Eleizalde Brenosa, Luis de. Koldo Eleizalde, Azkain, Iturrain, Aitzerreka. Vergara (Guipúzcoa), 9.VI.1878 – Bilbao (Vizcaya), 24.VII.1923. Ideólogo del nacionalismo vasco, sucesor de Sabino Arana, catedrático, periodista, pedagogo y filólogo.
Hijo de Luis María de Eleizalde, catedrático de Filosofía, y de María Belén Breñosa, cursó los primeros estudios y la segunda enseñanza (1887-1891), primero en los Dominicos de su villa natal, continuados en los Jesuitas de Zaragoza, concluyendo el bachillerato en el instituto de esta ciudad, entre 1891 y 1894. Hizo sus estudios universitarios, primero, en la Facultad de Ciencias de Zaragoza (1895-1898) y, luego, en la de Madrid, hasta licenciarse en Ciencias Físico-Matemáticas en 1899. También estudió en la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid entre 1902 y 1905. Como escritor, en esta primera época dominan los intereses científicos (Matemáticas, Astronomía…) sobre los demás.
Nacionalista desde que conoció las ideas de Sabino de Arana Goiri, como otros muchos había pasado por unos primeros años carlistas. Desde el radicalismo de su opción nacionalista, en 1903 (muerte de Sabino Arana), Eleizalde evolucionó progresivamente hacia actitudes más moderadas, con el prestigio que le otorgaba haber militado en las filas de la ortodoxia sabiniana. La “evolución españolista” de Sabino Arana supuso el inicio de la división del campo nacionalista en dos grupos: por un lado, aquellos que aceptaban dicha evolución pretendiendo un nacionalismo ideológico no político y moderado, en el que se encuadró Eleizalde; y, por otro, quienes defendían la vuelta al puro sabinismo independentista. A partir de la muerte de Arana se produjeron enfrentamientos constantes entre los dos grupos por el control del partido, hasta que en 1915 pasó a manos de la facción moderada del mismo. En 1916 se decidió la sustitución del nombre de Partido Nacionalista Vasco por el de Comunión Nacionalista Vasca, en la que se incorporó Eleizalde. La facción intransigente siguió insistiendo en el separatismo, hasta que en 1921 provocó la escisión aberriana separatista. Los doctrinarios intransigentes retomaron el nombre de Partido Nacionalista Vasco, mientras que los elementos moderados continuaron con el de Comunión Nacionalista Vasca. Esta situación duró hasta 1930, en que se fundió de nuevo bajo el nombre de Partido Nacionalista Vasco.
En 1905 Eleizalde ganó la cátedra de Matemáticas del Instituto General y Técnico de Vitoria, donde fue el referente político nacionalista hasta que en 1919 se trasladó a Bilbao, al ser nombrado inspector de educación. En 1906 se casó con Leona de Urrutia, teniendo ocho hijos. En 1907 fue elegido primer presidente del Centro Vasco de Vitoria. Fue director de la revista bilbaína Euzkadi. Ciencias, Bellas Artes, Letras, fundada por Sabino Arana, y colaboraba con la Revista Internacional de Estudios Vascos (RIEV).
En la segunda década del siglo, Eleizalde actuó defendiendo un nacionalismo posibilista y ortodoxo al mismo tiempo, en la línea de lo que defendió la Comunión Nacionalista Vasca desde 1916. En los últimos años de vida, defendió un nacionalismo no separatista ni dogmático que pudiese ser eficaz en el marco político español. La función del nacionalismo debía ser preparar la sociedad vasca, en el plano cultural, para conseguir una personalidad política propia.
En sus años de estancia vitoriana se presentó en varias ocasiones a las elecciones, sin conseguir ser concejal ni diputado en las Cortes madrileñas. Trasladado a Vizcaya (1919), continuó enfrentándose al nacionalismo vasco separatista.
Como escritor, también fue en la década de 1910 cuando su actividad fue mayor y aparecieron sus publicaciones más importantes, tanto en sus campañas periodísticas como en los estudios lingüísticos o en la creación literaria: “Raza, Lengua y Nación vascas” (1911); Landibar (1918); “Metodología para la restauración del eusquera” (1919); “El problema de la enseñanza en el País Vasco” (1919); artículos en Hermes, Euzkadi (revista y periódico), La Baskonia, RIEV, Bizkaitarra, etc. En 1918 tomó parte importante en el Primer Congreso de Estudios Vascos, celebrado en Oñate (también asistió a los dos siguientes), participando muy activamente tanto en la fundación de la Sociedad de Estudios Vascos como en la posterior de la Real Academia de la Lengua Vasca (1918), donde fue académico fundador, comenzando rápidamente su trabajo en pro de la unificación del euskera.
Profesionalmente, Eleizalde siguió ejerciendo su cátedra de Matemáticas en el instituto de Vitoria hasta que, en colaboración con la Junta de Instrucción Pública, creada por la Diputación de Vizcaya, pasó a formar parte importante de ésta como impulsor de las escuelas de barriada, de las que fue nombrado inspector en mayo de 1919. A partir del 9 de enero de 1920 quedó cesado por excedencia voluntaria en la cátedra vitoriana. Colaboró en la creación de textos vascos para las escuelas. De salud endeble, en junio de 1920 conoció su enfermedad (tuberculosis). Ya desahuciado por los médicos y mostrando, una vez más, su arraigada fe católica, acudió a Lourdes en 1922.
Políticamente, los artículos que regularmente publicó en el diario Euzkadi encierran su interpretación de la evolución política del nacionalismo vasco en la segunda década del siglo XX. Participó activamente en todas las polémicas de partido, escribiendo sus artículos bajo diferentes seudónimos. La raza y la lengua son elementos que se anteponen al independentismo. Eleizalde evolucionó desde el radicalismo de su juventud hasta la defensa de un nacionalismo autonomista, preocupado más por conseguir la recuperación del euskera y de la cultura vasca. Defendía una nación vasca constituida en un solo Estado cuya unidad nace de la antropología, etnografía, lingüística, el derecho natural y la historia. Para él, era preciso superar los fuerismos de cada territorio vasco.
Resumiendo, Eleizalde fue un referente ideológico y prestigioso dirigente político. Su contribución como intelectual orgánico al servicio del nacionalismo fue notable, tanto en su labor periodística como literaria y pedagógica, pero su memoria histórica permanece sobre todo ligada a la fijación, unificación y dignificación del euskera, para lo cual impulsó importantes y prestigiosas instituciones, como la Sociedad de Estudios Vascos y la Academia de la Lengua Vasca.
Obras de ~: Raza, lengua y nación vascas, Bilbao, Imprenta de Eléxpuru Hermanos, 1911; Morfología de la conjugación vasca sintética, Bilbao, Eléxpuru Hnos, 1913; Países y razas: las aspiraciones nacionalistas en diversos pueblos, Bilbao, Impr. Viuda de Grijelmo, 1914 (2ª ed., E. Anchústegui Igartua (ed.), Bilbao, Universidad del País Vasco, 1999); Cuatro conferencias, Bilbao, Editorial Basca Eusko-Argitaldaria, 1918; Landibar: cuadros novelescos del País Vasco, Vitoria, Fuertes y Marquínez, 1918; La lucha por el idioma propio: conferencias, Bilbao, Bilbaína, 1919; “Metodología para la restauración del euskera” y “El problema de la enseñanza en el País Vasco”, en I Congreso de Estudios Vascos, Bilbao, Bilbaína, 1919, págs. 431-460 y 871-897, respect.; “Las Nacionalidades”, en Hermes, 45-50 (1919), págs. 277-368; “Listas alfabéticas de voces toponomásticas vascas”, en RIEV, 13, 2 (1922), págs. 113-128 [seguido de numerosos números hasta RIEV, 27, 1 (1936), págs. 167-176].
Bibl.: A. Campión, “Bibliografía: Raza, lengua y nación vascas por D. Luis de Eleizalde”, en RIEV, 6, 2 (1912), págs. 247-264; J. de Urquijo e Ibarra, “Luis de Eleizalde”, en RIEV, 14, 4 (1923), págs. 695-697; J. Gárate Arriola, “Don Luis de Eleizalde”, en RIEV, 31, 3 (1986), págs. 711-718; J. J. Granja Pascual, Koldo Eleizalde (1878-1923), Bilbao, Eusko Jaurlaritzaren Argitalpen Zerbitzu Nagusia, 1993; E. Anchústegui Igartua, Luis de Eleizalde, un vasco polifacético, Bilbao, Fundación Sabino Arana Kultur Elkargoa, 1998; I. Ariznabarreta Aurtenetxe, P. Orcasitas García, G. Arrien Verrojaechevarria, J. J. Granja Pascual y E. Amézaga Urlezaga, Luis de Eleizalde: El hombre, el vascólogo, San Sebastián, Eusko Ikaskuntza, 1999; S. de Pablo Contreras y J. L. de la Granja Sainz, “Nueva documentación sobre el primer nacionalismo vasco: correspondencia inédita de Sabino Arana con Luis de Eleizalde (1900-1902)”, en Sancho el sabio, 31 (2009), págs. 255-284.
Antonio Astorgano Abajo
