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Gregorio Ferro Requijo

Biografía

Ferro Requijo, Gregorio. Santa María de Lamas (La Coruña), 24.XII.1742 – Madrid, 23.I.1812. Pintor.

Nacido en Santa María de Lamas (La Coruña), muy pronto se trasladó a Santiago de Compostela, donde trabajó como sirviente para los monjes del convento de San Martín Pinario. Es posible que en la ciudad compostelana recibiese una primera formación artística; sea como fuere, tras advertir las capacidades del joven Gregorio, los monjes le costearon, en 1759, el viaje a Madrid para que estudiara en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde encontró la protección del escultor gallego Felipe de Castro.

En la Academia recibió las enseñanzas de Corrado Giaquinto, pero fue Antón Rafael Mengs quien marcó definitivamente su estilo. Durante sus primeros años de formación se presentó a los distintos concursos convocados por la Academia de San Fernando.

Así, en 1760 concurrió al de 3.ª Clase (Dibujo) y obtuvo el segundo premio. Para la prueba “de pensado” dibujó la escultura El Día de Miguel Ángel y el vaciado del Narciso para la “de repente”. Tres años más tarde se presentó al concurso de 2.ª Clase, extrayendo en esta ocasión los temas de las Metamorfosis de Ovidio y de la Historia de España del padre Mariana. Y en diciembre de ese mismo año (1763) obtuvo una de las cinco bolsas de estudio de la Academia, tras superar en votos a otro de los aspirantes, un jovencísimo Francisco de Goya.

Durante los años siguientes, Ferro alternó sus obligaciones como pensionado con las convocatorias de premios de la institución. De ellas tenía especial relevancia la de 1772, pues coincidiendo con el nacimiento del primer hijo del príncipe de Asturias —el futuro Carlos IV— se decidió dedicar el tema del concurso al recién nacido a modo de homenaje. Para la prueba “de pensado” pintó la Alegoría del nacimiento del Infante Carlos Clemente, y obtuvo el segundo premio.

También por estas mismas fechas y gracias a la mediación de Mengs, Gregorio Ferro encontró la protección del infante Luis de Borbón, hermano de Carlos III. Para él pintó una serie de retratos familiares, de los que sólo se conserva el de su hijo, Luis María de Borbón y Vallabriga (c. 1778, colección particular).

De todo ello da fe en una serie de memoriales elevados al Monarca —ya por entonces Carlos IV— en 1797 y 1804.

En 1781 obtuvo el nombramiento de académico de mérito, frustrando una vez más las aspiraciones de Goya. Para tal ocasión presentó un Martirio de san Sebastián que aún conserva el museo de la institución.

Siete años más tarde alcanzó el grado de teniente director de Pintura tras la vacante de Francisco Bayeu, superando a Antonio del Castillo. Culminó su brillante trayectoria con el nombramiento de director de Pintura —1797, tras la dimisión de Goya— y finalmente de director general en 1804. Además, en ese mismo año, y según indica Viñaza en sus Adiciones, fue designado pintor de cámara.

A partir de entonces se dedicó casi por completo a las actividades de la Academia, llegando incluso a redactar un Dietario que dio a conocer el marqués de Lozoya y que se ha de dar por desaparecido. Durante los años de la ocupación francesa prestó obligada obediencia a José I Bonaparte —por Decreto de 18 de agosto de 1809, todos aquellos empleados que no jurasen fidelidad al nuevo Soberano serían inmediatamente cesados de sus cargos— y luchó por la reanudación de los estudios clausurados. No llegó a ver la marcha de las tropas invasoras de Madrid, pues falleció en la capital el 23 de enero de 1812.

Su producción religiosa, muy abundante a tenor de lo que él mismo relató en sus memoriales, ha sufrido muchas mermas. En Madrid cabe destacar la pintura de San Benito y san Agustín adorando el Santísimo Sacramento de la capilla Castrense —antes iglesia del Sacramento—, donde retrató a su discípulo Pedro de Madrazo en el ángel turiferario. Para San Francisco el Grande pintó una Sagrada Familia, y pueden enumerarse más composiciones para iglesias de Alcalá de Henares, Toledo o Alpajés (Aranjuez), entre otras localidades.

Asimismo, para su tierra natal realizó la serie de la “vida de san Rosendo” del monasterio del santo en Celanova (hacia 1775) y cuatro lienzos —la Anunciación, el Sueño de san José, la Visitación y la Mujer adúltera— para el Cabildo de la catedral compostelana (1808-1810). Incluso para México, y como prueba de su fama, pintó una serie de ocho cuadros sobre la Historia del hijo pródigo.

De su faceta como retratista, Antonio Ponz da noticia de una pintura del Padre Sarmiento en la biblioteca del convento de San Martín Pinario. También hay constancia de sendos retratos de Carlos y María Luisa, Príncipes de Asturias, pintados para el Hospital Real de Santiago de Compostela, y la Academia de San Fernando conserva el del venerable Fray Sebastián de Jesús Sillero, en el que se hace palpable la influencia de Mengs. A este género pueden adscribirse también las copias de las efigies de Carlos V y Felipe II de Tiziano, que guarda la Real Academia de la Historia.

Con relación al campo del grabado, a él se deben las cuatro ilustraciones —La Música, La Poesía, El Tiempo y El Sonido— del poema La Música, de Tomás de Iriarte, publicado en la Imprenta Real de la Gaceta de Madrid en 1779, así como la elaborada estampa de Hércules Tirio que puede verse en la Memoria sobre la púrpura de los antiguos restaurada en España, de Juan Pablo Canals y Martí (Madrid, 1779).

Además, en 1780 participó en la edición del Quijote de Joaquín Ibarra encargada por la Real Academia Española.

Junto a ello, Ossorio y Bernard informa en su Galería biográfica (1868) de que Ferro acompañó a Antonio Ponz en alguno de sus viajes por la Península y fue autor de varias ilustraciones del Viaje de España.

 

Obras de ~: Alegoría del nacimiento del infante Carlos Clemente, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (RABASF), Madrid, 1772; San Rosendo, iglesia parroquial, Celanova (Lugo), c. 1775; Retrato de doña Ilduara Eriz, iglesia parroquial, Celanova (Lugo), c. 1775; Santa Catalina de Alejandría, Fundación Barrié de la Maza, La Coruña, 1775-1780; Felipe II, Real Academia de la Historia (RAH), Madrid, 1776; Retrato del Infante Luis María de Borbón y Vallabriga, colección particular, Madrid, c. 1778; Carlos III dando la orden para la declaración de Guerra contra Inglaterra, Museo Provincial, Pontevedra, 1778; Carlos V, RAH, Madrid, 1780; Martirio de san Sebastián, RABASF, Madrid, 1781; Retrato de fray Sebastián de Jesús Sillero, RABASF, Madrid, 1782; Retrato del beato Juan de Ribera, Universidad, Salamanca, 1796; San Benito y san Bernardo adorando el Santísimo Sacramento, iglesia del Sacramento, Madrid, c. 1800; Anunciación, catedral de Santiago de Compostela, 1808; Inmaculada Concepción, Museo Nacional del Prado, Madrid (dibujo).

Grabados según Gregorio Ferro: Manuel Salvador Carmona: Alegoría de la Música y la Poesía, Real Academia Española (RAE), Madrid, 1779; Joaquín Ballester: Alegoría del Tiempo y el Sonido, RAE, Madrid, 1779; Andrés Muela: Hércules Tirio con el perro que mordió la concha de donde salió la púrpura, Calcografía Nacional, Madrid, 1779; Francisco Muntaner: Don Quijote entrando en su aldea, Calcografía Nacional, Madrid, 1980; Fernando Selma: Miguel de Cervantes, Calcografía Nacional, Madrid, c. 1790.

 

Bibl.: A. Ferrer del Río, “Necrología del Excmo. Sr. D. José Madrazo”, en La América. Crónica Hispano-Americana, III (Madrid), n.º 6 (24 de mayo de 1859), págs. 13-14; M. Ossorio Bernard, Galería Biográfica de Artistas Españoles del siglo XIX, Madrid, 1868 (Madrid, Editorial Giner, 1975), pág. 244; M. Murguía, El arte en Santiago durante el siglo XVIII, Madrid, Est. Tipográfico de Fernando Fé, 1884, pág. 214; C. Muñoz y Manzano, conde de la Viñaza, Adiciones al diccionario histórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes en España, de Juan Agustín Ceán Bermúdez, vol. I, Madrid, Tipografía de los Huérfanos, 1889, pág. 197; P. Pérez Costanti, “Don Gregorio Ferro Requijo, Pintor”, en El Eco de Santiago, 29 de octubre de 1901; R. Igleria, “Gregorio Ferro, pintor (1742-1812). Apuntes para su biografía”, en Boletín de la Sociedad Española de Excursiones (Madrid) (1927), págs. 21- 41; J. Consuelo Bouzas, Galicia Artística en el siglo XVIII y primer tercio del siglo XIX, Santiago de Compostela, Instituto de Estudios Gallegos, 1933; J. Contreras y López de Ayala, marqués de Lozoya, “El dietario del pintor Gregorio Ferro”, en Correo Erudito (Madrid) (1940), págs. 124-125; M. Madrazo, Historia del Museo del Prado. 1818-1868, Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores, 1945, pág. 83; E. Fernández Castiñeiras, “Ferro Requeijo, Gregorio”, en S. Cañada (ed.), Gran Enciclopedia Gallega, vol. XII, Santiago de Compostela, El Progreso, 1974, pág. 165; J. L. Morales y Marín, Pintura en España. 1750-1808, Madrid, Cátedra, 1994, págs. 199- 202; “El pintor Gregorio Ferro (1742-1812). Composiciones para ser grabadas”, en Abrente (La Coruña), n.os 27-28 (1995- 1996), págs. 17-40; “El pintor Gregorio Ferro (1742-1812), Director General de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Noticias documentales de su última etapa”, en Academia (Madrid), n.º 84 (1997), págs. 450-470; VV. AA., José de Madrazo (1781-1859), catálogo de exposición, Madrid, Museo Municipal, 1998, pág. 38; Gregorio Ferro (1742-1812), catálogo de exposición, La Coruña, Fundación Pedro Barrié de la Maza, 1999; Gregorio Ferro: pintor de Boqueixón, catálogo de exposición, Boqueixón (La Coruña), 2002.

 

Ángel Rodríguez Rebollo