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José Castel Miralbés

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Biografía

Castel Miralbés, José. Binaced (Huesca), 1780 – Lérida, 21.IX.1854. Eclesiástico y doctor en Teología.

José Castel nació en Binaced (Huesca) en 1780, cursó la instrucción elemental en Monzón y la Gramática Latina en el Seminario Conciliar de Lérida, en el cual ingresó posteriormente como colegial. Acabó su formación eclesiástica en la Universidad de Cervera, donde recibió los grados de bachiller y doctor en Sagrada Teología. Ingresó en la plantilla de profesores del Seminario Conciliar de Lérida en la cátedra de Filosofía durante tres años y en la de Teología durante siete, hasta que, en virtud de oposición, le fue adjudicada la plaza de rector del curato de Almatret (Lérida).

En este pueblo, Castel predicó la palabra de Dios y enseñó a sus fieles los recursos técnicos para mejorar su producción agrícola. En 1821 ganó una plaza de canónigo en la Colegiata de San Isidro de la Corte (Madrid), cargo que ocupó hasta 1823 en que fue disuelto aquel capítulo. Durante el Trienio Liberal (1820-1823), ya manifestó simpatía por el liberalismo, por lo que sufrió algunas represalias con el retorno del absolutismo. Volvió por un tiempo a Almatret para ejercer de párroco, pero pronto fue confinado en el monasterio de Guissona (Lérida), donde permaneció hasta que la restauración del sistema constitucional lo devolvió a su cargo parroquial. El mismo Castel agradecía, años más tarde, en el Parlamento, el indulto de María Cristina en 1834, pues “me ha sacado del presidio en que de lo contrario todavía gemiría, después de haber estado 11 meses en un calabozo” (Diario de Sesiones del Congreso, 21.V.1836, pág. 504).

Recuperada la libertad, el 17 de junio de 1834 leyó un Discurso pronunciado en la Santa Iglesia Catedral de Lérida para solemnizar la publicación del Estatuto Real y convocatoria de Cortes, en el cual llamaba a los leridanos a la moderación y la concordia. En ese discurso, Castel rechazaba el gobierno exaltado del Trienio Liberal, aunque reclamaba un código que consiguiera unir el máximo de españoles para defender unas Cortes que debían reunir la sabiduría y la virtud.

Castel fue elegido en febrero de 1836 para el Estamento de Procuradores que determinaba el Estatuto Real, pero el cambio de gobierno del progresista Mendizábal por el moderado Istúriz provocó la clausura de las citadas Cortes a finales de mayo de 1836. José Castel se mostró activo y participativo en las sesiones del Parlamento desde un punto de vista liberal-progresista, aunque se opuso a la desamortización que proponía Mendizábal.

El 13 de julio de 1836, Castel fue elegido de nuevo diputado a Cortes por Lérida, pero cuando éstas iban a reunirse estallaron algunos levantamientos populares en varias ciudades, culminando en el pronunciamiento de los sargentos de la guardia de la reina, en el Real Sitio de La Granja el 12 de agosto, que propiciaron el restablecimiento de la Constitución de 1812. Tras estos movimientos, José Castel fue elegido diputado para las Cortes posteriores por Gerona el 22 de septiembre de 1837, pero no consta que tomara posesión del cargo.

De regreso en Lérida, tuvo una participación activa en los acontecimientos de junio de 1836, ya que formó parte de la Junta de Armamento y Defensa que se creó en la capital por la guerra entre carlistas y liberales, y fue vocal de la Diputación Provincial. Sus conocimientos fueron reconocidos por sus contemporáneos, incluso por sus adversarios políticos. Castel, de 1837 a 1839, fue vocal de la Comisión Científica y Artística de Lérida, y más adelante fue nombrado presidente de la Sociedad Económica de Amigos del País, cargo que desarrolló en dos fases, entre 1840-1845 y 1848-1854.

Desde este cargo, y con la ayuda del médico Jaime Nadal, expusieron a la Junta de Gobierno de Lérida posterior al pronunciamiento progresista de septiembre de 1840, la necesidad de crear un Instituto de Segunda Enseñanza si se habilitaba el convento de los Dominicos de Lérida (el Roser). El ayuntamiento apoyó la idea y la expuso a la Regencia del general Baldomero Espartero, quien accedió a crear un centro de secundaria en Lérida en septiembre de 1841. José Castel y Jaime Nadal formaron parte de la Junta Directiva que se creó para gestionar el proyecto en los años 1841 y 1842.

El 1 de noviembre de 1842 se inauguraba el instituto y el primer curso académico (1842-1843), con el doctor Castel como primer director del centro. Antes, el 17 de abril de 1842, el ministerio de la Gobernación le había nombrado catedrático interino de Ideología Moral y Religión. El presbítero, que vivía en la sede del mismo instituto, en la calle Caballeros de Lérida, compaginó la función docente y directiva hasta el día de su muerte, que se produjo el 21 de septiembre de 1854. Durante estos años perteneció a la Junta Inspectora del Instituto y entre 1849 y 1851 fue director de la Escuela de Magisterio de Lérida, cargo desde el cual impulsó la creación de una escuela de párvulos.

Preocupado por el futuro de la educación nacional, escribió una Exposición de las principales mejoras que conviene introducir en la 1ª y 2ª enseñanza dirigida al Exmo. Sr. Ministro de Gracia y Justicia, publicada en Lérida en 1853. En este texto, Castel recomendaba que se impartiesen en las escuelas de primaria algunas lecciones de urbanidad. Consideraba la instrucción primaria tan necesaria a la mujer como al hombre, además de que la secundaria era un instrumento poderoso de civilización. Castel valoraba positivamente la capacidad que tuvieron los primeros gobiernos liberales de aunar la esfera filosófica de la enseñanza secundaria con el carácter práctico.

El prestigio y sabiduría de Castel propiciaron que fuera propuesto para numerosas comisiones locales. Así, durante los años 1841 y 1842, fue nombrado presidente de la Junta de Canalización del río Segre, y en 1851, en plena década moderada, fue presidente de la comisión creada para dictaminar cómo llevar a cabo la construcción del Canal de Urgel. El reconocimiento a sus aptitudes superó los límites provinciales, ya que ingresó en la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona y fue nombrado socio correspondiente en la Real Academia de la Historia en 1848 por su contribución a la redacción de la España Sagrada.

Desde su destacada posición en la Sociedad Económica de Amigos del País de Lérida, contribuyó al fomento de la agricultura en la provincia. En 1846 elaboraba, junto al médico e inseparable colaborador docente Jaime Nadal, un artículo, inserto en el número 108 (1846) del Boletín Oficial de la Provincia de Lérida (BOP), sobre el “Modo más eficaz de conseguir la desaparición de la oruga”; en 1846 ofrecía estacas de morera, álamos y olmos a módicos precios (BOP, nº 137, 1846); en 1847 ofrecía simiente de olmo gratuitamente a los labradores y hacía algunas indicaciones para su plantación (BOP, nº 50, 1847); y en 1850 se encargaba de distribuir entre los campesinos leridanos una fanega de simiente de nabos, que le había enviado el diputado progresista Pascual Madoz desde Madrid, además de concretar los detalles para su cultivo (BOP, nº 91, 1850).

Sus ocupaciones culturales, docentes y científicas no le apartaron de sus obligaciones eclesiásticas. Castel era conocido como “padre de los pobres” por su misericordia hacia los más necesitados. En el terreno religioso fue nombrado vocal de la Comisión de Administración de la Pía Almoina de la catedral (1853-1854); secretario de la Junta de Beneficencia de Lérida (1844-1848); secretario de la Junta Diocesana de Diezmos de Lérida y subdelegado castrense de la Diócesis de Lérida.

Su filantropía le llevó, en 1854, a colaborar activamente en la lucha para erradicar el cólera que asediaba Cataluña y causaba numerosas muertes. Comisionado por la ciudad en Barcelona para conseguir recursos, se contagió y murió el 21 de septiembre de 1854 en el mismo edificio del instituto.

En un comunicado de la Diputación del 20 de octubre de 1854, inserto en el Boletín Oficial de la Provincia, se informaba a la población de su fallecimiento “cuando estaba prestando a los coléricos los auxilios de su sagrado ministerio: párroco celoso, literato insigne y modelo de virtudes murió en la miseria porque daba a los pobres todas sus rentas”. También alentaba a la población para que contribuyesen económicamente para construir en el cementerio un sencillo panteón.

 

Obras de ~: Discurso pronunciado en la Santa Iglesia Catedral de Lérida el día 17 de Junio de 1834 para solemnizar la publicación del Estatuto Real y convocatoria de Cortes, Lleida, Ignacio Buxó, 1834; con J. Nadal: “Modo más eficaz de conseguir la desaparición de la oruga”, en Boletín Oficial de la Provincia de Lérida (BOP), 108 (1846), págs. 2-3; Exposición de las principales mejoras que conviene introducir en la 1ª y 2ª enseñanza dirigida al Exmo. Sr. Ministro de Gracia y Justicia, Lleida, José Sol, 1853.

 

Bibl.: J. O. Combelles Navarra, Memoria sobre el estado del Instituto de segunda Enseñanza de la Provincia de Lérida durante el año escolar de 1886 á 1887, Lleida, Impremta José Pla Pagès, 1887, págs. 22-27; Q. Casals, Polítics de Lleida: el poder local i les seves mutacions a través del temps (1716-1868), Lleida, Universitat de Lleida, 2002, págs. 246-249.

 

Quintí Casals Bergés

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