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Baltasar Vargas de Figueroa

Biografía

Vargas de Figueroa, Baltasar. Bogotá (Colombia), 23.IV.1629 – 19.II.1667. Pintor.

Hijo del pintor neogranadino Gaspar de Figueroa y de Lorenza de Vargas. Para diferenciarlo de su abuelo, llamado Baltasar de Figueroa, se le conoce como Baltasar Vargas de Figueroa. Alguna vez se firmó Baltasar Pérez de Figueroa, utilizando el segundo apellido materno, en un cuadro sobre el Purgatorio que pintó en 1662, con destino al Convento de las Carmelitas Descalzas de Santafé. Formado en el taller de su padre, se advierte en estos dos pintores una notable y estrecha relación que dificulta la correcta atribución de los cuadros que no están firmados, pues muchos de los que se presume son de Gaspar, fueron terminados por su hijo. También en el cargo militar de alférez de milicias, Baltasar de Vargas sucedió a su padre.

Se dice que con él se formaron los pintores Gregorio Carvallo de la Parra y los hermanos Juan Bautista y Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos. Al encontrarse en un gran taller, es posible que Gregorio Vásquez haya recibido lecciones de los dos Figueroa: de Baltasar y de Gaspar. Con abundante clientela, en 1658 Baltasar de Vargas recibió el encargo de veinte cuadros para la capilla mayor del Convento de la Concepción, pero sólo pudo cumplirlo parcialmente. El 23 de noviembre de 1660 firmó un contrato en el que se comprometía a pintar todos los cuadros de la iglesia de Nuestra Señora de Chiquinquirá, pero parece que este fue un trabajo que tampoco pudo realizar.

Como era tradicional, sus temas fueron de carácter religioso, aunque también elaboró algunos retratos de eclesiásticos y de civiles. De estos últimos los más interesantes son quizás, los que acompañan a la Virgen de los Corazones del templo de Las Aguas de Bogotá en donde alrededor de la Virgen se encuentran los retratos de fray Cristóbal de Torres, Francisco Fernández de Acuña, caballero de Santiago, San Juan Bautista y una dama, posiblemente donante de la obra.

Baltasar Vargas de Figueroa incurría en ciertos errores en la proporción de las figuras, e igualmente era torpe en cuanto al trabajo de las manos: no sólo se le dificultaba “cerrarlas”, sino también darles expresión.

En cambio, las caras son en general muy delicadas y cuidadosas. Con frecuencia repitió el mismo rostro en cuadros diferentes. Prestaba mucha atención a los trajes, especialmente cuando estaban elaborados con brocados. Una interesante y reciente atribución a este pintor es el cuadro de La Piedad de Santa Clara, cuyos donantes poseen notables calidades, tanto en sus rostros como en las joyas y encajes con que van engalanados.

Al igual que los demás artistas coloniales, Baltasar Vargas de Figueroa se sirvió de grabados europeos como modelos para sus pinturas. En su testamento dice, refiriéndose a las pertenencias que deja : “Los seis libros de vidas de Santos, con estampas para las pinturas, mas un libro de Achitectura, necesario a el Arte, mas de mil y ochocientas estampas que habían costado unas a doce, otras a patacón y otras quatro reales; mas cuarenta y cinco o cincuenta copias sacadas a mano del d(ic)ho difunto para pintar por ellas (...) mas otras muchas que el susod(ic)ho no declaró por estarse muriendo, como son láminas y cuadros, mas otros lienzos que estaban en un cajón”.

Seguramente para atender a los numerosos encargos de las monjas de Santa Clara de Tunja y de particulares, realizó varias versiones de El milagro de Soriano, inspirado en el cuadro original del pintor español Juan Bautista del Maíno, OP (1594-1654) sustituyendo unos elementos por otros y modificando los ropajes de las santas. En 1666, Baltasar de Figueroa debía a don Antonio Machado de Chaves, racionero de la Catedral de Santafé, tres cuadros de La Adoración de los Reyes, La Asunción de Nuestra Señora y la Natividad, según testamento otorgado por dicho sacerdote el 23 de agosto de 1666. Es el autor de numerosas series sobre la vida de la Virgen: para las iglesias de San Ignacio y San Francisco de Bogotá, para el templo de Monguí, para el de Tabio y para el Convento de la Concepción, encargado en 1658, conjunto que ha sido recientemente restaurado.

 

Obras de ~: San Martín partiendo su capa con un mendigo, Iglesia-Museo de Santa Clara, 1647; El martirio de Santa Bárbara, 1659; La Virgen orante, Museo de Arte Colonial, 1661; Virgen de las Mercedes, Templo de San Francisco de Bogota, 1667; Virgen ó Reina de los Corazones, Templo de Las Aguas de Bogotá, s. f.; La Piedad con donantes, Iglesia Museo de Santa Clara, s. f.; Series sobre la vida de 1a Virgen Iglesias de San Ignacio y San Francisco de Bogotá, Templo de Monguí, Templo de Tabio y Convento de la Concepción, s. f.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de la Nación (Bogotá), Notaría 3.ª, 1660, vol.68, fols. 296v.-297r., Contrato de Baltasar de Figueroa con los frailes dominicos; Notaría 3.ª, 1666, vol. 81, fols. 644r.-646r., Testamento de Antonio Machado.

G. Hernández de Alba, “El Alférez Baltasar de Vargas Figueroa”, en Teatro del arte Colonial, Bogotá, Litografía Colombia, 1938, pág. 27; M. Fajardo de Rueda, “Baltasar Vargas de Figueroa”, en VV. AA., Gran Enciclopedia de Colombia, Bogotá, Círculo de Lectores, 1993, pág. 615; M. Fajardo de Rueda, Documentos inéditos para la historia del arte colombiano, Bogotá, Archivo General de la Nación, 2005.

 

Marta Fajardo de Rueda