Alcaide de Zafra, Joaquín. Sevilla, 1871 – ?, 1942 post. Poeta.
Se ignora prácticamente todo de la vida y familia de Alcaide de Zafra, más allá del hecho de que dos hermanas suyas, Angelina y Regina, fueron igualmente escritoras. Sin embargo, el hecho de que acostumbrase a presentarse como “caballero hispalense” hace suponer una situación económica acomodada. Los datos sobre su trayectoria literaria son igualmente fragmentarios.
Su nombre aparece a finales del siglo xix en revistas como La Gran Vía, La Lidia, El Mundo Naval, La Ilustración Católica y La Ilustración Española y Americana, en la misma época en que tuvo relación con un ya anciano Ramón de Campoamor. En 1895 aparece Estrellas fugaces, una brevísima colección —apenas un pliego— de cantares amorosos dedicada a su hermana Regina. Un año después publica Cantos de la Giralda, dedicado “A mis padres y a mi patria”, dentro de esa línea andalucista y amorosa, que a juicio de Cossío define el conjunto de su obra. Pero comenzaba a ensayar en él cierta variedad métrica, seguramente debida a la influencia de José de Zorrilla y Salvador Rueda, a quien dedica un poema y quien se ocuparía, con Rubén Darío y Eusebio Blasco, de poner uno de los atrios con que comenzaba cada una de las partes de su siguiente libro, Trébol (1899). En este libro, el más abiertamente modernista de los suyos, Alcaide de Zafra desarrolla una mayor variedad de metros y temas, dando muestra de su habilidad formal a través de poemas patrióticos sobre las guerras de Cuba y Filipinas y estampas rococó, alternando regionalismo andaluz, exotismo y evocaciones del pasado histórico nacional con sus clásicos cantares. Este género de poesía amorosa andalucista volvería a ser dominante en Cantares de amor y celos (1911).
Durante los años diez continuó colaborando en revistas gráficas como La Esfera, y debió moverse por el mundo artístico, como atestiguan el retrato que le dedicó Julio Romero de Torres y su ex libris, ilustrado por Rafael de Penagos. Su último libro, Espadas de cartel, conjunto de poemas dedicados a figuras del toreo, apareció en 1914. Por aquellas fechas asistió a la tertulia de Pombo, según Cansinos Asséns desde sus comienzos, y el propio Ramón lo retrataría más adelante como el dandy de las reuniones y banquetes en la famosa botillería, por ejemplo, aquel dedicado a don Nadie en 1922. Su rastro se pierde desde entonces, aunque se sabe por una dedicatoria al poeta Enrique Vázquez de Aldana que Alcaide de Zafra aún vivía en septiembre de 1942.
Obras de ~: Estrellas fugaces, Madrid, 1895; Cantos de la Giralda (Notas sevillanas), Madrid-Sevilla, Fernando Fe-Juan Antonio Fe, 1896; Trébol, poesías, atrios de R. Darío, E. Blasco y S. Rueda, Madrid, Establecimiento Tipográfico de Ricardo Hernández, 1899; Cantares de amor y celos, Numancia, Tipografía de Fermín Jodrá, 1911; Espadas de cartel. Semblanzas de toreros, Madrid, Imprenta Hispano-Alemana, 1914.
Bibl.: “Alcaide de Zafra, Joaquín”, en Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, t. IV, Madrid, Espasa Calpe, 1909, pág. 212; R. Gómez de la Serna, La sagrada cripta de Pombo (1923), Madrid, Trieste, 1986, págs. 350-354; J. M. de Cossío, Cincuenta años de poesía española (1850-1900), vol. 2, Madrid, Espasa Calpe, 1960, págs. 1143-1144; J. Alfonso, “Alcaide de Zafra”, en Siluetas literarias, Valencia, Prometeo, 1967, págs. 157-159; R. Cansinos Asséns, La novela de un literato, vol. 2, Madrid, Alianza Editorial, 2005, págs. 7-11.
Eduardo Hernández Cano
