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Antonio de la Cueva y Portocarrero

Biografía

Cueva y Portocarrero, Antonio de la. Marqués de La Adrada (I). La Adrada (Ávila), c. 1524 – Ocaña (Toledo), 7.II.1574. Noble, corregidor de Logroño y mayordomo mayor de Ana de Austria.

Perteneciente a una rama cadete de la casa ducal de Alburquerque, enfocada al servicio a la Corona en cargos de gobierno y milicia, Antonio de la Cueva fue el primogénito varón de Francisco de la Cueva y Juana Portocarrero, señores de La Adrada, desposados en 1523. Por parte de padre descendía de Beltrán de la Cueva, privado de Enrique IV, mientras que por el lado materno era nieto de los señores de Moguer. Fueron sus hermanos Diego de la Cueva e Isabel Benedicta de la Cueva. Nada se puede afirmar sobre sus primeros años, que debieron de transcurrir en La Adrada.

En 1538 había sucedido ya a su padre como señor de La Adrada, pues así consta en la merced que el 5 de mayo de 1538 se le hizo de los mineros de la villa, aunque hasta la mayoría de edad quedó bajo la tutoría de su madre Juana Portocarrero.

En 1554 Carlos V le nombró corregidor de Logroño, Calahorra, La Guardia y Alfaro, asumiendo también como capitán general el mando de las tropas acuarteladas en la jurisdicción. Permaneció en el cargo hasta al menos 1560. El nombramiento se enmarcaba en el contexto de la guerra entre Carlos V y Enrique II de Francia, siendo el principal cometido del corregidor apoyar, en caso de necesidad, las acciones del virrey de Navarra, que a la sazón lo era el III duque de Alburquerque, tío segundo de Antonio de la Cueva.

Estos primeros cargos de gobierno y milicia fueron la antesala de su entrada al servicio directo a los reyes en el marco de las casas reales. Así, en 1561 aparece ya como uno de los mayordomos de Isabel de Valois. A la muerte de la reina y tras la reorganización de su servidumbre se convirtió en el mayordomo mayor de las infantas Isabel Clara Eugenia y Catalina Micaela. Poco antes, el 6 de abril de 1565, recibió un hábito de Santiago, pasando las probanzas en 1566. Si la entrada de Antonio de la Cueva al servicio de la reina pudo verse favorecida por el desempeño de su pariente la condesa de Urueña, María de la Cueva (1566†), como camarera mayor, su promoción a la mayordomía mayor de las infantas gozó, en todo caso, del apoyo del poderoso cardenal Diego de Espinosa. El cardenal Espinosa, desde su posición preeminente como presidente del Consejo de Castilla e inquisidor general, dispensó su protección y confianza a Antonio de la Cueva, al punto de que el cardenal, llegada su muerte, confió sus papeles personales a Antonio de la Cueva junto al secretario Mateo Vázquez de Leca. En este sentido y según informaba el embajador francés en Madrid, el cardenal Espinosa alentó el nombramiento que Felipe II hizo de Antonio de la Cueva como mayordomo mayor de la joven reina Ana de Austria. El deseo de retirarse a sus estados de quien fuera mayordomo mayor de Isabel de Valois, Juan Manrique de Lara, hecho efectivo en 1569, dejó el camino expedito a Antonio de la Cueva.

A raíz de su elección, el rey le concedió el título de marqués de La Adrada el 15 de octubre de 1570. El nombramiento como mayordomo mayor, que venía avalado por su buen hacer al frente de la casa de las infantas, junto al título de marqués y su promoción como comendador de la orden de Santiago, supuso el culmen de la carrera cortesana de Antonio de la Cueva. Como mayordomo mayor el I marqués de La Adrada desarrolló una importante labor de cara a la ordenación y reglamentación del funcionamiento de la casa de la reina, siendo cabeza del proceso de normativización de la vida de la misma y pudiendo ejercer como pequeño patrón cortesano.

Falleció el 7 de febrero de 1574 en el convento franciscano de Nuestra Señora de la Esperanza (Ocaña), cercano al Real Sitio de Aranjuez. Fue sucedido por su hermano Diego de la Cueva como II marqués de La Adrada y por el IV duque de Medinaceli en la mayordomía mayor de la reina Ana.

A lo largo de su vida casó dos veces, de ninguna de las cuales tuvo descendencia. La primera en 1542 con María de Mendoza, hija mayor de los III condes de Coruña, quien aportó una dote de 9.000.000 mrs., objeto de agrios pleitos tras fallecer María sin dejar descendencia. En 1549 Antonio de la Cueva proyectó su matrimonio con doña Petronila Pacheco, con quien se casó en la Navidad de 1550, quien le sobreviviría y con quien mantendría tensas relaciones.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Duques de Alba (ADA), c. 292, n.º 12; Archivo General de Simancas (AGS), Cámara de Castilla, leg. 291, doc. 77(3); AGS, Consejo Real, leg. 242, doc. 1; Archivo Histórico Nacional (AHN), Órdenes Militares, Santiago, exp. 2288; Archivo de la Real Chancillería de Valladolid (ARChV), Registro de Ejecutorias, c. 807, doc. 31; British Library, Additional 28336, fols. 148r-149r; Instituto Valencia de Don Juan, Envío 59, c. 80, 199; Real Academia de la Historia (RAH), 9/52, fols. 285r-286v; RAH, 9/306, fol. 190r; RAH, Salazar y Castro, M-40, f. 279r-280r).

G. Douais, Depêches de M. de Forquevaux, ambassadeur du roi Charles IX en Spagne, 1565-1572, París, Ernes Leroux, 1896, págs. 277-279; J. Martínez Millán, “En busca de la ortodoxia: el Inquisidor General Diego de Espinosa”, en J. Martínez Millán (dir.), La Corte de Felipe II, Madrid, Alianza Editorial, 1998, págs. 189-228; F. Fernández de Bethencourt, Historia genealógica y heráldica de la Monarquía Española, Casa Real y Grandes de España, vol. X, Sevilla, Fabiola de Publicaciones Hispalenses, 2003, págs, 302-303; Mª. J. Rodríguez Salgado, “‘Una perfecta princesa’. Casa y vida de la reina Isabel de Valois (1559-1568). Primera Parte”, en Cuadernos de Historia Moderna, 2 (2003), págs. 39-96; J. Martínez Millán y S. Fernández Conti (dirs.), La monarquía de Felipe II: la Casa del Rey, vol. II, Madrid, Fundación MAPFRE, 2005, págs. 687 y 694; E. García Prieto, Una Corte en femenino. Servicio áulico y carrera cortesana en tiempos de Felipe II, Madrid, Marcial Pons, 2018; J. I. Ullastres Rojas, “Antonio de la Cueva: favor y servicio en la corte de Felipe II”, en E. García Guerra, H. Linares González y M. Perruca Gracia (eds.), De la nobleza y la caballería: privilegio, poder y servicio en la articulación de la sociedad moderna, ss. XVI-XVII, Palermo, New Digital Press, 2019, págs. 259-271.

 

Diego Pacheco Landero