Sanz y Pérez, Atilano. Zaragoza, c. 1791 – ?, m. s. XVIII. Arquitecto.
Fue alumno de la Academia de San Luis de Zaragoza antes que la de San Fernando de Madrid. A principios de 1819 solicitó de esta última su admisión a los ejercicios para la clase de maestro de obras, presentando como prueba de pensado: Una casa de campo cerca de Zaragoza. Más adelante realizaría como ejercicio de repente el Pórtico de una iglesia, siéndole concedido dicho título en la Junta Ordinaria del 15 de agosto de 1819. Dos años más tarde envió a censura de la Academia madrileña unos planos en borrador para la reparación de la iglesia parroquial de Calomarde (Albarracín), acompañados de su informe facultativo y el avance de 100,776 reales y 17 maravedís. La Comisión advirtió que su autor no había enlucido los planos que presentaba en borrador por obviar gastos; también que al ser un pueblo de pequeña extensión no era necesaria la construcción de dos torres y que podría conservarse la forma ochavada de la fachada sin tener que demoler las dos paredes de su entrada, aprovechando al menos sus cimientos, todo lo cual resultaba muy económico. En este mismo año de 1821 solicitará su admisión a los ejercicios para la clase de maestro arquitecto, presentando como prueba de pensado en la Junta Ordinaria del 16 de julio de 1821, Un hospital general y real. No ejecutó la prueba de repente hasta pasados cinco años, momento en que trabaja Un gabinete para una señora principal, que le hizo acreedor del título solicitado en la Junta Ordinaria del 3 de septiembre de 1826, a los treinta y seis años de edad.
En 1827 se ocupó de la reedificación del puente de Javierregay así como de otros tantos para poder habilitar la iglesia de los P.P. Agustinos Descalzos de Zaragoza, diseños que fueron aprobados en las Juntas Ordinarias del 12 de agosto y 21 de octubre de 1827.
Al año siguiente elaboró el estudio de una cárcel pública para Jaca y el proyecto para la reedificación de un puente de madera en el río Aragón, en el pueblo de Santa Cecilia, diseños a los que se le daría el visto bueno el 30 de abril de 1828. A mediados 1829, cuando desempeñaba las funciones de director de la Academia de San Luis de Zaragoza, pidió a la Academia de San Fernando su admisión a los exámenes para la clase de académico de mérito, grado que le sería concedido en la Junta Ordinaria del 14 de marzo de 1830. Para este fin disertó “Sobre que siendo análogas la distribución, belleza y firmeza de un edificio, que debe tener presente el arquitecto al tiempo de formar las plantas y alzados para que resulte en todo acabado, que circunstancias y observaciones deberá guardar para que se verifique uno y otro”.
Durante 1837 se responsabilizó de los daños ocasionados por un fuerte temporal en el chapitel de la torre de Tabuenca, tres años después de su construcción, motivo por el que hizo una consulta a la Academia exponiendo que, aunque los diseños eran suyos la obra no se había ejecutado bajo su dirección, por lo que no se creía responsable de lo sucedido, opinión que fue compartida por la Comisión de Arquitectura.
Este incidente no mermó la reputación de Atilano Sanz, de hecho, en la Junta Ordinaria del domingo 24 de septiembre fue considerado el académico profesor más apropiado para cubrir la plaza de maestro director de Diseño en la Escuela de Nobles Artes de Segovia.
Ostentando dicho cargo solicitó de la Academia, en junio de 1839, su recomendación al Gobierno para que le fuese concedida la maestría mayor de esta ciudad, de ahí que el 28 de julio la junta acordase hacer al Ayuntamiento de Segovia dicha petición.
En 1841 se presentó para cubrir la plaza de director de Arquitectura vacante por fallecimiento de Pedro Zengotita Vengoa pero en la Junta Ordinaria del 15 de agosto la Academia acordó proponer en primer lugar a Conde. No obstante, sería nombrado director de la enseñanza de Geometría de Líneas en el Estudio de la Trinidad el 31 de octubre de 1841. Se le concedió el cargo de teniente director de Arquitectura en la Junta Ordinaria del 6 de febrero de 1842; fue nombrado director de Arquitectura el 28 de abril 1844 y profesor de Arquitectura Legal y Práctica de la Construcción el 14 de septiembre de 1845. En 1846 leyó su discurso “Sobre el buen gusto de la Arquitectura” y a finales de 1847 se le otorgó la “concesión de honor y consideraciones de catedrático propietario” pero al no poder optar con esta gracia a ninguna vacante de profesor, el 9 de diciembre de 1849 renunciaría a ella para cubrir la plaza de profesor agregado en la Escuela Especial de Arquitectura, siendo nombrado en su lugar a Enríquez Ferrer.
Obras de ~: Reparación de la iglesia parroquial de Calomarde, Albarracín (Teruel), 1821; Reedificación del puente de Javierregay para habilitar la iglesia de P.P. Agustinos Descalzos, Zaragoza, 1827; Reedificación de un puente de madera en el río Aragón, Santa Cecilia (Huesca), 1828; Cárcel pública, Jaca (Husca), 1829.
Fuentes y bibl.: Archivo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid), Actas de la Sección de Arquitectura: desde 1824 hasta 1831, sig. 141/3; desde 1832 hasta 1840, sig. 142/3; desde 1841 hasta 1845, sig. 143/3; desde 1846 hasta 1852, sig. 144/3; Juntas ordinarias, generales y públicas: desde 1819 hasta 1830, sig. 88/3; desde 1831 hasta 1838, sig. 89/3; desde 1839 hasta 1848, sig. 90/3; desde 1848 hasta 1854, sig. 91/3; Libro de Académicos de Mérito, 1753- 1845, sig. 18/3; Registro de Maestros de Obras aprobados por la Real Academia desde 1815 hasta 1886, sig. 156/3; Manuscritos, sig. 311-12/3 y sig. 308-25/3.
S. Arbaiza y C. Heras, “Inventario de los dibujos arquitectónicos (de los siglos xviii y xix) en el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (I)”, en Academia, n.º 91 (2.º semestre de 2000), págs. 187; “...(II)”, Academia, n.os 92 y 93 (1.º y 2.º semestre de 2001, pág. 132, y “... (IV)”, Academia, n.os 96 y 97 (1.º y 2.º semestre de 2003), págs. 181 y 250.
Silvia Arabiza Blanco-Soler