García Orcoyen, Jesús. Estenoz (Navarra), 17.I.1903 – Madrid, 25.V.1988. Médico, catedrático, ginecólogo.
Estudió la carrera en la Facultad de Medicina de Madrid, siendo durante ese período alumno interno por oposición de la cátedra del que sería su maestro, el profesor Sebastián Recasens y Girol. Durante el período de licenciatura asistió también al Laboratorio de Histología, Anatomía Patológica y Biología de la Junta de Ampliación de Estudios, trabajando junto a Luis Calandre. Decidido por la Obstetricia y Ginecología, en 1924 fue designado ayudante de clases prácticas de la cátedra que regentaba Sebastián Recasens.
En 1931, alcanzó el grado de doctor con la calificación de Premio Extraordinario tras la lectura y defensa de la tesis titulada Fisiopatología endocrina del ovario: estudio experimental y clínico. Ese mismo año fue nombrado profesor auxiliar de la cátedra de Obstetricia y Ginecología. En 1936 ganó la plaza de profesor auxiliar de la Escuela Oficial de Matronas de Santa Cristina, y en 1939 fue encargado de la cátedra que había regentado Manuel Varela Radío. En 1943 obtuvo por oposición la cátedra de Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina de Madrid.
La contribución de García Orcoyen hay que contemplarla desde dos vertientes. Por una parte, su aportación científica en el campo de su especialidad viene expresada por su dedicación a diversos temas, entre ellos los problemas derivados del aborto y los relativos al cáncer genital. Con relación a esto último profundizó en la patogenia de la enfermedad y en la posible influencia que los factores endocrinos pudieran tener en su evolución. Dichos estudios tuvieron honda repercusión y fueron presentados en el Congreso Internacional de la especialidad celebrado en Ginebra en 1953. De la mano de Sebastián Recasens, uno de los pioneros en España de la radioterapia y la cirugía oncológica, desarrolló una escuela que marcó la modernidad en el tratamiento del cáncer de cuello uterino muy frecuente en esa época. Se rodeó de un nutrido grupo de colaboradores creando una magnífica escuela de la que salieron multitud de discípulos con una gran formación, destacando entre otros a su hijo Jaime García-Orcoyen, Manuel Varela Uña, Eugenio Recasens Méndez Queipo de Llano, Tormo, Luis Agüero García y Javier Aldama Magnet. En 1932 fundó junto a Pumarino Alonso la Asociación de Tocólogos del Seguro de Maternidad, más que una asociación científica, dirigida a reivindicar las condiciones profesionales de trabajo de los tocólogos. Entre 1948 y 1952 fue presidente de la Sociedad Ginecológica Española. Bajo su mandato se reformaron los estatutos dando paso a la creación de sociedades regionales, las cuales no estaban satisfechas con la marcha de la sociedad nacional por su carácter muy centralista.
Al término de su mandato, sería nombrado presidente de honor.
Su otra aportación, como sanitario, es consecuencia de su labor como director general de Sanidad, cargo que desempeñó entre 1960 y 1965. Durante su mandato, desarrolló la Ley de Hospitales, sobre la base de una política hospitalaria en la cual quedaba sustituido el concepto beneficencia por el de asistencia.
Acometió el catálogo de hospitales que no existía hasta ese momento y que resultó realmente importante según se pudo observar años después cuando se reorganizó la asistencia sanitaria. Creó los Centros Nacionales de Virología, Farmacología y Nutrición de Majadahonda y promovió la Ley de Especialidades Médicas que vería la luz después de dejar el cargo.
Además puso en marcha importantes programas de medicina preventiva en relación con la tuberculosis, tétanos, difteria, poliomielitis y otras enfermedades infecciosas, así como el código alimentario. Además de ello, destacó su acción dentro de la facultad como decano de la Facultad de Medicina de Madrid, cargo para el que fue nombrado en 1955 y en el que estuvo hasta 1960. Durante su mandato trató de modificar el plan de estudios de la carrera de Medicina, aunque, a pesar de su esfuerzo, no consiguió un acuerdo del claustro de la Facultad. Su idea fundamental no era otra que estructurar la enseñanza, de forma que tal cambio permitiera dotar al sistema educativo de una forma de enseñar tanto teórica como práctica, contemplando incluso períodos de residencia de los estudiantes, que pudiera dar lugar a que éstos salieran de la facultad con el título de médico general. Este sistema que proponía era muy similar al modelo británico que tanto éxito había tenido.
Entre sus múltiples publicaciones sobresalen el Tratado de Obstetricia escrito conjuntamente con Eugenio Recasens Queipo de Llano y Eduardo Fernández Villoria y que llegó a alcanzar hasta nueve ediciones publicándose entre los años 1961 y1969. Otros de sus libros fueron Tumores ginecológicos: su diagnóstico, Obstetricia y Ginecología elementales y Aborto: parto prematuro. Además publicó en revistas nacionales e internacionales multitud de artículos sobre temas muy variados de la Obstetricia y Ginecología destacando entre otros, los referidos a los de carácter oncológico, parcela de la que se ocupó especialmente, sobre los métodos biológicos del diagnóstico de la gestación, sobre el aborto terapéutico, tuberculosis genital femenina, aplicaciones del radiodiagnóstico en Ginecología, sobre los aspectos legales en el aborto, y sobre los resultados de la inducción de la ovulación mediante la cirugía funcional ovárica. Publicó además un conjunto de artículos sobre la sanidad en España durante los años en los que tuvo una responsabilidad directa, así como los problemas de la enseñanza y del ejercicio de la Medicina.
Fue miembro del Comité Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud y presidente del Patronato Ramón y Cajal. Recibió innumerables distinciones y honores, entre los que cabe destacar miembro honorario de la Sociedad Española de Citología y miembro de honor de la Academia Quirúrgica de Guipúzcoa, miembro de honor de las Sociedades de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires, Perú, Uruguay, Venezuela, Cuba, República Dominicana y Rosario de Santa Fe. Recibió diversas condecoraciones, y entre ellas la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad, la de Alfonso X el Sabio, la del Mérito Civil y la del Mérito Aeronáutico. Era, asimismo, oficial de la Legión de Honor y comendador de la Orden de Sanidad de Francia. En 1974 ingresó como académico de número en la Real Academia Nacional de Medicina con el discurso El factor riesgo en la descendencia humana, ocupando el Sillón n.º 12, previamente en posesión de Francisco Luque y Beltrán.
Obras de ~: “Forma y función en el cáncer: con especial referencia a la génesis del cáncer de cuello uterino”, en Actualidad Médica (Granada) (1957), págs. 1-8; “Carcinoma grado 0”, en Ponencia en Jornadas Médicas Latinas, Madrid, 1957, págs. 119-122; con E. Recasens y E. Fernández Villoria, Tratado de Obstetricia, Barcelona, Salvat, 1961; Ley de coordinación hospitalaria, Madrid, Cortes Españolas, Gráficas González, 1962; con M. Ramírez y E. Fernández Villoria, “Resultados del tratamiento del carcinoma de endometrio”, en Tokoginecología Práctica, 22 (1963), págs. 139-144; con E. Recasens y E. Fernández Villoria, Obstetricia y Ginecología elementales, Madrid, Atika, 1967; “Aborto: parto prematuro”, en P. Nubiola y E. Z árate (eds.), Tratado de Obstetricia, Barcelona, Labor, 1970, págs. 422-507; Tumores ginecológicos: su diagnóstico, Madrid, Liade, 1971; “Examen crítico de las indicaciones del llamado aborto terapéutico”, en Anales de la Real Academia Nacional de Medicina (ARANM), 90 (1973), págs. 263-273; “Transformación de las estructuras del ejercicio de la medicina”, en ARANM, 93 (1977), págs. 55-59.
Bibl.: P. Laín Entralgo, Discurso de contestación al ingreso del Excmo. Sr. D. Jesús García Orcoyen, Madrid, Real Academia Nacional de Medicina, 12 de noviembre de 1974; G. González Navarro, “Dr. D. Jesús García Orcoyen”, en Presidentes de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia: 1874-1999, Madrid, SEGO, 1999, págs. 55-57; M. Díaz-Rubio, 100 médicos españoles del siglo xx, Madrid, You & Us, S.A., 2000.
Manuel Díaz-Rubio García
