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Melchor Villena y Vila

Biografía

Villena y Vila, Melchor. Pedro Juan Jiménez. Carpesa (Valencia), 11.II.1564 – Valencia, 13.XII.1655. Médico.

Nació en el seno de una familia con gran tradición cultural, de la que habían salido algunos políticos notables y escritores como Enrique de Villena e Isabel de Villena, autora de la famosa Vita Christi. Su padre era Cristóbal Villena y su madre, Ana Vila, que gozaban de una posición económica desahogada que les permitió dar estudios a siete de sus doce hijos. En la Universidad de Valencia obtuvo los grados de bachiller en Artes el 24 de noviembre de 1583, y en Medicina el 31 de enero de 1589; también el grado de doctor en marzo del mismo año. Tuvo como profesores a Luis Almenara y Jaime Honorato Pomar, quienes le consideraron como uno de sus alumnos más brillantes. A este último se debe, quizás, su interés por el estudio de las plantas. Pomar sustituyó a Juan Plaza en la Cátedra de “herbes” de la Universidad de Valencia y participó en el montaje y organización del Jardín Botánico de Aranjuez.

Melchor Villena se casó con Caterina Climent y Barberá, natural de Castelló de Rugat, hija de Miguel Climent y Juana Barberá, el 26 de abril de 1592. Del matrimonio nació un hijo que murió en plena juventud cuando estudiaba derecho en Lérida en el transcurso de unos disturbios estudiantiles.

El 17 de marzo de 1594 fue elegido “conjunt” o sustituto del catedrático Luis Almenara en la examinatura de Medicina. En octubre de 1596 se incorporó al claustro de la Facultad de Valencia como titular de una de las catedrillas o ayudantías destinadas a cubrir a cualquier catedrático que faltara por enfermedad u otro motivo. Tres años después, fue nombrado catedrático de “herbes”, en sustitución de Jaime Honorato Pomar, puesto que ocupó hasta 1621. A partir de este año pasó a desempeñar la Cátedra de Práctica o “prima de medicina”, culminación de la carrera académica de cualquier médico. Sustituyó al que era catedrático de la materia García Salat. Villena trató, sin embargo, de simultanearla con la de “herbes”, lo que le reportó un largo y complejo enfrentamiento con los “jurats” municipales, que eran los responsables de la Universidad. En octubre de 1623 los “Jurats” acordaron desposeer de sus cátedras a Melchor de Villena y a Jerónimo Romá, por estar en desacuerdo con la forma de cumplir sus obligaciones docentes. En el caso de Villena, alegaban que no había cumplido con el compromiso de explicar todas las lecciones. Al conocer la resolución del “Consell de la ciutat” acudió al Rey para que se revocara la orden, consiguiendo que se le devolviera la cátedra. Se jubiló en 1649, seis años antes de su muerte.

En 1611 formó parte de una comisión singular a petición de dos jueces eclesiásticos que estaban realizando las diligencias previas para el inicio del proceso de beatificación del arzobispo de Valencia fray Tomás de Villanueva, con el fin de que reconociera el cadáver del prelado.

Villena tuvo un gran prestigio como clínico. Entre sus pacientes figuraron nobles, virreyes y los personajes principales de Valencia. Felipe IV propuso en dos ocasiones que fuera médico de cámara; él lo rechazó las dos veces. Ocupó también diversos cargos públicos, como examinador de médicos, despachador de la Audiencia y médico del Santo Oficio. Llegó a tener una gran fortuna que invirtió en la fundación de un colegio universitario para estudiantes pobres (Colegio de los Santos Reyes), último de los centros de este tipo que se crearon en la Universidad de Valencia y que funcionó hasta mediados del siglo XIX. Era un edificio cercano al edificio central de la Universidad, en la plaza de la Aduana que hoy se llama de Alfonso el Magnánimo; alojaba a diez colegiales que debían de residir en su recinto y acatar sus constituciones; su edad debía de oscilar entre los dieciocho y veinticinco años y se les exigía pruebas de limpieza de sangre y de ser cristianos viejos.

Participó en muchas tareas de tipo sanitario. La más destacable fue la elaboración de un informe sobre la epidemia de peste que sufrió Valencia en 1647; lo redactó con la colaboración de Vicente Miguel Gil y Diego Pruñonosa, que también era catedrático de Medicina. En dicha obra se analizaba si la enfermedad era verdadera peste o no, los síntomas por los que se manifestaba y estragos que había causado, las precauciones que se habían tomado para impedir su contagio y los remedios que se habían mostrado más eficaces.

Villena fue elogiado como “nuevo Hipócrates valenciano”, no sólo por sus actividades como médico práctico sino por su dedicación a la botánica. Herborizó en todo el territorio valenciano, especialmente en la Sierra Mariola. También estudió las plantas medicinales de otras zonas; peregrinó por toda Castilla hasta Portugal y se adentró además en Cataluña, Pirineos y Monserrat.

Sólo llegaron a imprimirse algunos folletos de Villena. Casi todos giran en torno al uso de las escamas de acero que publicó bajo seudónimo en 1620 y 1623; firmó como “Pedro Juan Jiménez, estudiante de medicina”. Tenían la finalidad de polemizar con Miguel Jerónimo Roma, también catedrático de Valencia, que había defendido la utilidad terapéutica de las escamas metálicas. El otro es el informe sobre la peste de 1647 que antes se ha mencionado. Se tiene noticia de dos obras de tipo botánico que quedaron manuscritas y todavía no se han hallado. Según Escritores del reyno de Valencia, una lleva el título Disputatio de Plantis in undecim secciones distributa, que se guardaba en el archivo del Colegio que Villena había fundado. Trataba de las plantas que se encontraban en puntos cercanos a la ciudad: huerto del Convento de Jesús, Monteolivete, Grao, Barranco de Carraixet, Dehesa de la Albufera, Barranco de Torrente, Montañas de la Murta en el término de Alcira y las de Picaltejo en Requena. La otra era Libro de Yerbas, manuscrito en folio y más extensa que la anterior.

La mentalidad científica de Melchor de Villena puede situarse de forma estricta en el llamado galenismo escolástico. La razón de su celebridad fue el éxito que logró como médico práctico y también por la posición social elevada que llegó a alcanzar.

Cuando falleció, fue enterrado al día siguiente, es decir, el 14 de diciembre de 1655 en la capilla de San Erasmo del convento de Santo Domingo, mientras finalizaban las obras de la capilla del colegio que había fundado, donde recibiría sepultura definitivamente.

 

Obras de ~: Antipologia ad Apologiam Michaelis Hieronymi Roma [...] pro his qui dammant usum aquamae aeris, Valentiae, P. Patricius Mey, 1620; Apologetici Operis, Doctoris Michaelis Hieronimus Roma circa usum squamae aeris Antipologie, Valencia, J. Crisóstomo Gárriz, 1620; Castigatio Reclamationis in qua de metallicis medicamenti disputavit Michael Hieronimus Roma, Matriti, Vidua Ferdinandi Correa Montenegro, 1622; Secundae satisfactoriae reclamationes castigatio, Madrid, apud Viduam Ferdinandi Correa Montenegro, 1622; con V. Miguel Gil y P. Pruñonosa, Relación y discurso de esencia, preservación y curación de las enfermedades pestilenciales que hubo en la Muy Noble y Leal Ciudad de Valencia el año de 1647, Valencia, J. Crisóstomo de Gárriz y Bernardo Nogués, 1648.

 

Bibl.: A. Chinchilla, Anales históricos de la medicina en general y biográfico-bibliográficos de la española en particular, vol. II, Valencia, Imp. de López y Cía, 1841-1846, págs. 399-400; A. Hernández Morejón, Historia bibliográfica de la medicina española, vol. V, Madrid, Vda. de Jordán e hijos, 1842-1852, págs. 7-14; P. L echón y Moya, Sesión apologética dedicada al Dr. Melchor de Villena, Valencia, Instituto Médico Valenciano, 1884; F. Martí Grajales, “El Doctor Melchor e Villena”, en Revista Valenciana de Ciencias Médicas, 17 (1915), págs. 320-330 y 337-346; M. Vico Monteoliva, “La obra pedagógica del Melchor de Villena, catedrático de medicina, director del jardín botánico y médico de Felipe IV”, en Estudios dedicados a Juan Peset Aleixandre, vol. II, Valencia, Universidad, 1982, págs. 723-741; F. Bujosa Homar, “Melchor Villena y Vila”, en J. M. López Piñero, Th. F. Glick, V. Navarro Brotons y E. Portela Marco, Diccionario Histórico de la Ciencia Moderna en España, vol. II, Barcelona, Península, 1983, págs. 424-425; A. Felipo Orts, “Apuntes para una biografía de Melchor de Villena, catedrático de la Universidad de Valencia”, en Asclepio, 39 (1987), págs. 253-271; J. Micó Navarro, “Melchor de Villena (1564-1655), catedrático de “herbes” y fundador del Colegio de los Santos Reyes”, en Médicos, 43 (1994), págs. 8-11.

 

Francisco Pelayo López