Martínez Rubeo, Pedro. Ródenas (Teruel), 1614 – Palermo, Sicilia (Italia), 29.XI.1667. Arzobispo de Palermo, presidente del Reino de Sicilia, auditor de la Rota, vicario general del Arzobispado de Valencia y provisor.
Hijo de Juan y Ana Gómez Corbatín, hizo sus estudios en el colegio de Nuestra Señora de Torrejón en Zaragoza y se doctoró en Jurisprudencia, consiguiendo, en 1636, la cátedra en la Universidad de Zaragoza. Pasó después a ser provisor, y también vicario general del Arzobispado de Valencia. En 1647 fue deán de Teruel, y visitador del patrimonio real de Cerdeña por orden del monarca Felipe IV. Continuó siendo auditor de la Rota en la Santa Sede y, por la muerte de monseñor fray Martino de León, fue promovido al Arzobispado de Palermo, tomando posesión del mismo el 6 de noviembre de 1657.
Meses antes, le había llegado un despacho de Madrid con data del 21 de julio de 1657, en el que Su Majestad le nombraba presidente del reino, pero al encontrarse en Roma a la espera de su promoción arzobispal, declaró, que en su ausencia, fuese presidente regente del reino de Sicilia, monseñor Juan Bautista Ortiz de Espinosa, juez de la Monarquía, como consta por el despacho firmado en Mesina el 16 de septiembre de 1657. No juró su cargo hasta el 11 de diciembre de 1657, haciendo su entrada en Palermo como hombre poderoso del reino, pues era a la vez presidente del reino y arzobispo de la capital palermitana.
Monseñor Martínez Rubeo el 22 de julio de 1658 quiso celebrar el parlamento general, aunque se convocaba con un año de retraso. En dicha sesión, se prorrogaron los subsidios trienales que solían confirmarse y, además, se acordó dar un donativo extraordinario de 100.000 escudos, y se hizo entrega de los acostumbrados regalos al presidente del reino y a sus regios ministros. Los 100.000 escudos donados sirvieron para restaurar las diversas fortificaciones del reino. El nuevo virrey, Fernando de Ayala, llegó a la isla en enero de 1660.
Fue también auditor de la Sacra Rota Romana. Los últimos años de su vida los pasó a las órdenes del pontífice Alejandro VII, quien lo tuvo por su prelado doméstico, e incluso tuvo intención de crearlo cardenal, pero finalmente no se hizo efectivo.
Asumió bien sus responsabilidades políticas en los complejos reinos hispanos de Italia tras la Paz de Westfalia, como constataba Juan de Austria en su escala en Caller en 1651, alabando el gobierno de Pedro Martínez con integridad dignísima en tan relevante empleo, así como sus muestras de atención con el huésped. También se ocupó a fondo de sus labores pastorales, de la interpretación de la Sagrada Escritura y de literatura, acopiando “una molto inmensa libraria religiosa, ripiena di Santi Patri e di scrittori d’ogni professione”. Fruto de aquélla fue la Relación acordada del reino de Cerdeña enviada al Rey y citada por Latassa, sus Capítulos de la nueva fundación de la Contaduría, sus cartas, edictos pastorales y Epístolas. Destacó por su extraordinaria memoria, la práctica de la oración y de duras penitencias y su paciencia, así como por su generosidad.
Con ella dotó “singolarmente la sua Chiesa Cathedrale” y la “suntuosa Fabrica del Palazzo Arcievescovale” de Palermo. También la catedral de Teruel conserva una custodia, un doselillo y un arca para el monumento con la inscripción “Humilium celsitudini Petrus Martinus Rubio, Decanus turolensis, Sardiniae Viceregia Gubernator Sacrae Romanae Rotae Auditor”.
Su alabanza consta en las obras de Herrera y Esmir (1690), en los estudios turolenses de Gascón y Guimbau (1908) y de Sánchez Muñoz (1881) y en el Viaje de España de Antonio Ponz. Una síntesis biográfica y un balance religioso y civil de su gobierno figura en la oración fúnebre que le dedicó el jesuita padre Giuseppe Ferrugia en 1668, impresa en Nápoles por Luc’Antonio di Fusco con el título L’Aurea statua del sole tramontano, dedicada al “Illustriussimo Signor Angelo Martinez Rubio, Marchese di Bonfornello, fratello del sudetto Arcievescovo”, a la que acompaña un retrato grabado del personaje.
Obras de ~: Capitoli Della nova fondazione Della nuova contaduría formata d’ordine [...] per la buona amministrazione delli patrimoni delli monasterii di questa citta di Palermo, Palermo, 1659.
Bibl.: J. A. Herrera Esmir, Cifra histórica que precede a la vida de los Santos Mártires San Juan de Perusia y San Pedro de Saxoferrato, Zaragoza, 1690; G. E. di Blasi, Storia cronologica dei vicerè, luogotenenti e presidenti del regno di sicilia, Palermo, Stabilimento Tipografico di Pietro Pensante, 1871; M. Sánchez- Muñoz Chlusowietz, Apuntes críticos y biográficos acerca de los hombres célebres de la Provincia de Teruel, Teruel, 1881; D. Gascón y Guimbao, Prelados Turolenses por el lugar de su nacimiento, Teruel, Imprenta de la Beneficiencia, 1907; Relación de Escritores de la Provincia de Teruel: nombres, lugar de nacimiento, siglos en que florecieron, Zaragoza, Imprenta Mariano Escar, 1908; A. y A. García Carraffa, Diccionario heráldico y genealógico de apellidos españoles y americanos, t. XXX, Madrid, Imprenta Antonio Marzo, 1920-1963; L. V. Pastor, Historia de los Papas, vol. XXXI, Barcelona, Gustavo Gili, 1950; J. M.ª Jaime Loren y J. Jaime Gómez, “Pedro Martínez Rubio y Gómez”, en Xiloca, n.º 8 (1991); M. Gómez Uriel, Bibliotecas antigua y nueva de escritores aragoneses de Latassa, aumentadas y refundidas en forma de diccionario bibliográficobiográfico, Pamplona, Analecta Ediciones y Libros, 2001 (ed. facs. de la de 1884-1886).
Esther Jiménez Pablo y Manuel Fuertes de Gilbert Rojo , barón de Gavín