Ramírez de Arellano, Francisco. Albelda (La Rioja), p. s. xviii – ?, m. s. xviii. Escultor.
Natural de Albelda, todo hace suponer que mantendría algún tipo de parentesco con la dinastía de escultores zaragozanos del mismo apellido, aunque él se dedicó en exclusiva a la construcción de retablos en territorio riojano en una época crítica en que el mercado regional estaba capitalizado por el burgalés Santiago del Amo, que ya en 1713 había dejado definidas las constantes del nuevo estilo en el retablo mayor de Canillas de Río Tuerto de la mano de los poderosos Manso de Zúñiga. Ahora bien, el buen hacer profesional de Francisco Ramírez de Arellano despertaría numerosos recelos contra él por parte de Santiago del Amo, que veía en él un peligroso competidor. De ahí la manifiesta animadversión y palabras injuriosas que profirió contra aquél con motivo de la construcción del innovador colateral del Dulce Nombre de Jesús para la iglesia de Ausejo (para el que Francisco Ramírez de Arellano había dado trazas y condiciones en 1733), viéndose forzado a intervenir el arquitecto estellés Juan Ángel de Nagusia para apaciguar los ánimos.
Aun así, sería Francisco Ramírez de Arellano el responsable de fabricarlo en la línea del relicario que él mismo había hecho tan sólo dos años antes para la ermita del Valle de Cenicero. Esto explica por qué eran tan solicitados sus servicios en cuestión de tasaciones, asesoramientos y trazas, si bien su principal virtud consistió en inculcar a su hijo del mismo nombre el cariño por su profesión. Por eso aparecen colaborando con tanta frecuencia en diferentes empresas y por eso su producción obedece a unas mismas motivaciones: colaterales de San José y de la Capilla de San Pedro en el crucero de la iglesia de Palacio en Logroño (1746), trabajos concretos en la portada exterior de la sacristía de Murillo de Río Leza, que tal vez él mismo proyectaría como si fuera uno más de sus retablos (1747), colaterales gemelos para el convento najerino de Santa Elena (1753), reconocimiento del colateral de Santa Engracia en el crucero de la iglesia logroñesa de Palacio (1767). Sin contar otras intervenciones más en Viguera, Clavijo, Alberite, Agoncillo, entre las diversas localidades en las que trabajó. Adscrito a su taller estaba el escultor vallisoletano José Fernández.
Obras de ~: relicario para la ermita de la Virgen del Valle, Cenicero (La Rioja), 1731; colateral del Dulce Nombre de Jesús para la iglesia, Ausejo (La Rioja), 1733; colaterales de San José y de la Capilla de San Pedro para la iglesia de Palacio, Logroño (La Rioja), 1746; trabajos concretos en la portada exterior de la sacristía, Murillo de Río Leza (La Rioja), 1747; colaterales gemelos para el convento de Santa Elena, Nájera (La Rioja), 1753.
Bibl.: J. M. Ramírez Martínez, Guía Histórico-Artística. Murillo de Río Leza, Logroño, Anavia, 1992; Retablos Mayores de La Rioja, Agoncillo (La Rioja), Labelgrafic, 1993; Guía Histórico-Artística. Logroño, Logroño, Gráficas Ochoa, 1994.
José Manuel Ramírez Martínez
