Wimpffen, Francisco Luis. Altenkirchen, Alsacia (Francia), c. 1760 – Madrid, 29.XII.1831.
Ingresó como distinguido en el Regimiento suizo de Buch, el 26 de diciembre de 1781, siendo promovido a cadete en el Regimiento suizo de Kruter, del 19 de julio de 1782, en donde ascendió seguidamente a subteniente de fusileros (18 de marzo de 1784), subteniente de granaderos (6 de julio de 1785) y 2.º teniente (30 de marzo de 1788). Fue luego primer teniente en el Regimiento de Schwaller, el 9 de julio de 1790, ayudante mayor, el 15 de octubre siguiente y capitán graduado, el 15 de julio de 1793.
Durante la guerra contra Francia, sirvió en el Ejercito de Cataluña, desde el 11 de agosto de 1794, hallándose dos días más tarde en los ataques a Terrades (13 de agosto) y luego en Montroig (21 de septiembre), así como en la defensa de las líneas de Figueras, del 17 al 20 de noviembre, recogiendo durante la retirada, en la llanura de Perelada, mas de mil doscientos fugitivos, que condujo a Figueras. Marchó luego de voluntario a la defensa de Rosas, sirviendo de ayudante del gobernador Domingo Izquierdo, desde el 28 de noviembre de 1794, hasta su evacuación, el 2 de febrero de 1795, recibiendo dos contusiones, durante el mismo. Recibió el grado de teniente coronel, en la promoción del 9 de febrero de ese año y seguidamente el ascenso a capitán 2.º, el 17 del mismo mes. A principios del mes siguiente, marchó destinado al Ejército de Navarra, en donde continuó de ayudante de Izquierdo, hasta la paz.
En julio de 1798, fue ayudante de instrucción, para la nueva táctica, siendo enviado a la Academia de Ávila. Una Real Orden del 19 de abril de 1799, le destinó a Mallorca, como agregado al Estado Mayor del Ejército que allí se reunía, ante la amenaza de los ingleses, siendo nombrado comandante de un tercio de mil doscientos hombres, que tuvo que formar e instruir.
Por otra Real Orden, del 15 de abril de 1800, le encomendó pasar inspección y arreglar y ajustar las cuentes, así como la organización de un destacamento de trescientos hombres del Regimiento suizo de Courten, destinados para el servicio de Holanda. Al tomar el coronel Schmid, el mando del Regimiento de Schwaller, fue nombrado sargento mayor del Regimiento, el 13 de marzo de 1803. El Consejo de Estado del cantón suizo de Soleure, le reconoció como ciudadano del mismo, el 20 de febrero de 1804, asumiendo el mando del Regimiento de Felipe Schwaller, el 4 de octubre siguiente, estacionado en Palma de Mallorca, marchando después de guarnición a Tarragona.
Al estallar la Guerra de la Independencia, fue nombrado por el capitán general de Cataluña, el conde de Ezpeleta, gobernador interino de la plaza de Tarragona, el 7 de junio de 1808, ya que el gobernador Antonio Correa, se hallaba en Barcelona y el teniente de rey, Fernando Seydel, había sido depuesto por el pueblo. Rechazó los ofrecimientos del general Chabran, para incorporarse al Ejército francés.
El 24 de octubre de 1808, se unió al ejército mandado por Juan Miguel Vives, tomando parte a sus órdenes, en el infructuoso ataque a Barcelona, el 8 de noviembre, como segundo jefe de la columna de Carlos Witte. En los ataques del 26 y 27 de ese mismo mes, mandó la 3.ª columna. El 16 de diciembre, sostuvo un ataque en Sarria, hallándose en la retirada a la línea del Llobregat, el día 21, en donde fue 2.º comandante de la izquierda. El 11 de enero de 1809, se le encomendó reorganizar los tercios de migueletes, asumiendo el mando de una división en Igualada. Recibió el ascenso a brigadier, el 2 de febrero de 1809, siendo nombrado mayor general de todos los tercios y el día 23, se le dio el mando de la división del Valles, que conservó hasta agosto. Fue promovido a mariscal de campo, el 1 de mayo de 1809.
Mandando una división a las órdenes de Joaquín Blake, intentó introducir víveres y municiones en la sitiada Gerona, pero fue totalmente derrotado, el 26 de septiembre de 1809, perdiendo cerca de tres mil hombres en el intento. En marzo de 1810, mandó cuatro divisiones, retirándose desde Tarrasa a Tarragona. En mayo siguiente, con tres divisiones, volvió al Llobregat, hasta el 9 de junio, que fue nombrado jefe de estado mayor del primer ejército, a las órdenes de Enrique O’Donnell. Asistió a las acciones del mes de agosto en el llano de Tarragona, contra las tropas de Macdonald, particularmente el 25 de agosto, que libró al pueblo de Valls.
Al ser herido gravemente O’Donnell, mandó interinamente el ejército, desde septiembre a fines de diciembre de 1810. A principios de 1811, fue enviado a Cádiz, con el fin de solicitar socorros, siendo allí nombrado, subinspector de infantería del 4.º ejército, el 2 de mayo y al mes siguiente, jefe de estado mayor de ese ejército, en la Isla de León, mandándolo interinamente desde octubre de 1811, hasta el 12 de febrero de 1812, que llegó Enrique O’Donnell. El 26 de febrero de 1812, fue nombrado vocal de la Comisión Militar de la Dirección de la Guerra y 2.º jefe del Estado Mayor General, asistiendo a los últimos meses de la defensa de Cádiz.
El 3 de enero de 1813, fue nombrado jefe del estado mayor general en campaña, agregado al cuartel general de lord Wellington, con quien mantuvo siempre buenas relaciones y en cuyo empleo permaneció hasta el final de la guerra, hallándose presente en las batallas de Vitoria, Sorauren, Nivelle y Toulouse. El 19 de abril de 1814, firmó con Suchet, el fin de las hostilidades en Cataluña.
Finalizada la guerra, se trasladó a Madrid, siendo el 8 de julio de 1814, nombrado vocal de la Junta de Organización del Ejército, presidida por el infante don Carlos. Días más tarde fue ascendido a teniente general, el 28 de julio. Recibió así mismo el nombramiento de Patricio, otorgado por el cantón de Soleure, el 16 de agosto.
Durante los Cien Días, fue jefe de Estado Mayor del Ejército de Observación de Aragón, a las órdenes de José Palafox, en cuyo empleo permaneció desde el 30 de abril de 1815, hasta la disolución de ese Ejército, el 31 de enero de 1816, que regresó a Madrid.
El teniente general Pedro Agustín Girón, 2.º comandante de ese Ejército, opinaba sobre Wimpffen en sus Recuerdos “... grave y formal, militar muy instruido y hombre honrado y apreciable”.
El 5 de septiembre de 1816, fue nombrado vocal de la Junta de Fortificaciones, bajo la presidencia del infante Don Carlos y el 11 de noviembre, vocal de la Junta de Hacienda. En ese mismo año, le fue concedida la Gran Cruz de San Fernando (21 de agosto) y dos años mas tarde la de San Hermenegildo (2 de agosto de 1818).
El 28 de junio de 1819, fue comisionado para pasar revista de inspección a los tres regimientos suizos que quedaban (Wimpffen, De Zey y Kaiser), realizando la 1.ª en Salamanca, el 16 de agosto y trasladándose a Palma de Mallorca, donde se encontraba el 4.º (De Zey) y en donde le sorprendió la proclamación de la Constitución, que juró el 18 de abril de 1820, siendo nombrado al día siguiente, vocal de la Junta Consultiva.
El 7 de enero de 1821, fue designado vocal de la Asamblea de la Orden de San Fernando. Tras el restablecimiento de Fernando VII, fue comisionado por los gobiernos de España y el de la Confederación Helvética, para realizar la reforma de los regimientos suizos.
El 23 de marzo de 1825, se aprobó su purificación por su conducta durante el periodo constitucional, falleciendo soltero en Madrid, en 1831.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Expedientes Personales, U-35; Célebres, Caja 934, exp. 69; Archivo General de Simancas, Secretaría de Guerra, leg. 2660, C.º IV, fol. 35.
A. Blanch, Historia de la Guerra de la Independencia en el antiguo Principado, Barcelona, 1861; J. Gómez de Arteche, Guerra de la Independencia, Madrid, Imprenta y Litografía del Depósito de la Guerra, 1868-1903; VV. AA., Campaña en los Pirineos a finales del Siglo xviii, t. III, vol. 2, Madrid, Servicio Histórico Militar, 1954; Servicio Histórico Militar, La Guerra de la Independencia, Madrid, Librería Editorial San Martín, 1972; P. A. Girón, Recuerdos (1778-1837), t. II, Pamplona, Ediciones de la Universidad de Navarra, 1979.
Alberto Martín-Lanuza
