Castro, José de. Casarabonela (Granada), 4.V.1792 – ?, s. xix. Brigadier, caballero laureado de San Fernando.
En junio de 1808 se alistó voluntariamente con armas y caballo de su propiedad en la Compañía de Húsares de San Fernando de Sevilla, siendo admitido como soldado distinguido. Al año siguiente se le concedió la gracia de cadete en el Regimiento de Línea de Sevilla, con el que se integró en la División de Reserva, encomendándosele la defensa de los puertos de San Vicente y Arrebatacapas, y hallándose más tarde en las batallas de Medellín y Talavera de la Reina, formando parte de la vanguardia de las tropas inglesas, recibiendo posteriormente una herida de bayoneta combatiendo en el puerto de Barrios.
Durante 1810 luchó en Extremadura y en el condado de Niebla. Ingresó el 28 de agosto en el Colegio Militar de la isla de León, donde siguió sus estudios al tiempo que participaba en la defensa de dicha isla y en el servicio de retenes y escuchas de la línea exterior de los parapetos.
Durante febrero y marzo del año siguiente estuvo destacado en la batería del Portazgo e intervino seguidamente en la batalla de Chiclana y en varias de las salidas efectuadas desde la mencionada isla en los meses de marzo y abril.
En 1812 fue uno de los cien cadetes que acompañó al general De la Cruz Morgeón en su expedición al Campo de Gibraltar y Condado de Niebla, y en la reconquista de Sevilla, durante la que recibió una herida de bala de fusil.
En febrero de 1813 terminó sus estudios en el Colegio Militar y salió promovido al empleo de subteniente de fusileros, con destino en el Regimiento de Infantería Expedicionario de Extremadura, con el que en ese mismo mes embarcó hacia Nueva España, tomando tierra en Veracruz para enseguida entrar en operaciones contra los insurrectos. Antes de finalizar el año se trasladó a Tejas para luchar contra los indios que hostilizaban las provincias de Oriente.
En el mes de junio de 1814 fue trasladado con el empleo de teniente a la 3.ª compañía del Escuadrón de Caballería Volante de Veteranos de Nueva Santander, con la que en septiembre del año siguiente se trasladó a San Luis de Potosí para impedir el paso de partidas insurgentes, obteniendo un mes después el empleo de capitán.
Volvió en 1816 a enfrentarse a las tribus indias en Tejas y al año siguiente lo hizo contra la expedición que al mando de Javier Mina había desembarcado el 15 de abril en Soto de la Marina en apoyo de los insurrectos.
A lo largo de los meses siguientes desempeñó el cargo de ayudante de campo del brigadier Joaquín Arredondo.
Durante 1818 y 1819 siguió defendiendo la frontera de Tejas, siendo frecuentes los encuentros con los indios Lipanes. Al año siguiente acudió con su escuadrón en ayuda del gobernador de la provincia de Nueva Santander, donde tuvo frecuentes encuentros con la partida de Zenón Fernández, ante el que tuvo que capitular en el mes de junio por haberse pasado al enemigo gran parte de su fuerza. Encerrado en el presidio de Barrabás, en el mes de noviembre fue puesto en libertad por Iturbide y pasaportado a la isla de Cuba.
En marzo de 1822 embarcó en La Habana hacia la Península, donde a su llegada fue destinado al Depósito de Ultramar y al año siguiente puesto a las inmediatas órdenes del capitán general de Galicia, Antonio Quiroga, quien le encomendó la misión de llevar unos pliegos al ministro de la Guerra, que se encontraba en Utrera (Sevilla).
Una vez restablecido el gobierno absolutista, el capitán general de Andalucía le dio el mando de una columna para perseguir a las partidas de malhechores que pululaban por el distrito, misión a la que se dedicó durante los años siguientes.
En noviembre de 1829 fue nombrado capitán del Cuerpo de Carabineros de Costas y Fronteras y al año siguiente se enfrentó en Torre del Mar (Málaga) a una partida de doscientos contrabandistas, consiguiendo impedir un alijo y recibiendo dos heridas de bala y una de arma blanca. Seguidamente participó en la persecución de la expedición del general Manzanares que había desembarcado en Gibraltar, siendo recompensado su valor con una Cruz de San Fernando de 1.ª clase.
En mayo de 1833 fue apartado del Cuerpo de Carabineros y pasado la situación de ilimitado, en la que se le abrió una causa, pasando al año siguiente destinado a las inmediatas órdenes del capitán general de Castilla la Vieja y seguidamente al Ejército del Norte, en el que se le encomendaron diversas misiones y tuvo varios encuentros con partidas carlistas. En agosto se le confió el mando de una columna para la persecución de partidas en las Encartaciones, destacando en muchas de las acciones en las que intervino.
En 1835 organizó una compañía con ciento cincuenta mozos procedentes de los valles de Soba y Carranza, a cuyo frente persiguió a la partida de Cástor Andéchaga. En ese mismo año fue declarado inocente en la causa que se le había abierto en 1833.
En marzo de 1836 fue destinado al Regimiento de Caballería de Castilla, pasando con su escuadrón a operar en las provincias de Álava y Cuenca. Fue agregado en agosto a la División del general Alaix, con la que tomó parte en la persecución de la expedición del general Gómez, hallándose el 20 de septiembre en la batalla de Villarrobledo, en la que por su valentía fue recompensado con el empleo de comandante. Los meses siguientes combatió a la citada expedición en Alcaudete y Huete, y la persiguió hasta las inmediaciones del Ebro.
Intervino en 1837 en la persecución de la expedición del general Zaratiegui y al año siguiente en la del general Basilio García y en la de las partidas de los Montes de Toledo, hallándose en el mes de junio en la acción de Guardamino (Santander) y en agosto en la de Madrigal del Monte (Burgos), manteniendo en esta última un combate cuerpo a cuerpo con seis oficiales carlistas en el que recibió una herida de lanza y otra de sable, recibiendo por su valor el empleo de teniente coronel y la Cruz de San Fernando de 2.ª clase, Laureada.
En enero de 1839 pasó al Depósito establecido en Carabanchel, donde se hallaba el de su Regimiento, y seguidamente a los Depósitos de Valdemoro y Móstoles, trasladándose desde este último a Pamplona en el mes de abril, de donde pasó a Vitoria, a cuya entrada en la plaza fue preso por haberse levantado la guarnición contra el general Espartero, siendo juzgado y sentenciado a seis años de prisión.
Conducido a La Coruña, allí permaneció encarcelado hasta que tras la caída de Espartero fue puesto en libertad en junio de 1843, embarcando hacia Sevilla, donde la Junta de Gobierno de la provincia le ascendió a coronel y encomendó la organización y mando del 1.er Batallón franco de Tiradores, interviniendo seguidamente en la defensa de Sevilla y recibiendo de dicha Junta como premio el empleo de brigadier.
En septiembre le sería reconocido por el Gobierno el empleo de coronel, pero no el de brigadier, concediéndosele el mando del Regimiento de Caballería de Castilla y seguidamente el del Infante, causando baja en éste en el mes de septiembre del año siguiente por pasar a mandar el 3.er Tercio de la Guardia Civil, en Sevilla, a cuyo frente se mantuvo tras su ascenso a brigadier de Caballería, en septiembre de 1848, hasta causar baja en diciembre del año siguiente.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), secc. 1.ª, leg. C-2290.
A.de Ceballos-Escalera y Gila, J. L. Isabel Sánchez y L. Ceballos-Escalera y Gila, La Real y Militar Orden de San Fernando, Madrid, Palafox & Pezuela, 2003.
José Luis Isabel Sánchez
