Montes de Oca, José. ¿Sevilla?, c. 1683 – Sevilla, 3.I.1754. Escultor.
La fecha y lugar de su nacimiento permanecen aún en la incógnita. Parece probable que hubiera nacido en algún lugar de Sevilla hacia 1683, aunque también se ha propuesto un hipotético origen gaditano.
Sí consta, en este sentido, una estrecha y dilatada relación tanto familiar como laboral con Cádiz, que parte de su propia infancia. Dado que su padre se trasladó en 1684 a América desde esta localidad, puede pensarse que se hubiera trasladado previamente hacia allí junto a su madre y hermanos. No obstante, en la última década del siglo XVII es presumible su aprendizaje en Sevilla en el taller de Pedro Roldán (1624- 1699), residiendo en esta ciudad hasta su muerte. La primera etapa de su trayectoria artística es prácticamente desconocida. Debió de independizarse como escultor a principios del siglo XVIII, aunque no se le conocen, por ahora, obras anteriores a 1717. En 1709, contrajo matrimonio con la gaditana Eugenia de Padilla, de cuya unión no nacieron hijos.
Obras como la Inmaculada de la iglesia de la Conversión de San Pablo de Cádiz (1719) o el grupo de Santa Ana y la Virgen Niña de la parroquia de La Puebla de Cazalla (1726) manifiestan aún fuertes dependencias del estilo roldanesco, aunque se percibe ya en la serena gravedad de los rostros la temprana inspiración en modelos del protobarroco sevillano. La primera de ellas muestra, sin embargo, aún una estrecha conexión con el estilo de Pedro Duque Cornejo (1678-1757), el principal escultor hispalense del momento, con el que se lo vincula trabajando a sus órdenes en la decoración escultórica de la iglesia sevillana de San Luis de los Franceses, para la que realizó la imagen de San Francisco Javier (1725-1730). Sin embargo, lo que caracterizó su estilo fue precisamente su reacción contra las formas plásticas de su época, propias del barroco tardío, a través de la recuperación de los esquemas compositivos y morfológicos propios de Juan Martínez Montañés (1568-1649) y su círculo.
Junto a ello, se ve una admiración por los modelos manieristas, mostrando su obra cierto gusto por los grabados de Durero. Muy particular será, por ello, el contraste de estas formas escultóricas con su superficie polícroma, claramente dieciochesca en su técnica y motivos, labor en la que colaboró con frecuencia el pintor y dorador hispalense Juan Francisco de Neira.
Ese estilo montañesino, severo y monumental, aparece plenamente desarrollado a partir de 1728 con el retablo de la Epifanía del Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz, su obra de mayor empeño, donde ejerció, asimismo, su faceta poco conocida de ensamblador.
De este modo, entraría en una segunda etapa, la más fecunda e importante. Fue en este momento cuando desarrolló principalmente uno de los aspectos más significativos de su producción, el de la imaginería procesional pasionista, donde el naturalismo y dramatismo de Juan de Mesa (1583-1627) fue su principal fuente de inspiración. En este género escultórico fue un autor prolífico y sobresaliente, aunque predominasen aún las piezas atribuidas, siendo una de sus realizaciones más celebradas el grupo de la Piedad de la Cofradía de los Servitas de Sevilla (1730). Enfermo desde 1745, fecha en la que dictó su primer testamento, el inventario póstumo de sus bienes prueba que en sus últimos años de vida hubo una reducción de su actividad artística y ciertas precariedades económicas.
En tal situación murió en 1754. Su fama, sin embargo, perduraría tras su muerte, hasta el punto de que Ceán Bermúdez lo consideró el último escultor “de mérito que hubo en Sevilla”.
Obras de ~: María Santísima de los Dolores, iglesia conventual de Nuestra Señora de la Victoria, La Puebla de Cazalla (Sevilla), 1717; Inmaculada Concepción, iglesia de la Conversión de San Pablo, Cádiz, 1719; Santísimo Cristo de las Aguas, iglesia conventual de la Victoria, La Puebla de Cazalla (Sevilla), c. 1720 (desapar.); Nuestra Señora de las Angustias, Alcalá del Río (Sevilla), c. 1720 (atrib.); Santísimo Cristo del Amor, parroquia de Nuestra Señora de la Victoria, Morón de la Frontera (Sevilla), 1720-1725 (atrib.); Cristo Flagelado, parroquia de Nuestra Señora de la Victoria, Morón de la Frontera (Sevilla), 1720-1725 (atrib.); San Francisco Javier, iglesia de San Luis de los Franceses, Sevilla, 1725-1730; Nuestra Señora de los Dolores, parroquia de Santa María de las Nieves, Villanueva del Ariscal (Sevilla), 1725-1730 (atrib.); Santa Ana con la Virgen Niña, parroquia de Nuestra Señora de las Virtudes, La Puebla de Cazalla (Sevilla), 1726; Nuestra Señora del Mayor Dolor, iglesia de Nuestra Señora del Mayor Dolor, Aracena (Huelva), c. 1727 (desapar.); Retablo de la Epifanía, oratorio de San Felipe Neri, Cádiz, 1728; Imágenes de Santiago y San Andrés del retablo mayor, parroquia de San Lorenzo, Cádiz, 1729; Nuestra Señora de los Dolores (primitiva titular de la cofradía de los Servitas), parroquia de San Lorenzo, Cádiz, c. 1729; San Miguel, parroquia de San Lorenzo, Cádiz, 1730; Nuestra Señora de los Dolores, Santísimo Cristo de la Providencia, Santa María Magdalena y San Juan Evangelista, capilla de Nuestra Señora de los Dolores, Sevilla, 1730; Dolorosa, colección particular, Sevilla, c. 1730 (atrib.); Divina Pastora, iglesia conventual de capuchinos, Málaga, c. 1730 (atrib.); Nuestro Padre Jesús del Ecce-Homo, iglesia de la Conversión de San Pablo, Cádiz, c. 1730 (atrib.); Nuestro Padre Jesús Nazareno, parroquia de San Francisco, Alcalá de los Gazules (Cádiz), c. 1730 (atrib.); Cristo Atado a la Columna, ermita del Cristo de la Expiración, Villanueva del Fresno (Badajoz), c. 1730 (atrib.); Nuestra Señora del Mayor Dolor, iglesia de San Jacinto, Sevilla, c. 1730 (atrib.) (desapar.); Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Misericordia, iglesia de San Pedro, Écija (Sevilla), c. 1730 (atrib.); Nuestro Padre Jesús sin Soga, iglesia de Santa Bárbara, Écija (Sevilla), c. 1732 (atrib.); Divina Pastora, iglesia conventual de San Antonio de Padua, Sevilla, 1732 (atrib.); San José, parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, Bormujos (Sevilla), 1733-1735 (atrib.); Virgen Comendadora de la Merced, capilla de la Expiración, Sevilla, c. 1735; Santo Cristo de las Tres Caídas, convento del Espíritu Santo de Triana (posterior titular de la Cofradía de los Gitanos), Sevilla, 1738 (desapar.); Nuestra Señora de los Dolores, convento del Espíritu Santo de Triana (posterior titular de la Cofradía de los Gitanos), Sevilla, 1738 (desapar.); Relieve y esculturas del retablo de la Encarnación, oratorio de San Felipe Neri, Cádiz, 1738- 1739; Nuestro Padre Jesús Nazareno, parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, Lora del Río (Sevilla), 1740 (desapar.); Imaginería del retablo de Santa Ana, parroquia del Salvador, Sevilla, c. 1740; San Fernando, parroquia del Salvador, Sevilla, c. 1740 (atrib.); Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia, iglesia de San Pedro, Carmona (Sevilla), c. 1740-1745 (atrib.); Divina Pastora, parroquia de Santa María Magdalena, Dos Hermanas (Sevilla), 1743; San José, parroquia de San Isidoro, Sevilla, 1742; Andas e imagen de San Elías, para un convento del Carmen Calzado (no identificados), c. 1745.
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José Manuel Moreno Arana