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Aureliano Esteban de la Reguera y Fernández de Bobadilla

Biografía

Esteban de la Reguera y Fernández de Bobadilla, Aureliano. Valladolid, 16.VI.1820 – Madrid, 12.XI.1896. Militar y caballero Laureado de San Fernando.

Ingresó en el mes de abril de 1837 como cadete en las filas carlistas y se halló ya en el mes de septiembre en la acción de Valladolid y en la defensa de Aranda de Duero, y en octubre en la acción de Retuerta. Al año siguiente fue promovido a subteniente de Infantería, combatiendo en Ontoria del Pinar, Quintanar de la Sierra y otras acciones.

En 1839, tras su intervención en la defensa del fuerte de Ramales, se acogió al Convenio de Vergara, siéndole reconocido el empleo de subteniente, con el que al año siguiente pasó destinado al Regimiento de Infantería de África y meses después al del Infante, persiguiendo con este último en 1842 en Cataluña a la partida de Felip y asistiendo en ese mismo año al bloqueo de la plaza de Barcelona, hasta su rendición.

En 1844 fue ascendido a teniente por antigüedad y desde Madrid se trasladó a Huesca para tomar parte en los acontecimientos de los valles de Hecho y Ansó.

De vuelta a Madrid siguió en los años siguientes prestando servicio de guarnición hasta que en 1847 fue trasladado al batallón de Cazadores de Tarragona, con el que intervino en la expedición a Portugal, hallándose en el bloqueo y sitio de Oporto. Una vez hubo regresado a España marchó a Cataluña para combatir a los carlistas.

En 1848 luchó en numerosas acciones en la provincia de Gerona, entre ellas en las de San Pau y Vallfogona.

En la noche del 6 al 7 de junio, hallándose de comandante del destacamento de la casa fuerte de Vidrá (Barcelona), compuesto por veinticinco cazadores del Regimiento de Tarragona, fue atacado por considerables fuerzas enemigas, haciendo una defensa heroica que duró más de cinco horas, a pesar de haber sido destruidas las obras de defensa por gran número de gruesas piedras arrojadas desde el tejado de la iglesia que dominaba el fuerte y que le produjeron innumerables contusiones, teniendo que batirse a pecho descubierto y consiguiendo mantener su puesto gracias a la llegada del destacamento del Alto Ter. Juzgado el hecho en juicio contradictorio, por real orden de 11 de enero de 1849 le sería concedida la Cruz de San Fernando de 2.ª Clase, laureada.

Seguidamente intervino en el asalto de la casa de Llentés al mando de veinte cazadores voluntarios, en la acción de Oix y en la del Coll de Santigosa (Gerona), el 6 de octubre, en la que, a las órdenes del coronel Diego de los Ríos, se enfrentó a las partidas carlistas reunidas y mandadas por Cabrera, siendo reconocido su valor con la concesión por real orden de 14 de febrero de 1849 de la Cruz de San Fernando de 1.ª clase. En diciembre tomó parte en la defensa de Ripoll.

Finalizada la guerra prestó servicio de guarnición con los batallones de Cazadores de Tarragona y de Simancas en Barcelona, Villafranca del Panadés y otras plazas de Cataluña.

Por haberse adherido al levantamiento nacional, en 1854 fue ascendido a capitán por gracia general, pasando a la situación de reemplazo hasta conseguir en 1856 destino en el batallón provincial de Tudela y poco después en el de Cazadores de Baza, con el que permaneció en Zaragoza y en diversos puntos de Cataluña.

En 1859, estando destinado en el batallón de Cazadores de Alcántara, combatió en la Guerra de África formando parte de la Brigada de Vanguardia del 1.er cuerpo de Ejército, luchando en la línea de reductos del Serrallo, en el combate de Samsa y en la batalla de Wad Ras, recibiendo en esta última una nueva Cruz de San Fernando de 1.ª Clase, por real orden de 8 de septiembre de 1860.

En los años siguientes guarneció con su Unidad diversas plazas de Cataluña, hasta que en 1866 pasó destinado al batallón de Cazadores de Figueras, con el que el 22 de junio se enfrentó en Madrid a los elementos revolucionarios que habían levantado barricadas en las calles de la ciudad, recibiendo como recompensa a su actuación el ascenso a comandante por méritos de guerra.

En 1868 se incorporó a su nuevo destino en el batallón de Cazadores de Talavera, en Barcelona, adhiriéndose al alzamiento del mes de septiembre, por lo que se le concedió el ascenso a teniente coronel.

Tras permanecer hasta 1870 en situación de reemplazo en Barcelona, en ese año fue desterrado por el general Serrano a la Isla de Ibiza, pudiendo volver a Barcelona seis meses después. En 1872 se le dio el mando del batallón de reserva de Tarragona y en un año más tarde fue puesto a las órdenes del general Turón, jefe del ejército de Cataluña, trasladándose a este principado, donde se le confió el mando del batallón de Cazadores de Béjar, con el que salió a operar en la provincia de Gerona, interviniendo en el levantamiento del sitio que Savalls y Auguet habían puesto a San Celoni, y en las acciones de Riudellots de la Creu y Bañolas, pasando en el mes de diciembre a la provincia de Barcelona.

El 3 de enero del 1874 luchó en la plaza de Barcelona contra la sublevación de las fuerzas voluntarias contra el Gobierno, asaltando las barricadas levantadas en la calle de Poniente, recibiendo por ello el grado de coronel. En julio se halló en la acción sostenida para tomar las posiciones de San Julián del Monte, sufriendo en el mes de diciembre en el término de Cardona el ataque de las fuerzas mandadas por Tristany, Miret y otros jefes carlistas, viéndose obligado a defender la artillería, de la que trataban de apoderarse, y a efectuar una retirada durante la noche por terrenos muy escabrosos hasta llegar a Cardona.

El 31 de diciembre pasó a Barcelona, donde se adhirió con su batallón a la proclamación de don Alfonso de Borbón como Rey de España.

Al año siguiente volvió a salir de operaciones encuadrado en la brigada mandado por el general Martínez de Campos, con la que se enfrentó a los carlistas en Olot y Sierra de Santa Pau, causando baja en su batallón en el mes de marzo por haber sido recompensado con el ascenso a coronel por méritos de guerra, siendo nombrado a continuación comandante militar de Manresa y encomendándosele al año siguiente el mando del Regimiento de Córdoba, con el que continuó en operaciones hasta la total pacificación del principado, siendo trasladado a continuación al frente del Norte para allí continuar la lucha contra los carlistas.

El 30 de enero de 1876 participó en el ataque al baluarte de Santa Bárbara de Oteiza (Navarra), y en las acciones de Lorca, Cirauqui, Arróniz y Arellano, resistiendo en esta última acción dos cargas a la bayoneta de un enemigo muy superior en número, al que terminó por derrotar; valiéndole su comportamiento el ser promovido a brigadier en ese mismo año, tras lo cual se le confió el Gobierno Militar de Cáceres, de donde en 1878 pasó a Huelva para desempeñar el mismo cargo.

En 1879 fue gobernador militar de Ávila, al año siguiente jefe de la 2.ª brigada de la 2.ª división del ejército de Valencia y en 1883 fue puesto al mando de la 1.ª brigada de la 1.ª división del ejército de Cataluña.

En junio de 1886 pasó a la situación de reserva por haber cumplido la edad reglamentaria, fijando su residencia en Barcelona, de donde en 1890 se trasladó a Madrid, ciudad en la que fallecería. Estuvo casado en primeras nupcias con Josefa Abella y en segundas con María Magdalena Hernández Frexas.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. E-1490.

J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. I, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.

 

José Luis Isabel Sánchez

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