Ayuda

Cipriano Mauleón y Godoy

Biografía

Mauleón y Godoy, Cipriano. ?, c. 1768 – Veracruz (México), 30.XII.1819. Marino, segundo piloto, ingeniero naval y teniente de fragata de la Armada.

Se ignora el lugar de nacimiento y sus orígenes familiares.

Los primeros datos de su vida son su entrada a servir en la Armada de meritorio de pilotos (3 de diciembre de 1783), embarcando en el navío Rayo, donde tuvo la misión de transportar tropas al Mediterráneo, y a su regreso a Cádiz trasbordó al también navío Astuto (15 de agosto de 1785), en el que transportó a Cartagena de Indias al Regimiento de la Princesa, en convoy con la fragata Tecla y la urca Regla, pasando después a Veracruz y La Habana. Ascendió a 3.er piloto (10 de diciembre de 1785). En este último lugar trasbordó a la fragata Liebre (4 de mayo de 1786), con la cual hizo viaje a Veracruz (México) por caudales y condujo también los de Puerto Rico y Santo Domingo, efectuando igual comisión en la fragata Matilde, y a su vuelta a La Habana pasó a la balandra San Miguel, y tanto en este buque como en la goleta San Bruno, realizó varias misiones de vigilancia sobre la costa de los Mosquitos (entre Honduras y Nicaragua) y Omoa (Honduras), y algunas otras comisiones en aquellos mares, hasta el 28 de abril de 1792 que en el puerto de La Habana trasbordó a la fragata Ceres. De ésta desembarcó para el bergantín Princesa (15 de agosto de 1792), destinado a llevar el pagamento a Trinidad de Barlovento. Ordenado su regreso a la Península, embarcó en el navío Pelayo (25 de noviembre de 1792) y regresó a Cádiz, desembarcando al llegar (12 de mayo de 1793).

Ascendió a 2.º piloto (28 de octubre de 1793) y el siguiente 30 volvió a embarcar, esta vez en el navío San Isidoro, en el que permaneció hasta el 30 de diciembre de 1794, al ser nombrado maestro de fortificación y de dibujo en la Academia de Guardiamarinas del Departamento de Cádiz. En todo el tiempo que estuvo allí se dedicó a la enseñanza de las asignaturas de Aritmética y Geometría, durante un año, y la de Maniobra, durante tres años.

Pasó al cuerpo de ingenieros de Marina como alférez de fragata graduado (21 de mayo de 1797) y fue destinado al arsenal de la Carraca, y entre el 9 y el 14 de junio de 1808 participó, en la batería establecida en la Casería de Ocio, al combate y rendición de la escuadra francesa del almirante Rosily, y en septiembre de 1808 quedó a las órdenes de Francisco Prat, director de las obras de la población de San Carlos, donde permaneció hasta el 10 de diciembre de 1808, que salió para Sevilla para incorporarse a los batallones de Marina de campaña que se estaban formando. Obtuvo la efectividad de alférez de fragata y ayudante de ingenieros (23 de febrero de 1809), y salió de comandante de ingenieros, bajo las órdenes del jefe de escuadra José Serrano Valdenebro, comandante general del cantón de Santa Olalla (Jaén), levantando los planos del mismo, como también el de las demás fortificaciones que se hicieron para su defensa. Una vez terminado, fue comisionado a levantar varias partidas de escopeteros tiradores a los pueblos inmediatos al citado cantón. Al concluir, por haber sido nombrado el citado general Serrano Cuartel Maestre General del Ejército de Extremadura a las órdenes del duque de Alburquerque, jefe del citado ejército, fue elegido Mauleón ayudante de campo suyo, saliendo a incorporarse con él, que se hallaba en Puente del Obispo (Jaén), donde permaneció hasta la célebre retirada de aquel a la Isla de León (24 de agosto de 1809), habiendo sido ascendido a alférez de navío e ingeniero extraordinario. Se presentó en el departamento de Cádiz (6 de febrero de 1810) y se le destinó a las baterías del Arsenal de la Carraca.

Fue nombrado, otra vez, ayudante de campo del jefe de escuadra Serrano Valdenebro, comandante general de la Serranía de Ronda, siendo comisionado por dicho general a conducir desde Cádiz el tren de artillería.

Así lo realizó hasta situarlo en el cerro de Almadén en las inmediaciones de Ronda (Málaga). Sostuvo una reñida acción contra los franceses que guarnecían dicha ciudad y trataron de apoderarse de la artillería, hasta ser rechazados completamente (16 de noviembre de 1810). Igualmente se halló en las acciones sobre las sierras de Juan Santa y el pueblo de Igualeja (Málaga) (4 y 8 de diciembre de 1810). Así como en el ataque de Estepona (Málaga) (9 de marzo de 1811), en el de las Lomas de Cantarranas, sobre la ciudad de Cáceres, en el de la sierra de Loberia sobre el pueblo de Gaucin (Málaga) (27 de marzo), en el de la villa de Zahara (Cádiz) (17 de mayo) y en la de 5 de junio, que mandando varias partidas, rechazó a toda la guarnición de Ronda que con cuatro piezas habían salido de la plaza.

Fue promovido a teniente de fragata (24 de mayo de 1811), continuando en el mismo destino hasta que volvió a Cádiz a bordo de la fragata Sabina, de transporte, procedente de Algeciras (17 de agosto de 1811), y por Real Orden se dispuso que volviera a desempeñar sus servicios en la Armada; quedó a las órdenes del comandante general de la escuadra, quien le encargó inmediatamente del mando del cañonero n.º 24 de las fuerzas avanzadas (19 de octubre de 1811); desembarcó de éste para ponerse a las órdenes de Francisco Ballesteros, general en jefe del cuarto Ejército (17 de noviembre de 1811). Más tarde, fue destinado al apostadero de Algeciras, donde mandó sucesivamente el cañonero 24, otra vez, el místico Bruno y la goleta Julia; posteriormente mandó la barca particular armada en guerra Golondrina (1 de mayo de 1812), el falucho 41, el místico Bruno y el falucho 1, hasta el 18 de enero de 1813 que, embarcado en la urca Astrea, regresó a Cádiz. Pasó al Cuerpo General de la Armada procedente del de ingenieros en su mismo empleo de teniente de fragata 4 de mayo de 1813. Desembarcó de la urca para coger el mando de la goleta-correo Galatea (7 de febrero de 1814), yendo con ella a Cuba (18 de septiembre de 1814). A la vista del Pan de Matanzas sostuvo combate con la goleta insurgente de Cartagena de Indias Superior, de más armamento, que se acercó y abrió fuego con bandera izada de Estados Unidos. La Superior consiguió abordar a la Galatea, que había abierto fuego de cañón y fusil, pero la contestación le produjo averías en el aparejo y pérdida de andar, lo cual facilitó el abordaje para los corsarios. Mauleón recibió seis heridas de sable en la cara y en la cabeza y una bala en el costado izquierdo. El enemigo se apoderó del barco, pero ninguno de los españoles consintió en arriar el pabellón ni aun después de hecho prisionero. Mauleón fue absuelto en el Consejo de Guerra de generales que juzgó su conducta y distinguido con la Real aprobación y con la Cruz de la Diadema Real de Marina, tanto a él como a los demás miembros de su dotación. En La Habana, se le confirió el mando de la goleta Galga (11 de abril de 1815), con la cual escoltó convoyes en diferentes ocasiones hasta la boca del canal de Bahamas y a finales de abril de 1816 salió para San Agustín de La Florida a llevar caudales y tropas con el falucho San Fernando y la goleta Barbarita, cargada de víveres y pertrechos, y a su regreso encontró en el Canal Viejo una división de seis corsarios insurgentes, por lo cual intentaron escapar por ser el adversario muy superior; el falucho por su poco andar fue apresado y Mauleón logró embarrancar la goleta sobre los arrecifes del cabo Savinal, pegándole fuego al buque y trasladándose a La Habana, en donde fue juzgado en Consejo de Guerra (8 de septiembre de 1816) y salió libre de todo cargo y con las declaraciones más favorables.

Obtuvo el mando del bergantín Consulado, con el que realizó diversas comisiones y cruceros de vigilancia en la costa norte y sur de Cuba y Yucatán, boca de ambos canales, seno mexicano y Costa-Firme. Estando de apostadero en Veracruz, salió por orden del virrey para vigilar sobre Tabasco y La Laguna, donde se tenían noticias de la presencia de corsarios que molestaban a los buques del comercio. El bergantín recorrió la costa hasta Campeche sin confirmar la noticia, y dando la vuelta hacia el puerto de salida, el comandante observó las señales que en el seno mexicano predicen la aproximación de los temporales del Norte. El cariz le hizo intuir la proximidad de peligro, que trató de eludir, forzando la vela para tomar el puerto de Veracruz, del que distaba muy poco, siendo tan ajustado su cálculo, que a la una de la madrugada (30 de diciembre de 1819) doblaba la Punta del Soldado, pero en ese momento, separado unas brazas del fondeadero, saltó el Norte con violencia irresistible, arrojando al bergantín sobre el bajo de los Hornos, donde encalló y se perdió completamente. Al amanecer, pese a no haber trascurrido más de cuatro horas desde el naufragio, sólo se descubrieron fragmentos menudos de su casco en la rompiente y en la playa. El cadáver de Mauleón y de treinta hombres más, horriblemente mutilados, flotaban en el agua o eran arrojados por la resaca; sólo unos veinte marineros fueron sacados con vida. Una lápida en el Panteón de Marinos Ilustres recuerda su nombre a las generaciones venideras.

 

Bibl.: F. P. Pavía, Galería biográfica de los generales de Marina, jefes y personajes notables que figuraron en la misma corporación desde 1700 hasta 1868, apéndice, Madrid, Imprenta de F. García, 1873, págs. 189-195; C. Martínez-Valverde, “Biografía de Cipriano Mauleón”, en Enciclopedia general del mar, t. V, Barcelona, Ediciones Garriga, 1957, págs. 1050-1051; J. Cervera Pery, El Panteón de Marinos Ilustres, trayectoria histórica, reseña biográfica, Madrid, Servicio de Publicaciones del Cuartel General de la Armada, 2004, pág. 166.

 

José María Madueño Galán