Arriaga, Rodrigo de. Logroño (La Rioja), 17.I.1592 – Praga (República Checa), 7.VI.1667. Teólogo, filósofo y jurista jesuita (SI).
Bautizado en la iglesia parroquial de Santa María de Palacio el 1 de febrero de 1592, ingresó en la Compañía de Jesús, en Logroño, el 17 de septiembre de 1606. Estudió Filosofía en Medina del Campo bajo la docencia del padre Jerónimo de Lazárraga (cursos 1608-1609 y 1609-1610) y de Juan de Lugo (curso 1611-1612). El curso 1612-1613 comenzó el estudio de la Teología en Salamanca, donde tuvo de profesores, entre otros, a los padres Pedro Hurtado de Mendoza y Juan de Chacón. Enseñó Filosofía en el Colegio San Ambrosio de Valladolid, pasando posteriormente, en 1619, a enseñar Teología en Salamanca.
El 12 de noviembre de 1623 hizo su profesión solemne de cuatro votos en la Compañía de Jesús. Ese mismo año fue destinado por el padre general Mucio Vitelleski a la Universidad de Praga. En ella se doctoró al año siguiente de su llegada y pasó los últimos cuarenta y cuatro años de su vida como profesor de Teología Dogmática (1624-1637), decano de la facultad (1637-1641), canciller de la Universidad (1641-1653) y desde 1654 prefecto de estudios en el Colegio de San Clemente hasta su muerte.
Fue muy estimado por su ciencia y celebrado en Bohemia como una de sus glorias. Sus brillantes dotes humanas le granjearon el aprecio del emperador Fernando III y de los papas Urbano VIII e Inocencio X.
Fue profesor de español del emperador Fernando III y predicador de la emperatriz María Ana. Fue elegido representante de la Provincia de Bohemia para asistir, en Roma, a las Congregaciones Generales VIII, X y XI de la Compañía de Jesús. En la Congregación General X (1652) propuso que se sometiera al examen de las universidades una lista de proposiciones propias, cuya enseñanza acababa de ser prohibida por el anterior padre general, Francisco Piccolomini (1651), no tanto por su contenido cuanto por conservar la uniformidad de doctrina en la Compañía de Jesús. Nueve años más tarde, el padre general, Juan Pablo Oliva, autorizó reeditar su Cursus philosophicus sin modificar las tesis anteriormente prohibidas.
Además del Cursus philosophicus (del que se hicieron nueve ediciones en vida del autor, casi todas aumentadas y mejoradas), desde 1643 comenzó la publicación de sus Disputationes theologicae; mientras redactaba el tomo IX, De iustitia et iure, le sorprendió la muerte.
Fue reconocida y proverbial su agudeza de ingenio tanto en la defensa de sus propias tesis originales como en la crítica a la doctrina de sus adversarios.
Fue un brillante representante de la escolástica jesuítica del siglo XVII dentro ya de una orientación suareciana. Si bien sigue en general la línea marcada por Francisco Suárez en los planteamientos filosóficos, se aparta de él en puntos importantes entonces, como distinción entre esencia y existencia creadas, naturaleza de la subsistencia, composición de los cuerpos [...] Su excesivo conceptualismo filosófico se refleja en la contextura de su teología, abundante en sutilezas y disquisiciones polémicas. No es cierto que haya publicado el Opus austriacum de quadratura circuli, obra de su colega Grégoire de Saint-Vincent, cuyos apuntes salvó del incendio (1641) en el ataque sueco a Praga.
Obras de ~: Cursus philosophicus, Antuerpiae, Ex officina Plantiana Balthasaris Moreti, 1632; Disputationes Theologicae, Antuerpiae, Ex officina Plantiana Balthasaris Moreti, 1643-1655, 8 ts. (I. De Deo uno et trino, 1643; II. De angelis, de opere sex dierum, de ultimo fine hominis, 1643; III. De actibus humanis, de passionibus animae, de habitibus, de vitiis et peccatis, 1644; IV. De legibus, de gratia, de iustificatione, 1654; V. De virtutibus theologicis et cardinalibus, 1649; VI. De Incarnatione, 1650; VII. De sacramentis in genere et de Eucharistia, 1655; VIII. De poenitentia, extremaunctione et ordine, 1655).
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Carlos Baciero González, SI
