González Montero, Adolfo. Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), 17.XII.1846 – En la mar, en travesía de Zamboanga a Manila (Océano Pacífico), 25.V.1899. Militar.
Hijo de Francisco de Paula González Vega, funcionario de Hacienda y jefe de la Guardia Municipal, y de Rafaela Montero Mateo. Soltero. Cadete de la Academia de Infantería en 1862, concluyó sus estudios en 1868 y en octubre fue promovido simultáneamente a alférez, pero con el grado de teniente concedido por el gobierno revolucionario como gracia general, pasando destinado al Regimiento de Cantabria, en Madrid. En 1871 fue enviado a Melilla, que estaba siendo atacada por los moros, regresando a fines de aquel año. Durante 1872 operó contra los rebeldes entre Córdoba y Sevilla, siendo destinado al Regimiento de Bailén, en Barcelona, con el que entró en campaña contra los carlistas. En abril de 1873 ascendió a teniente y pasó al Regimiento de Ramales, participando en las operaciones contra los carlistas en el Norte. Graduado de capitán y de comandante por mérito de guerra aquel mismo año, se halló en las acciones de la ermita de Santa Bárbara, Puente la Reina, Montejurra y Velabieta. Al año siguiente estuvo en la toma de Laguardia y ataque a San Pedro Abanto, donde resultó herido grave de bala y hubo de pasar a convalecer a Madrid y Sanlúcar de Barrameda. En febrero de 1875 obtuvo el empleo de comandante, y fue nombrado ayudante del general Echagüe, general jefe del Ejército del Centro, participando en las operaciones contra los carlistas. Continuó en el mismo puesto cerca del general Jovellar, sucesor de Echagüe, logró el grado de teniente coronel, y habiéndose hallado en la toma de Cantavieja y de la Seo de Urgel, pasó al batallón de Cazadores de Puerto Rico, con cuyas tropas continuó la campaña del Norte. Concluida la guerra en marzo de 1876, alcanzó el grado de coronel y quedó de guarnición en Madrid durante once años. En enero de 1888 fue nombrado ayudante del capitán general de Andalucía Rodríguez Arias, con el empleo de teniente coronel; acompañando en 1889 al mismo general cuando pasó a desempeñar la Capitanía General de Castilla la Nueva. Coronel efectivo desde abril de 1890, desempeñó diversas comisiones en Córdoba y Alcoy, y en 1892 marchó voluntario a las islas Filipinas. Allí fue nombrado gobernador de Cottabato, y en 1894 de Mindanao, donde tuvo un gran papel en la campaña contra los insurrectos del norte del distrito, en particular en la toma de la cota fortificada de Marahuí. Mandó el Tercio de la Guardia Civil, y en enero de 1896 fue nombrado gobernador de Ilo-ilo, al tiempo que ascendió a general de brigada. En 1897 se le nombró gobernado de Cavite, y en 1898 lo fue de Cebú, donde acabó con dos contingentes de sublevados (en la trocha de Tukurán, y en Cottabato), tomando parte en diversos combates y estando en Zamboanga resultó herido grave en un hombro. Perdidas las Filipinas tras la guerra contra Estados Unidos, falleció en la mar el 25 de mayo de 1899, cuando regresaba a España a bordo del vapor León XIII, de resultas de la herida que había recibido en Zamboanga. Había merecido la Gran Cruz de María Cristina (póstuma), y tres Grandes Cruces de la Orden del Mérito Militar (dos con distintivo rojo).
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Personal, leg. G-2720.
A. y L. de Ceballos-Escalera y Gila, C. García de la Pedrosa Campoy y L. F. Cercós García, Las Reales Órdenes Militar y Naval de María Cristina. La Cruz de Guerra, Madrid, Palafox y Pezuela, 2005, págs. 103-104.
Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Vizconde de Ayala
