Portillo y Díez de Sollano, Álvaro del. Madrid, 11.III.1914 – Roma (Italia), 23.III.1994. Obispo, ingeniero de Caminos, prelado del Opus Dei.
Nacido en el seno de una familia de la clase media, era el tercero de ocho hermanos. En 1935 conoció a san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, institución a la que se incorporó el 7 de julio de ese año. Durante la Guerra Civil, estuvo preso en la Cárcel de San Antón, y, al ser liberado, se refugió en el consulado de Honduras, donde se hallaban acogidos don Josemaría y otros miembros de la Obra. El 2 de julio de 1938 decidió enrolarse en el ejército republicano, con la intención de pasar al campo nacional, lo que consiguió el 12 de octubre, para dirigirse a Burgos, donde, de momento, había fijado su residencia el fundador del Opus Dei, que logró huir anteriormente. Realizados los correspondientes cursillos de alférez provisional, sirvió en varios destinos. Al acabar la guerra, hizo los cursos intensivos en la Escuela de Ingenieros de Caminos y logró un puesto en la Dirección del Ministerio de Obras Públicas.
Muy pronto se convirtió en la ayuda más firme del fundador de la Obra, que advirtió sus extraordinarias dotes intelectuales, capacidad de trabajo y entrega vocacional. Siendo laico aún, le encargó realizar gestiones en Roma para el reconocimiento del estatuto jurídico del Opus Dei. El 4 de junio de 1943, recibido en audiencia privada por Pío XII, le expuso la naturaleza de la Obra y de sus apostolados. Unos meses más tarde, la Santa Sede concedió el nihil obstat para la erección de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, con lo que algunos miembros del Opus Dei, que reunían las condiciones requeridas por la Iglesia y lo deseaban, podían recibir la ordenación sacerdotal.
Después de una intensiva preparación, fue ordenado presbítero por monseñor Eijo y Garay, obispo de Madrid, el 25 de junio de 1944. Para reforzar su formación humanística, cursó también la licenciatura en Filosofía y Letras y obtuvo el doctorado en la misma Facultad (Sección de Historia). La tesis, que versaba sobre los viajes de descubrimiento de California, se publicó en Sevilla y fue reeditada en 1982; es libro de obligada consulta sobre el tema.
Finalizada la Segunda Guerra Mundial, fijó, en 1946, su residencia en Roma, junto al fundador, que solicitaba de la Santa Sede el estatuto jurídico más adecuado al Opus Dei, tarea en la que colaboró Álvaro del Portillo. De momento, se obtuvo la aprobación como Instituto secular de carácter pontificio (24 de febrero de 1947), única forma posible dentro del Código de Derecho Canónico vigente. Álvaro del Portillo, nombrado procurador general de la Obra y consiliario de ella en Italia, se entregó a su absorbente cargo; además obtuvo, en el Ateneo Pontificio Angélico, la licenciatura y el doctorado en Derecho Canónico.
Mereció el aprecio de los sucesivos Papas. Durante el pontificado de Pío XII colaboró en varios dicasterios pontificios y seguiría haciéndolo por encomienda de sus sucesores; pero sobre todo intervendría de forma destacada en el Concilio Vaticano II. El beato Juan XXIII le nombró consultor de la Congregación del Concilio (1959-1966) y fue presidente de la comisión antepreparatoria para el laicado y luego secretario de la comisión sobre la disciplina del clero y consultor de otras comisiones. Pablo VI, que le conocía de años atrás, le encomendó diversas tareas en la Santa Sede: en la Comisión Pontificia para la Revisión del Código de Derecho Canónico (1963); en la Comisión Postconciliar sobre los obispos (1966), etc. Juan Pablo II, que había comprobado, siendo cardenal, su prestigio y dedicación durante los trabajos conciliares, al igual que sus antecesores, le confió encargos semejantes. Esta intensa labor hubo de hacerla compatible con las exigencias de su cargo de secretario general del Opus Dei, en una etapa todavía fundacional.
Al fallecer san Josemaría Escrivá de Balaguer, fue elegido, el 15 de septiembre de 1975, para sucederle al frente del Opus Dei. Sus diecinueve años de gobierno se caracterizaron por la continuidad y fidelidad al espíritu del fundador. Con el beneplácito de Pablo VI, continuó las tareas para la configuración jurídica definitiva de la Obra, tal como había previsto el fundador, lo que era ya posible por las disposiciones aprobadas en el Concilio Vaticano II, que culminaron durante el pontificado de Juan Pablo II, al erigir el 28 de noviembre de 1982 al Opus Dei en prelatura personal, de la cual nombró prelado a Álvaro del Portillo. Más tarde, le designó obispo y le confirió la ordenación episcopal el 6 de enero de 1991. En 1985 fundó en Roma el Centro Académico Romano de la Santa Cruz, germen de la actual Universidad Pontificia de la Santa Cruz.
En su gobierno de la Obra, Álvaro del Portillo dio un gran empuje a la labor apostólica evangelizadora en todo el mundo, con cristianos y no cristianos y prestó especial atención a los problemas sociales y de la mujer. Sus libros doctrinales y pastorales, traducidos a numerosos idiomas, han supuesto una notable aportación a la misión del laicado y de los sacerdotes en el mundo actual.
Falleció el 23 de marzo de 1994. Juan Pablo II acudió ese mismo día a la sede prelaticia del Opus Dei a orar ante sus restos mortales. Su causa de canonización se inició el 5 de marzo de 2004.
Obras de ~: Descubrimientos y exploraciones en las costas de California 1532-1650, Madrid, Rialp, 1947 (2.ª ed. 1982); Escritos sobre el sacerdocio, Madrid, Palabra, 1991 (9.ª ed.); Fieles y laicos en la Iglesia. Bases de sus estatutos jurídicos, Pamplona, Eunsa, 1991 (3.ª ed.); Una vida para Dios: reflexiones en torno a la figura de Monseñor Josemaría Escrivá de Balaguer, Madrid, Rialp, 1992 (2.ª ed.); Entrevista sobre el fundador del Opus Dei, Madrid, Rialp, 2001 (9.ª ed.).
Bibl.: V. Vázquez de Prada, “Don Álvaro del Portillo, historiador”, en Anuario de Historia de la Iglesia. Instituto de Historia de la Iglesia (Universidad de Navarra), IV (1995), págs. 27-35; J. Echevarría, P. Rodríguez y A. Llano, Homenaje a Monseñor Álvaro del Portillo, Barañáin, Eunsa, 1995; S. Bernal, Recuerdos de Álvaro del Portillo, prelado del Opus Dei, Madrid, Rialp, 1996.
Valentín Vázquez de Prada
