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Félix Rodríguez Ruiz

Biografía

Rodríguez Ruiz, Félix. Santander (Cantabria), 26.VI.1905 – Madrid, 31.I.1943. Torero.

La familia de Félix Rodríguez se trasladó desde Santander a Valencia cuando éste era muy niño, y siempre se le consideró valenciano. Según José Luis Benlloch —que recoge el testimonio de Serrano Romá—, su padre, que estaba empleado en los Ferrocarriles del Norte, recibió la noticia de su traslado a la capital levantina el mismo día en que bautizaron al futuro matador de toros. Al tiempo que realizaba sus primeros contactos con el mundo del toro, Félix Rodríguez finalizó sus estudios de bachillerato, cursó Peritaje Mercantil (algunos autores aseguran que completó la diplomatura) y trabajó de botones en la agencia de publicidad de Maximiliano Thous, periodista valenciano que más adelante fundaría la revista taurina denominada Sobaquillo.

Con la recomendación del pintor Carlos Ruano Llopis y de Maximiliano Thous consiguió debutar en Valencia, sin apenas experiencia anterior, el 19 de febrero de 1922. En el cartel le anunciaron como Dinamita, probablemente debido a su carácter despierto y explosivo, tanto en la calle como ante las vacas. Según unos, fue Manuel Soler Vaquerito quien tuvo la ocurrencia, mientras que otros han escrito que se debió al ingenio de Manuel Varé Varelito. En cualquier caso, el apodo nació y murió en aquella primera novillada. Con Rodríguez torearon Jaime Leonart Esparteret y Antonio Mesa, que lidiaron becerros de Antonio Fuentes. Sobre la actuación de Félix Rodríguez en esa novillada se escribió en Las Provincias: “Toreó fino y elegante, gracioso y valiente a los dos novillos. Con el pincho está flojo, pero aún es joven y de tener afición y ganas aprenderá y quien sabe si llegará a ser un Varelito matando”.

Tras esa becerrada, en Valencia se formó una efímera cuadrilla de niños toreros, de la que formaron parte Félix Rodríguez y Vicente Clemente Alpargaterito, hermano de un célebre banderillero del mismo apodo. Según Benlloch, la primera actuación de “La Cuadrilla de los Niños Toreros Valencianos” tuvo lugar en Castellón el 9 de abril de 1922. Al domingo siguiente torearon en Valencia Rodríguez y Alpargaterito, acompañados, además, por Antonio Castillo y Francisco Valls Panat. Torearon después de Vinaroz, Albacete, Requena, Játiva, Barcelona y Zaragoza.

En 1923 debutó con picadores. El 31 de mayo se presentó en Valencia, junto a Alpargaterito, aunque muy pronto Félix Rodríguez abandonó “La Cuadrilla”.

En 1924 toreó veintidós novilladas, acudiendo a plazas de tanta importancia como Bilbao, Zaragoza, Santander y Alicante, entre otras. En Madrid se presentó el 5 de abril de 1925, alternando con Manuel Álvarez Andaluz y Faustino Vigiola del Torco Torquito II. Tuvo tanto éxito, que repitió en cinco novilladas más, de las que también salió triunfante. La temporada de 1926, última como novillero, fue aún mejor.

Tomó la alternativa en Barcelona el 3 de abril de 1927, de manos de Victoriano Roger Valencia II —le cedió el toro Giraldillo, de José Bueno— y en presencia de Manuel del Pozo Rayito. Confirmó el doctorado el 24 de abril de ese mismo año de 1927, con Antonio Márquez y Fausto Barajas como padrino y testigo, respectivamente, de la ceremonia. El toro se llamó Comerciante y pertenecía al hierro de Manuel García Aleas.

Muy pronto se puso en la primera fila del toreo.

Aunque muy pronto también comenzó a padecer una enfermedad reumática y degenerativa, que se complicó con la sífilis que también padecía. La temporada 1927 fue excelente, con triunfos en Barcelona, Madrid y Valencia, y también en San Sebastián, Bilbao y, entre otras muchas plazas, Santander. Sobre el desarrollo del año siguiente ha escrito Benlloch: “En la temporada de 1928 recoge a partes iguales lo bueno y lo malo que sembró en su primera campaña como matador. Firma 114 corridas de toros pero sólo puede torear 24. Había hecho aparición la maldita enfermedad, pese a lo cual y aunque muchas tardes se le ve arrastrarse impotente por los ruedos, en otras logra faenas memorables. [...] El proceso era siempre el mismo: le atacaba la artritis, dejaba de torear, hacía buena vida, atendía los consejos médicos y reaparecía para volver a caer de nuevo. La enfermedad de Félix es gran parte su leyenda. Naturalmente la parte más oscura, sobre la que la tradición oral ha hecho más fortuna”. Sobre este tema escribió Cossío: “La enfermedad que le aquejó, por él descuidada hasta la imprudencia y un cierto concepto de la vida de torero fuera del circo, fueron restándole facultades, arrestos y simpatías”.

Tuvo Félix Rodríguez gran ambiente en México, pues en la plaza El Toreo de la capital de esa república cortó en 1929 las dos orejas y el rabo al toro Cafetero, de Piedras Negras. Los años siguientes ya fueron muy duros, alternando buenas tardes con otras de gran sufrimiento.

Toreó su última corrida el 19 de junio de 1932 en Perpignan (Francia). Enfermo y necesitado de la solidaridad de sus compañeros (se organizó un festival en su beneficio y el Sindicato del Espectáculo le concedió una pensión mensual) falleció en Madrid en 1943.

Sobre su valía como torero, valga este testimonio de la gran figura mexicana Fermín Espinosa Armillita, recogido por Benlloch: “El mejor torero de cuantos he conocido fue un paisano de ustedes, se llamaba Félix Rodríguez... ¡qué torero!, el mejor, el que de verdad pudo suceder a Joselito. ¡Qué pena...”.

 

Bibl.: J. A. Caballero, Félix Rodríguez, el novillero puntero. Juicio crítico [...], 1925; Uno Al Sesgo (seud. de T. Orts Ramos), Félix Rodríguez Ruiz, Barcelona, La Fiesta Brava, ¿1929? (col. Los Reyes del Toreo); J. M. Cossío, Los toros. Tratado técnico e histórico, vol. III, Madrid, Espasa Calpe, 1943, págs. 787-788; Don Ventura (seud. de V. Bagués), Historia de los matadores de toros, Barcelona, Imprenta Castells-Bonet, 1943 (ed. Barcelona, De Gassó Hnos., 1970); R. Hernández, Historia de la plaza de toros de Madrid (1874-1934), Madrid, Imprenta Prensa Castellana, 1955; C. Jalón, Memorias de “Clarito”, Madrid, Guadarrama, 1972; F. Claramunt, Historia ilustrada de la Tauromaquia, Madrid, Espasa Calpe, 1989; D. Tapia, Historia del toreo, vol. 1, Madrid, Alianza Editorial, 1992; N. Luján, Historia del toreo, Barcelona, Destino, 1993 (3.ª ed.); J. L. Benlloch, “Félix Rodríguez”, en J. L. Benlloch y V. Sobrino, Félix Rodríguez/José María Manzanares, Valencia, Diputación, 1999 (col. Los grandes Mestres/Maestros del toreo valenciano).

 

José Luis Ramón Carrión