Mercado de Peñalosa, Pedro. ?, s. m. s. xv – 1.VIII.1553. Consejero de Indias y de Castilla.
Nació en la segunda mitad del siglo xv, aunque se desconoce el lugar exacto. Su matrimonio con Catalina Briceño, hija del alcalde Ronquillo, permitió que iniciase una carrera administrativa apoyándose en sus relaciones familiares, además este matrimonio le permitió emparentar con la nobleza de Arévalo. Durante el movimiento comunero que tuvo lugar en Castilla, Pedro y su suegro, el alcalde Ronquillo, se alzaron como opositores de dicho levantamiento.
Una vez se licenció en Leyes y gracias al apoyo familiar, fue incluido en las relaciones de candidatos para la provisión de diferentes plazas en el ámbito administrativo, lo que le permitió el acceso a la Chancillería de Granada como oidor. En el año de 1530, gracias a las solicitudes de Ronquillo a Juan Pardo de Tavera, fue promovido a la Chancillería de Valladolid para ocupar el puesto que había dejado vacante el licenciado Contreras con su muerte.
El emperador Carlos V pronto se fijó en la figura de Pedro, debido no sólo a su trabajo en las Chancillerías, sino también por las relaciones que mantenía con el ministro antes mencionado. La prueba más clara del apoyo imperial es la respuesta que dio Carlos V en una carta al presidente del Congreso, donde incluía una lista de candidatos para la fiscalía del Consejo Real. Junto con el nombre de Mercado de Peñalosa estaban los del licenciado Gutierre Velázquez y el doctor Anaya, a los que el Emperador tenía en consideración por haber nacido en territorio realengo, creyendo que esto les daría independencia para actuar en una tarea tan proclive a diferencias con los nobles. Sin embargo, Pedro no llegaría a acceder a esta plaza sino que ocupó el puesto de consejero en el Consejo de Indias, con Título de 15 de octubre de 1531, en la plaza vacante por la muerte de Isunza.
Se mantuvo en este cargo hasta que alcanzó el puesto de alcalde de Casa y Corte el 2 de marzo de 1535 en Barcelona, siendo sustituido en el Consejo de Indias por Gutierre Velázquez, lo que muestra el interés de Carlos V por favorecer a determinados hombres. Asumió el cargo en un momento crítico, cuando se preparaba la partida hacía la jornada de Túnez.
Durante este viaje, Mercado de Peñalosa parece que cumplió favorablemente con las expectativas que el Emperador había puesto en él, lo cual se refleja en que nada más regresar a tierras castellanas formó en su favor Título del Consejo Real el 1 de enero de 1537, para la vacante de Montoya, de la cual tomó posesión el 23 de febrero de ese mismo año.
El licenciado Mercado fue en diversas ocasiones presidente del Honrado Concejo de la Mesta, primero en 1539, más tarde en 1544 coincidiendo con el doctor Escudero, y por último en 1545, junto con el licenciado Alderete, mientras el presidente intercedía por mercedes para sus numerosos hijos. Pero mientras Mercado ascendía, aquellos que en un principio habían promovido su carrera no conseguían sus propósitos. La relación que mantenía con su suegro, el alcalde Ronquillo, frenó que este último entrase a formar parte del Consejo Real.
Mientras fue consejero de Castilla, siguió trabajando sobre los asuntos indianos y en el mes de agosto de 1538 recibió merced, junto a los consejeros de Indias Beltrán y Suárez de Carvajal, así como con el secretario Samano, del alumbre procedente de Nicaragua y Nueva España, si bien quedaba reservada para la Hacienda real la décima parte del producto refinado. En 1542 fue llamado para asistir y participar en la junta de Valladolid, cuyas conclusiones fueron decisivas para la promulgación de las Leyes Nuevas, y destacó en esta junta por defender, junto con Sebastián Ramírez de Fuenleal —con el que rubricó un parecer—, la eliminación de la encomienda en las Indias. Sin embargo, la dificultad de llevar a buen término estas normativas debido a la resistencia que existía en las Indias y a las continuas expediciones de conquistas hizo necesario establecer y definir la legislación con el objetivo de marcar unas pautas en las relaciones y tratamientos dados a los indígenas y por este motivo fue necesario convocar una nueva junta, celebrada también en Valladolid, en 1550.
Mercado también asistió a dicha junta, por ser considerado uno de los mejores expertos del tema. Igualmente, no se aprecia disminución del papel de Mercado en la resolución administrativa con la dirección efectiva de los reinos castellanos por el príncipe Felipe, es más, este recurría a él para demorar el entendimiento en el Consejo Real cuya sustanciación no convenía. Su influencia finalizo el 1 de agosto de 1553, cuando le alcanzó la muerte. Sin embargo, en el Consejo Real su linaje permaneció a través de su hijo, Luis Mercado.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Escribanía Mayor de Rentas, Quitaciones de Corte, leg. 37, n.os 1026- 1042; Estado, leg. 124 n.º 79.
VV. AA., Colección de Documentos inéditos relativos al descubrimiento, conquista y organización de las antiguas posesiones españolas de Ultramar, vol. 14, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1885 (Codoin, Ultramar, serie II), pág. 123; P. Girón, Crónica del Emperador Carlos V, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1964, pág. 98; P. Gan Giménez, “El Consejo Real de Castilla: tablas cronológicas (1499-1558)”, en Chrónica Nova, 4-5 (1969), págs. 118-119 y 128-129; La Real Chancillería de Granada (1505-1834), Granada, Centro de Estudios Históricos de Granada y su Reino, 1988, pág. 283; I. J. Ezquerra Revilla y H. Pizarro Llorente, “Mercado de Peñalosa, Pedro”, en J. Martínez Millán (dir.), La Corte de Carlos V, vol. III, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2000, págs. 282-283; E. Schaefer, El Consejo Real y Supremo de las Indias, vols. I y II, Madrid, Marcial Pons-Junta de Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura, 2003, pág. 354 y págs. 269-271, respect.
Alejandro López Álvarez