Bolide, Andrés de. Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), 15.XII.1686 – 1.V.1765 post. Escultor.
Hijo de Juan de Bolide, oriundo de San Salvador de Priesca en el obispado de Oviedo, y de María Fuentes Cillero o María de Gancedo, natural de Fresneda, nació el 15 de diciembre de 1686 en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja). Casado con María Julián, hija del relojero de origen francés Tomás Julián y de María de San Martín, tuvo con ella un hijo llamado Francisco Javier. Pero al enviudar en 1754, el 8 de julio de 1756 concertaba su matrimonio con la soltera calceatense Catalina Gómez, con la que tuvo cuatro hijos (Manuel, María, Ángela y Luisa), según figura en su testamento dictado en Santo Domingo de la Calzada con fecha 1 de mayo de 1765.
Formado con toda seguridad como escultor en el taller calceatense de Domingo Antonio de Elcaraeta (de ahí que sus obras tengan tantas concomitancias formales), su mayor virtud consistió en colaborar con el arquitecto burgalés Santiago del Amo en unos momentos en que la columna salomónica acabaría siendo relegada en beneficio de los soportes abalaustrados. Es algo que quedará patente con la realización del voluminoso relicario en templete para el retablo mayor de la iglesia de Bañares, contratado el 17 de mayo de 1718 con Santiago del Amo y cuyo aparato escultórico dejaría en esta ocasión en manos de Andrés de Bolide, aunque lo cierto es que ambos ya habían tenido la oportunidad de colaborar en la realización del colateral del Santo Cristo en Tricio en 1717. Ambos, trabajando en mancomunidad, se prodigarán también por otras localidades riojalteñas, como Sajazarra, por ejemplo.
Junto con los arquitectos Manuel Adán y Julián Martínez, realizó en 1756 el retablo del trascoro de la catedral de Calahorra, construyendo seis imágenes grandes, otras tres pequeñas y unos serafines para el tablero de la historia central.
El 9 de mayo de 1722 daba poder en Santo Domingo de la Calzada para cobrar a Martín de Olamendi, vecino de Logroño, ciento veinte reales “de las echuras de dos niños de escultura que le hize en esta ziudad de su horden”.
Con motivo de tener que hacer frente al alojamiento de soldados y otras cargas propias del estado general en Santo Domingo de la Calzada, el 22 de abril de 1729 inicia los trámites para que se le reconociera su condición de hidalgo, algo que conseguía finalmente el 27 de julio de 1730.
Autor también de varias imágenes para la iglesia de Lapuebla de Labarca (Álava) en 1753, el 22 de mayo de 1758 Andrés de Bolide y su hijo Francisco Javier de Bolide confirmaban que hasta el fallecimiento de María Julián habían vivido todos en la misma casa, incluyendo a María Josefa de Lera, natural de Arnedo y esposa de Francisco Javier de Bolide. Al casarse de nuevo Andrés de Bolide, esa sociedad en mancomunidad que todos disfrutaban tuvo que deshacerse, repartiéndose, por tanto, los bienes que correspondían a cada uno. La casa en que vivían, situada en la calle Mayor de Santo Domingo de la Calzada y provista de un amplio jardín junto a la muralla, le correspondió a Francisco Javier, el cual optó por cederla a su padre gratuitamente, ya que él tenía que pasar a residir a la casa que se había construido en la plaza del Mercado por desempeñar el cargo de alguacil mayor y alcaide de la cárcel del obispado.
Su fama por entonces era tal que en 1762 el escultor José Fernández, vecino de Valladolid, requería sus servicios para reconocer y tasar las imágenes que acababa de tallar para el retablo mayor de Viguera. Pero al no pagarle las correspondientes dietas, del día y medio que dedicó a tales menesteres, Andrés de Bolide interpuso pleito contra él reclamándoselas.
También él fue el encargado de hacer unos angelotes para el retablo mayor de Murillo de Río Leza después de que fuera desmontado y vuelto a instalar tras construirse la nueva capilla mayor de la iglesia.
Obras de ~: imágenes del relicario en templete para la iglesia de Bañares, La Rioja, 1718; imágenes en el colateral del Santo Cristo para la iglesia de Tricio, La Rioja, 1717; imágenes para la iglesia de Lapuebla de la Barca, Álava, 1753; imágenes en el retablo de los Reyes en el trascoro de la catedral de Calahorra, La Rioja, 1756.
Bibl.: M. de Lecuona, “La Catedral de Calahorra. Notas Histórico-Arqueológicas”, en Berceo (Logroño, Instituto de Estudios Riojanos [IER]), n.º 2 (1947), págs. 63-109; E. Enciso Viana y J. Cantera Orive, Catálogo Monumental. Diócesis de Vitoria. T. I, Rioja Alavesa, Vitoria, Obra Cultural de la Caja de Ahorros Municipal, 1967; J. M. Ramírez Martínez, “Edificios Religiosos de Murillo de Río Leza”, en Berceo, n.º 84 (1973), págs. 3-36; Retablos Mayores de La Rioja, Agoncillo (La Rioja), Labelgrafic, 1993; Edificios Religiosos de Calahorra, Logroño, Tipografía Digital, 2004.
José Manuel Ramírez Martínez
