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Pedro Martínez González

Biografía

Martínez González, Pedro. Pedrés. Hoya Vacas (Albacete), 11.II.1932 – Madrid, 6.II.2021. Torero.

Vistió por primera vez el traje de luces el 2 de julio de 1950 en Albacete, y debutó con picadores, en esa misma plaza, el 16 de septiembre de ese mismo año.

Debutó con mucho éxito —cortó tres orejas— en Madrid el 8 de junio de 1952, mano a mano con su paisano Juan Montero. Ese festejo despertó una gran expectación en Albacete, lo que motivó que hasta la plaza de Las Ventas se trasladaran tres mil aficionados.

En las taquillas del coso se colgó el cartel de “No hay billetes”. Repitió actuación en Madrid el 15 de junio, alternando con Juan Montero y Emilio Ortuño Jumillano, que obtuvo tres orejas. El resultado de esta novillada llevó a la Asociación de la Prensa a organizar su tradicional festejo benéfico como una novillada, y no como una corrida, como era costumbre, anunciando mano a mano a Jumillano y a Pedrés, el 3 de julio. Ese día, Pedrés logró tres orejas y Jumillano, dos. Los novillos fueron de Manuel Sánchez Cobaleda.

Tomó la alternativa el 12 de octubre de 1952 en Valencia. Litri, que ese día se retiraba de los ruedos, le cedió el toro Gitanillo, en un festejo que torearon mano a mano. Confirmó el doctorado en Madrid el 12 de mayo de 1953, con Juan Posada y Jumillano como padrino y testigo, respectivamente, de la ceremonia.

El toro de la cesión de trastos se llamó Testarudo y pertenecía a la ganadería de Antonio Urquijo.

Toreó mucho en los años siguientes, realizando un toreo alejado, al principio, de los cánones más clásicos.

Según Abella, “buscó, como algunos toreros de esta época, la fama por la vía inicial de un cierto tremendismo, y concluyó su trayectoria en la década siguiente bajo los perfiles de un excelente matador de toros, de poderosa muleta”. Juicio similar al emitido por Néstor Luján: “Luego le entró el toreo en la cabeza y empezó a lidiar con un macizo sentido de la lidia [...]. Sigue siendo el torero suficiente y poderoso, austero y reseco, que domina a las reses y convence a los públicos sin entusiasmarles”.

Triunfó en Madrid en 1955, el mismo año que sufrió una gravísima cornada en un pulmón, el 17 de agosto en San Sebastián, percance que le motivó a adelantar su retirada de los ruedos. Reapareció en 1959 y se alejó de los toros de nuevo al finalizar la temporada de 1961. Regresó en 1963 como cabeza de cartel de muchas de las corridas en que actuaba Manuel Benítez El Cordobés. En ese momento, el toreo de Pedrés ya había evolucionado de la heterodoxia inicial al clasicismo que definió la última etapa de su trayectoria, los dos años en que sumó más contratos.

Toreó mucho también en 1964 y se apartó definitivamente de los ruedos, alternando con Paco Camino y El Cordobés, el 1 de octubre de 1965 en Hellín (Albacete).

Apartado de los ruedos, se dedicó a su ganadería y, en ocasiones, ejerció de empresario taurino.

A la historia de las suertes del toreo, Pedrés aportó la pedresina.

 

Bibl.: J. Aparicio Albiñana, ¿Vuelve Pedrés a los toros?, pról. de K-Hito, epíl. de P. Martínez “Pedres”, Albacete, La Voz de Albacete, 1951; Emecé, “En su retirada del toreo, Litri da la alternativa a Pedres”, en revista El Ruedo (Madrid, Prensa del Movimiento), n.º 434 (16 de octubre de 1952); Don Gil [seud. de A. Bellveser], Albacete, Montero y Pedrés, Valencia, Información taurina, 1952; J. S. Serna, Toreo y azar de Pedrés, Albacete, 1952; J. M. Magnan, Un “cancre” de la tauromachie: Pedrés..., París, 1958; J. M. Cossío, Los toros. Tratado técnico e histórico, Madrid, Espasa Calpe, 1961, vol. IV, págs. 566- 567, y 1981, vol. V, págs. 67-68; F. Claramunt, Historia ilustrada de la Tauromaquia, Madrid, Espasa Calpe, 1989; C. Abella, Historia del toreo, vol. II, Madrid, Alianza Editorial, 1992; N. Luján, Historia del toreo, Barcelona, Destino, 1993 (3.ª ed.).

 

José Luis Ramón Carrión