Ayuda

Cristóbal Vela y Acuña

Biografía

Vela y Acuña, Cristóbal. Ávila, p. m. s. XVI – Burgos, 1599. Arcediano, canónigo, catedrático, teólogo, obispo de Canarias, arzobispo de Burgos, benefactor.

Era natural de Ávila e hijo del célebre virrey del Perú, Blasco Núñez Vela, cuya desgraciada suerte le inspiró sin duda el pensamiento de abandonar el siglo, retirándose a la vida religiosa. Los antecedentes y méritos de su padre vinieron, sin embargo, a sorprenderle en cierto modo en su retiro, y fue agraciado con las palabras de arcediano y canónigo de la Real Iglesia Catedral de Ávila. Debía ya, sin embargo, haberse dado a conocer por sus propios méritos, pudiendo añadirse a éstos los méritos heredados, cuando obtuvo el grado de maestro por la Universidad de Salamanca, y fue nombrado catedrático de Escoto.

Pasó la mayor parte de su vida consagrado a la enseñanza y la predicación, distinguiéndose tanto en ambas, que era reputado como uno de los profesores más afamados de su siglo y de los predicadores más elocuentes.

En 1573 fue nombrado obispo de Canarias, cuya Iglesia gobernó con gran acierto. Llevaba ya algunos años residiendo en aquella diócesis cuando fue promovido a la archidiócesis de Burgos en 1580, que gobernó por espacio de diecinueve años. Celebró sínodo en la capilla mayor de la Catedral el 25 de septiembre de 1595. Para ayuda de dorar y estofar el retablo del altar mayor de la Catedral, donó 4000 ducados. Para fundaciones piadosas dio a la Catedral 2200 y otros 2200 a la fábrica de la Catedral por su sepultura. Regaló siete tapices de las siete virtudes a la Catedral y una rica tela de oro para que se hiciese un palio para la procesión del Corpus. Edificó a su costa en 1550 la parte saliente de la fachada principal del Palacio Arzobispal.

Este insigne prelado, por su testamento el 12 de julio de 1594, hizo heredero universal de todos sus bienes al Seminario Conciliar.

Al hablar santa Teresa en las Fundaciones de la fundación del Convento de Burgos, escribe: “Con toda la buena voluntad que mostraba el Arzobispo, no había remedio de querer dar la licencia [...] No parece era otra la causa (de no dar la licencia), sino querer Nuestro Señor que padeciésemos, aunque yo mejor lo llevaba [...] Luego el arzobispo nos mostró mucha gracia y dio el hábito a una hija de Catalina de Tolosa y otra monja que entró luego aquí”. Conocidas son, por otra parte, las buenas relaciones de vecindad, amistad y parentesco entre las familias de la santa y el arzobispo.

Murió el arzobispo en Burgos el año 1599.

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Seminario de Burgos, Testamento del Arzobispo Vela, ms. I L. Ariz, Historia de las grandezas de Ávila, Alcalá de Henares, Luis Martínez Grande, 1607; J. Gracián de la Madre de Dios (ed.), Libro de las Fundaciones, Bruselas, Roger Velpio y Huberto Antonio, 1610; B. Seba (dir.), Biografía Eclesiástica Completa, t. XXIX, Madrid, A. Gómez Fuentenebro, 1868; M. Martínez Sanz, “Episcopologio de Burgos”, en Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Burgos, 17 (1874); E. de la Madre de Dios, Tiempo y Vida de Santa Teresa, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1977; B. Jiménez Duque, La escuela sacerdotal de Ávila del s. XVI, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1981; Valentín de la Cruz, Santa Teresa de Jesús en Burgos, Burgos, Monte Carmelo, 1982; N. López Martínez, Historia de Burgos, t. III, Burgos, 1991; F. López Hernández, Personajes Abulenses, vol. I, Ávila, Obra Social Caja de Ávila, 2004.

 

Francisco López Hernández

Relación con otros personajes del DBE

Biografías que citan a este personaje

Personajes citados en esta biografía