoqui.

En octubre de 1857, Irazoqui fue nombrado rector interino. No fue, sin embargo, el último intento de liquidación del colegio, pues pretendieron algunos en Roma que sus bienes y rentas se destinaran a la erección de un seminario.

En 1859 terminó el dominio temporal del Papa en Bolonia, votándose, en referendo de marzo de 1860 su anexión a Italia. El recién creado reino de Italia se propuso apropiarse del colegio y de sus bienes, llegando, incluso, a anunciar su supresión. Volvió Marliani a aparecer por Bolonia, ahora como senador italiano. El Parlamento de Turín suprimió el colegio y encomendó su administración a Marliani. En esas circunstancias, algunos —como Pedro Antonio de Alarcón en su De Madrid a Nápoles, publicado, por vez primera, en ese mismo 1861— llegaron a dar por concluida la presencia de España en Bolonia. De nuevo erraron. Se dirigió, entonces, el rector Irazoqui al ministro residente en Turín, Augusto Ulloa, quien consiguió de las autoridades italianas la remoción de la disposición confiscatoria. Gracias a la tenacidad del rector Irazoqui y a los buenos oficios del embajador Pacheco, en 1864 volvió a haber colegiales españoles en Bolonia. En 1870, Irazoqui fue nombrado rector “perpetuo” de la Institución.

Pese a tantas dificultades como las reseñadas, entre 1864 y 1889, el colegio albergó a cerca de cincuenta nuevos colegiales; para ello, resultó decisiva la Real Orden de 7 de mayo de 1877, por la cual se equiparaban los títulos de los colegiales de Bolonia a los obtenidos en las universidades españolas. Se acentuó, no obstante, el intervencionismo gubernamental sobre el Real Colegio, siendo reflejo acabado de esa situación los mal llamados “estatutos” de 1876 y su nueva redacción de 1889. Habría que esperar a que, ya en 1915, con el establecimiento de la Junta de Patronato se pusiera fin a tan irregular situación.

Tras una vida dedicada al Colegio de Bolonia, el rector Irazoqui cesó —a petición propia— en su cargo el 31 de diciembre de 1889. Residió en Bolonia hasta su fallecimiento en la primavera de 1896. Su hija, Eugenia, le sobrevivió hasta 1968. En 1895 fue nombrado primer presidente de honor de la Asociación de excolegiales de Bolonia, creada por iniciativa de otro ilustre colegial bolonio, el conde de Romanones. Reposa junto a su tío, el rector Pablo de Irazoqui en el cementerio boloñés de la Certosa.

José María de Irazoqui estaba en posesión, entre otras distinciones, de la Cruz de la Orden de Isabel la Católica.

 

Bibl.: P. A. de Alarcón, De Madrid a Nápoles: pasando por París, Ginebra, el Mont-Blanc, el Simplon, el Lago Mayor, Turín, Pavía, Milán [...] viaje de recreo, realizado durante la guerra de 1860 y sitio de Gaeta en 1861, Madrid, Imprenta y librería de Gaspar y Roig, 1861; H. Giner de los Ríos y P. Borrajo y Herrera, El Colegio de Bolonia. Centón de Noticias relativas a la Fundación Hispana de San Clemente, Madrid, 1880; A. Aglebert, Del Collegio di Spagna e dei Diritti della Cittá di Bologna, Bolonia, Soc. Tip. gia Compositori, 1881, passim; A. de Figueroa y Torres, Conde de Romanones, Notas de una vida (1868-1901), t. I, Madrid, M. Aguilar Editor, 1934, págs. 47-76 [esp. pág. 65]; J. de Arteaga y Echagüe, Duque del Infantado, El Cardenal Don Gil de Albornoz y su Colegio Mayor de los Españoles en Bolonia (conferencia pronunciada el 15 de diciembre de 1934, en la iglesia de San Esteban, de Cuenca), Madrid, C. Bermejo Impresor, 1944, pág. 22; J. de la Cierva y Peñafiel, Notas de mi vida, Madrid, Instituto Editorial Reus, 1955, págs. 15-16; A. Pérez Martín, Proles Aegidiana. 4. Los colegiales desde 1801 a 1977, Bolonia, Publicaciones del Real Colegio de España, 1978 (col. Studia Albornotiana, XXXI/4), págs. 1799-1801; J. G. García Valdecasas y Andrada Vanderwilde, El huésped del Rector, Madrid, Espasa Calpe, 1988, passim.

 

Francisco Capote Yeregui

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