Coloma, Juan Andrés. Conde de Elda (IV). Elda (Alicante), 5.XII.1621 – ?, 13.IX.1694. Noble valenciano, caballero de la orden de Santiago, alcaide del castillo de Alicante.
Hijo de Juan Coloma, III conde de Elda, y Guiomar Fernández de Espinosa y de Saa. Tras el fallecimiento en 1638 de su progenitor y a la edad de diecisiete años accedió a la titularidad del estado de Elda, que ostentaría durante cincuenta y seis años. Herencia paterna a la que se sumaron, vía materna, los derechos sucesorios sobre diversos bienes vinculados en Castilla, además de juros y tercias en Sevilla, Cádiz y Málaga.
En 1634, y con la debida dispensa canónica, dada su minoría de edad, contrajo matrimonio con Isabel Francisca Pujades y Borja, nieta y heredera de Fernando Pujades, I conde de Anna. Enlace que vino a suponer la unión de facto de las casas condales de Elda y Anna, encumbrando a sus titulares entre la alta nobleza regnícola valenciana.
En 1641, en ejecución de una voluntad testamentaria de la primera esposa de su abuelo Antonio, II conde de Elda, firma una concordia con el obispo de Orihuela por el que procede a fundar un hospital de pobres en la villa de Elda, bajo la protección de la Purísima Concepción.
Su gobierno, durante la práctica totalidad de la segunda mitad del siglo xvii, verá la recuperación económica y demográfica del condado, tras el duro golpe sufrido por la expulsión de la población morisca, en 1609. Este crecimiento conllevará un elevado nivel de conflictividad entre la señoría y la villa, manifestada en los diversos pleitos mantenidos con la villa cabeza del condado, caso del denominado de la “Señoría Directa” y de las “tierras de natural”, elevados ante la Real Audiencia de Valencia. Pleitos a los que cabe sumar los mantenidos con otras casas nobiliarias, caso del conde de Fuentes y del marqués de Coscojuela, por la sucesión en el condado de Anna; o con el duque de Híjar sobre el derecho a la sucesión en el vínculo de Catalina Cardona; o, con la duquesa de Aveyro, como marquesa de Elche, por el aprovechamiento de las aguas del río Vinalopó; además de otros menores por el pago de diversos censos. Pleitos sucesorios y jurisdiccionales, amén de la estipulación de la generosa dote matrimonial de sus hijas, que supusieron una constante sangría de caudales para la casa condal. La delicada situación financiera obligó al conde, por una parte, a negociar con sus acreedores censualistas, y, por otra, a solicitar más préstamos, mediante el cargamento de censos y adelantos de las rentas señoriales para conseguir liquidez.
De entre su numerosa descendencia destacan: Antonio Fernando, III conde de Anna, casado con María Ana Ladrón de Vilanova, condesa de Sinarcas y marquesa de Sot, fallecido sin sucesión; Francisco, V conde de Elda y IV de Anna; Joseph, III marqués de Noguera; María Manuela, casada con Juan Arias- Dávila Pacheco, conde de Puñonrostro, virrey y capitán general del reino de Galicia —rama familiar a la que pasaron los estados de Elda y Anna a la extinción de la rama principal de la familia en 1729—; y Guiomar, casada con Joseph Castelví, destacado miembro de la oligarquía valenciana y futuro I marqués de Villatorcas, gobernador de Valencia, virrey de Mallorca y miembro del Consejo de Aragón.
Bibl.: G. Segura Herrero y C. Poveda Poveda, Catálogo del Archivo Condal de Elda (I), Elda, Ayuntamiento de Elda- Caja Murcia, 1999, págs. 56-63.
Gabriel Segura Herrero
