Lindell Díaz, Jorge. Málaga, 1.II.1930 - 15.VIII.2015. Pintor y grabador.
De niño tuvo dos aficiones, la música, que le inculcó su padre, malagueño de origen finlandés, profesor de Música, y la pintura, innata en él. Cursó estudios de primaria y secundaria simultáneamente a los del Conservatorio, que abandonó el último año de especialidad de Violonchelo, la misma de su progenitor. En 1947 recibió clases de Dibujo con Luis Bono. En 1948 viajó a Madrid y asistió como oyente en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, a la par que visitó las primeras galerías comerciales tras la Guerra Civil, contactando con Vázquez Díaz, Gregorio Prieto, Francisco Mateos y Willi Baumaister; para subsistir trabajó como escaparatista y pintó abanicos o diseñó carteles. A su regreso a Málaga, en 1949, ingresó en la Escuela de Artes y Oficios con Federico Bermúdez Gil. Lindell y otros compañeros, como Chicano o Alberca, hicieron esbozos por las calles y fundaron en las bodegas El Pimpi la Peña Montmartre (1953-1956), con el propósito de renovar el panorama artístico de Málaga, anclado en el academicismo, contando con el apoyo de intelectuales locales, como Juan Temboury, Bernabé Fernández Canivell y Alfonso Canales. Pronto compatibilizó su actividad artística, expositiva y docente, como profesor de Dibujo, con el trabajo de administrativo en la Caja de Ahorros de Ronda, ya que 1956 se casó con Elisa González Cañestro, con la que tuvo seis hijos; además desempeñó tareas de enlace sindical y como director de la Sala de Exposiciones de la misma entidad financiera. En 1957, junto con Guevara, Alberca, Ramón y Virgilio, constituyeron el Grupo Picasso, al que más tarde se incorporaron Chicano, Barbadillo, Brinkmann o Stefan, entre otros, manteniendo y profundizando iguales propósitos, pero no de forma unánime, lo que llevó en 1964 a su disolución.
En sus primeros trabajos, hay un predominio de la línea, en paisajes o escenas de factura estilizada, y poco color, alternados con escenas religiosas de acento místico e informal al estilo vidriera de Rouault. Paralelamente experimentó esquemas constructivistas, en base a triángulos, en cuyos fondos a veces aparecen trazos gruesos y cortos, que anticipaban su obra posterior, en sintonía con el expresionismo abstracto americano y con los informalistas europeos, como sus amigos Baumeister y Fautrier, a quienes conoció en París en 1965. Lindell parte de la descomposición cubista de las formas y deconstruye lo ya deconstruido, eliminando lo accesorio.
El fundamento de su obra es la composición, basada en la capacidad constructiva del color, distribuido en zonas de las que emergen referencias de aquellos elementos más significativos que rescata de lo concreto, impregnando esa estructura cromática de un profundo lirismo.
A través del Servicio de Medios Audiovisuales, intentó renovar también el tejido social de su ciudad.
Considerando el grabado, más asequible, vehículo idóneo para difundir sus presupuestos plásticos e ideológicos, y para fomentar el coleccionismo, fundó El Pesebre (1966-1969), primer taller de Andalucía, con Stefan, McDonald y Guillermo Silva Santamaría, de quien aprendieron las técnicas, y después el Colectivo Palmo (1979-1987), donde desinteresadamente impartía clases de Grabado Calcográfico. Por último, Ataurique (1989), que no cuajó.
Obras de ~: Cuarteto Vegh, 1950; Crucifixión, 1952; El circo, 1958; Kho i Nor, 1969; Felipe IV, 1971; Motor asincrónico, 1972; Inquisidor, 1973; Tubos, 1974; Cábalas, III, 1977; Minotauro en Creta, 1995; Kosovo, 1999 (a partir de 1980 no titula casi ninguna obra).
Bibl.: F. J. Palomo Díaz, “En torno al magicismo. La pintura de vanguardia en Málaga”, en Estudios Picasianos, Mádrid, Ministerio de Cultura, 1981; I. Coloma, “La renovación plástica malagueña actual”, en VV. AA., Málaga y su provincia, t. III, Granada, Anel, 1985, págs. 1006-1022; M. A. Gamonal, “Medio siglo de vanguardias”, en VV. AA., Historia del Arte en Andalucía, Sevilla, Gever, 1994; VV. AA., Dibujos mínimos (hablando de Jorge Lindell), Málaga, La Torre de Comares, 1996; VV. AA., Lindell. Antológica (1950-1997), Málaga, Fundación Picasso-Ayuntamiento, 1997; E. Castaños Ales, La pintura de la vanguardia en Málaga durante la segunda mitad del s. XX, Málaga, Fundación Picasso, 1997, págs. 28-31; A. Thiery, Málaga: 1962-1975. El difícil renacer de una cultura comprometida, memoria de máster, Reims, Universidad, 1999; B. Palomo, La renovación plástica en Andalucía. Del Equipo 57 al CAC de Málaga, Málaga, CAC y Ayuntamiento, 2004, págs. 186-188; J. F. Palomo, La estampa de Málaga en el s. XX, ts. I y II, Málaga, Diputación, 2005, págs. 57-192 y págs. 166- 184, respect.
Isabel Hurley Molina