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Gregorio de Sandoval y González de Alcalá

Biografía

Sandoval y González de Alcalá, Gregorio de. Cuenca, s. XVI-XVII – Cartago (Costa Rica), 24.VI.1646. Gobernador de Costa Rica.

Sus padres fueron Juan Martínez de Sandoval y Águeda González de Alcalá. Casó con Gregoria de Escobar, viuda de Marcos de Cortabarría, de Cartagena, e hija de Cristóbal de Escobar y de Isabel Sánchez de los Reyes, vecinos de Madrid. Gregoria había sido dama de la Reina.

El 29 de noviembre de 1634, Gregorio de Sandoval fue nombrado gobernador de Costa Rica, cargo en el que estuvo hasta 1644. Antes había ido a los Ejércitos de Flandes e Italia.

Recién llegado organizó las acciones a favor del enlace comercial de Costa Rica con el Caribe. En ese lugar dispuso a Matina como el puerto principal, para sustituir a Suerre, que había quedado abandonado debido al cambio de curso del río de ese mismo nombre. Arregló el camino que salía de Cartago, abierto años atrás por Anguciana de Gamboa, e hizo construir ranchos para que los viajeros pernotarán o descansaran durante el viaje. Esa apertura dio impulso a la producción de cacao por parte de la elite de Cartago en el valle de Matina. En la ciudad de Cartago, reedificó la casa del Cabildo de Cartago, reparó iglesias en los pueblos de indios y se establecieron en Cartago las primeras carnicerías.

Durante su gobernación, la provincia de Costa Rica sufrió una gran crisis demográfica de la población indígena, debido a la sobreexplotación generada por la encomienda y el repartimiento. Eso motivó que en 1638 Gregorio de Sandoval propusiera la población y pacificación de Talamanca, debido a que era un sitio con gran cantidad de población indígena no reducida. En una información levantada para obtener el apoyo de la Corona, escribió que en Talamanca estaba el valle del Duy y el valle de Guaymí poblado con unos veinticinco mil indígenas rebeldes a la Corona española.

Allí había sido fundada en 1605 la ciudad de Santiago de Talamanca, destruida por una insurrección indígena cinco años después (1610). Gregorio de Sandoval refiere que la población estuvo poblada a orillas del río Tarire y tenía 14 leguas navegables y hasta se fabricaron algunas embarcaciones, con el fin de desarrollar el comercio con Portobelo. Con esos argumentos, Gregorio de Sandoval se comprometía a pacificar la zona y gastar de su propio dinero 16.000 pesos de plata corriente, así como introducir cuatrocientas cabezas de ganado vacuno, cerdo y caballar.

Otro sitio donde buscaron mano de obra indígena fue en las llanuras de los indígenas llamados votos localizadas en el norte de la provincia. En 1640 un grupo de encomenderos y a la vez autoridades de Cartago, fueron autorizados a entrar en la zona en busca de nativos, la mayoría de los cuales habían huido de sus encomiendas. Además, la expedición al mando de Hernando de Sibaja y Jerónimo de Retes tenía como fin explorar el territorio de la cuenca del río Sarapiquí y procurar una salida al río San Juan o Desaguadero.

En el curso medio del río, Jerónimo de Retes fundó el puerto de San Jerónimo de los Votos, sitio que no tuvo éxito.

Otro factor que se sumó a la crisis demográfica indígena fue la presencia de las epidemias, en especial, la viruela y el sarampión. La resistencia de la población nativa a tributar y a trabajar para los españoles también marcó este período. Ya en 1639 las autoridades coloniales ordenaron que tanto solteros como casados, hombres y mujeres mayores de veinticinco años pagaran tributo, prestaran servicios públicos y fuesen repartidos en labores.

 

Obras de ~: “Autos hechos de oficio por el gobernador de Costa Rica, don Gregorio de Sandoval, acerca del descubrimiento de los indios votos y de los ríos Cutrís y Jori”, en Indios, reducciones y el cacao, San José, Editorial Costa Rica, 1976, págs. 153-190.

 

Bibl.: L. Fernández, Colección de Documentos para la Historia de Costa Rica, t. V, San José, Costa Rica, Imprenta Viuda de Luis Tasso, 1907, pág. 306; R. Fernández, Crónicas coloniales, San José, Editorial Costa Rica, 1967; C. Quirós, La era de la encomienda, San José, Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1990.

 

Elizet Payne Iglesias