Lerín Seguí, Miguel. Barcelona, 5.VII.1914 – 24.6.1984. Tenista.
Aunque no destacó en gran medida como jugador, entró en la historia del tenis con méritos excepcionales como juez-arbitro de este deporte, gran intérprete de las reglas de juego, creador de torneos y como directivo.
Agente de Aduanas como profesión, Miguel fue durante toda su vida un apasionado del deporte, practicante asiduo de golf y de tenis. En este deporte se hizo notar sobremanera hasta convertirse en un maestro del reglamento. Con una visión del futuro excepcional, en 1952 Lerín fue uno de los impulsores más destacados de la primera Escuela de Tenis en España, donde habían de forjarse buenos campeones. Su labor creativa se extendió a la puesta en marcha del prestigioso trofeo Conde de Godó en 1953, que viajó con el subtítulo de los Campeonatos Internacionales de España.
Miguel Lerín fue hasta su muerte juez-árbitro del Conde de Godó y, al mismo tiempo, director del torneo.
Dos tareas difíciles que supo llevar a cabo con éxito, y en las que se ganó el respeto y la admiración general, en España y fuera de ella, hasta el punto de ser reclamado del extranjero para administrar el reglamento en otros torneos. Como directivo fue vicepresidente del Real Club de Tenis Barcelona 1899, su club, en diversas juntas directivas, cargo que también desempeñó en la Federación Española de Tenis que presidía el marqués de Cabanes. Ejerció como capitán del equipo español de Copa Davis en 1959 y fue asimismo directivo en la Asamblea de Clubs Campeones europeos.
Su experiencia en el mundo del arbitraje en tenis ha quedado reflejada en numerosos casos prácticos, pero también ha dejado escritas teorías sobre la interpretación que sirven de norma a jueces-árbitros que siguen su escuela. Reconocía Miguel Lerín que las reglas primitivas redactadas por los ingleses en los comienzos del tenis estaban admirablemente concebidas y que preveían todos los casos posibles pero que, sin embargo, precisaban de un buen juez que supiera interpretarlas con criterio, pues ante una misma situación, dudosa, pueden presentarse opiniones distintas. Agradecía la ampliación legal que en los tiempos modernos la Asociación de Tenistas Profesionales y las normas del Código de Conducta habían añadido al Reglamento original.
Bibl.: A. Mercé Varela, Real Club de Tenis Barcelona 1899, 75 aniversario, Barcelona, Real Club de Tenis Barcelona, 1975; A. Soteras y D. Escorcia, Trofeo Conde de Godó: un clásico del tenis (1953-1992), Barcelona, La Vanguardia, 1992.
Manuel Adrio Arrojo