Ayuda

Philippe Rogier

Biografía

Rogier, Philippe. Bélgica, c. 1560 – Madrid, 29.II.1596. Compositor y maestro de capilla.

No se sabe con certeza el lugar de nacimiento de este compositor: según la publicación en 1598 de su volumen de misas titulado Missae Sex Philippi Rogerii Atrebatensis sería oriundo de Arras (o de la diócesis de Arras). Si, por el contrario, se tiene en consideración un registro de beneficios de protección real, establecido en 1575 por Felipe II en favor de sus siervos, es citado en las prebendas de Ivoix y de Namur con la mención “Philippe Rogier, de Namur, enffant”, por lo que habría nacido en esta última localidad. Asimismo, no se conoce dónde obtuvo sus primeras enseñanzas musicales, si bien se tiene constancia de que fue contratado como cantorcico para la Capilla Real de Felipe II. El 15 de junio de 1572 llegó a la Corte de Madrid con Gérard de Turnhout, recién nombrado nuevo maestro de la Real Capilla tras el fallecimiento de Jean de Bonmarché en septiembre de 1570. Además de Rogier, en el grupo de personas contratadas en los Países Bajos también se encontraban el vicemaestro de capilla Eustache Vlamen, el afinador de órganos Gaspar Brebos y los chantres Jacques Gérard y Pierre Comet. Así pues, el maestro de música de Philippe Rogier en Madrid fue Gérard de Turnhout en la capilla flamenca del soberano español, prosiguiendo su aprendizaje hasta su admisión como chantre del Rey en 1580.

En 1581, el Rey le concedió un canonicato en la Colegial de Notre-Dame de Ivoix, concesión que fue sin embargo rechazada por los canónigos de la citada institución eclesiástica alegando que el músico estaba obligado a residir en aquel lugar, querella que motivó la intervención del Monarca en varias ocasiones con el fin de hallar una solución a las diferencias entre el Cabildo de Ivoix y Rogier, al cual, debido a sus obligaciones reales en Madrid, le resultaba imposible residir en los Países Bajos. Pese a la intervención del Rey español, los canónigos se mostraron intransigentes, por lo que finalmente tuvo lugar un proceso y en 1584 el músico aún no había obtenido ningún provecho de su beneficio “pour ne pas y avoir faict personnelle esteaige”. En opinión de Beqcuart, durante esta etapa probablemente compaginó sus funciones de chantre en la Corte de Madrid con sus estudios sacerdotales, ordenándose en 1584. El 20 de agosto de 1582 era adjunto en calidad de “teniente”, o vicemaestro de capilla, de Georges de la Hele, que acababa de suceder a Gérard de Turnhout, fallecido en septiembre de 1580, completando su formación como compositor gracias a la relación con este notable maestro.

A comienzos de 1585 el Rey, acompañado de su Corte y de su capilla musical, emprendió viaje a Monzón, donde debían permanecer las Cortes hasta la celebración en Zaragoza, el 11 de marzo, de la boda de su hija Catalina con Carlos Manuel, duque de Saboya.

La rama flamenca de la Real Capilla de Madrid colaboró en esta grandiosa ceremonia, ocasión para la cual Rogier compuso el motete In illo tempore y la misa Ave Martyr gloriosa. Con motivo del fallecimiento de Georges de la Hele el 27 de agosto de 1586, Rogier aseguró primero la interinidad, y sólo el 1 de enero de 1588 accedió al prestigioso puesto de maestro de la Real Capilla de Felipe II, función que significaba alcanzar el máximo prestigio musical en la España de su época. Por entonces, la Real Capilla contaba con no menos de diez capellanes, veintidós chantres, quince niños de coro, algunos oficiales y Guillaume Bosquier como teniente.

En 1590, el duque de Braganza, Teodosio II, solicitó la participación de Rogier para ampliar el repertorio de su capilla musical en el palacio de Vila Viçosa: las obras enviadas por el compositor flamenco le reportaron alrededor de 10.000 reales. Por aquel tiempo Rogier se encontraba en los Países Bajos pues había abandonado la Corte de España el 2 de marzo de 1590 con el expreso encargo del Rey de reclutar “quattre chapellains, trois bascontres et ung lieutenant dudict chant” para reemplazar a Guillaume Bosquier, que había ingresado en la Orden Jerónima. Después de una estancia de un año en Flandes, regresó a la Corte de Madrid en la primavera de 1591 con su misión cumplida, acompañado del vicemaestro de capilla Adrien Capy y los capellanes chantres Jean Dubois, Jean Carpentier, Tilman Laurent y Jean Fostier.

Philippe Rogier falleció a la temprana edad de treinta y cinco años, justo en el momento en que la capilla flamenca alcanzaba su cénit como institución musical. Hasta tal punto fue complicado encontrar un músico que sucediera a Rogier que sólo con la entronización de Felipe III fue elegido Adrien Capy para que asumiera las funciones de Rogier.

Según el catálogo de la biblioteca del rey Juan IV de Portugal, la última obra compuesta por Rogier fue un Taedet anima a seis voces para el oficio de difuntos, del que se conserva una copia en el archivo musical de la Catedral de Valladolid. Poco antes de su deceso, había confiado en testamento a su discípulo Géry de Ghersem, a quien había legado todos sus manuscritos, el encargo de publicar cinco de sus misas, que Felipe II había aceptado financiar. Como a su vez el Rey murió antes de que finalizase la impresión, la obra fue dedicada a Felipe III, siendo editada por Juan Flamenco en Madrid en 1598 bajo el título Missae Sex Philippi Rogerii Atrebatensis (si bien la sexta la misa —Ave Virgo Sanctissima— pertenece al propio Ghersem). Gozó de la estima de Felipe II, que le recompensó con varios beneficios eclesiásticos: tras nombrarle canónigo de Ivoix y capellán de la Catedral de Arras, el Rey intervino varias veces en su favor para la obtención de una prebenda en la Catedral de Tournai; en 1593 le concedió una pensión sobre las rentas del obispo de León y es más que probable que el Soberano utilizara su influencia en Nápoles para hacer imprimir la serie de motetes del compositor que aparecieron en 1595 bajo el título Cantus... Sacrarum Modulationum, quas vulgo motecta appelant... Liber primus.

Por lo que se refiere a su obra musical, su estilo se enmarca en el arte de los grandes polifonistas del Renacimiento.

Su Misa a cuatro voces, escrita en homenaje a Felipe II, está basada en un cantus firmus tomado de cada una de las sílabas de “Philippus Secundus Rex Hispaniae” (Mi, Mi, Ut, Re, Ut, Ut, Re, Mi, Fa, Mi, Re). Las restantes misas pertenecen a la modalidad de parodia, obteniendo el material prestado de motetes de Thomas Crequillon, Nicolas Gombert, Cristóbal Morales y Clemens non Papa. Por otra parte, en la elaboración de los motetes recurrió Rogier a los modelos clásicos de la melodía gregoriana. En opinión de Becquart, “al lado de estas prácticas conservadoras, las tendencias más progresistas, precursoras de la época barroca, aparecen en las obras religiosas manuscritas en las que el tratamiento en dos o tres coros es utilizado a la manera de Andrea Gabrieli”.

Sus obras gozaron de gran aprecio a lo largo del siglo XVII tanto en la Corte del rey Juan IV de Portugal como en España, ejerciendo una indiscutible impronta en los compositores que encontraron en ellas una fuente de inspiración, tal es el caso de Sebastián López de Velasco, Miguel Gómez Camargo o Carlos Patiño. Teóricos tanto portugueses como españoles del siglo XVII y XVIII citan obras del compositor flamenco en sus tratados: es el caso de Antonio Fernandes, el rey Juan IV de Portugal en su Defensa de la música moderna y Joao Alvarez Frouvo en Portugal, o Andrés Lorente, José de Torres Martínez Bravo y Francisco Valls en España. Por otra parte, Lope de Vega elogió a Rogier en su poema de 1630 El laurel de Apolo, en los siguientes términos: “Pero ya las canciones amorosas/ de tu pastor Pesquera,/ que del amor lo era,/ te piden que te acuerdes/ que fue el honor de tus riberas verdes, y el que daba bucólicos cantares/ a Felipe Roger y a Palomares;/ Roger, honor de Flandes, gloria y lustre,/ y Palomares de Sevilla illustre;/ entrambos en la flor de sus deseos,/ para lograrse mal dulces Orfeos”.

Rogier se alzó como principal representante de una escuela compositiva franco-flamenca, que se atuvo a sus enseñanzas y aseguró en España la transición del antiguo estilo contrapuntístico al stile moderno, participando de esta forma en el asentamiento del Barroco musical español. Estos compositores fueron Géry de Ghersem, Matheo Romero, el maestro Capitán (Matthieu Rosmarin), Philippe Dubois, Nicolas Dupont, Jean Dufon (Jean de Namur), Jean de Loncin y Étienne Bemard, todos lo cuales, en opinión de Pedro Vaz Rego, Maestro de Capilla de la Catedral de Évora en el siglo xviii, “sus dulces panales chupan de que estrujaron el néctar que en toda España redunda”. Además de a estos compositores, es necesario nombrar asimismo a Englebert Turlur, Martin Buset, Adrien Capy y Jean Domine, todo los cuales se beneficiaron de sus enseñanzas cuando fueron chantres en la Capilla Real de la Corte española. De su legado musical, una buena parte se ha perdido; así por ejemplo en la biblioteca del rey Juan IV de Portugal figuraban una decena de misas, sesenta y seis motetes, antífonas, magnificats, responsorios, setenta y un villancicos y veintidós chansons, colección que desapareció a causa del terremoto de Lisboa de 1755. Asimismo, dos misas, algunos motetes y villancicos fueron citados en los inventarios de obras copiadas por Isaac Bertout entre 1591 y 1598 con el fin de satisfacer las necesidades de la Capilla Real de Felipe II.

 

Obras de ~: Misas: Dirige gressus meos, a 5 voces; Ego sum qui sum, a 6 voces; Inclina Domine, a 6 voces, en Missae Sex Philippi Rogerii, Madrid, Juan Flamenco, 1598 (la sexta, Ave Virgo Sanctissima, a 7 voces, de Géry de Ghersem); Inclita stirps Jesse, a 4 voces; Missa, a 12 voces, Monasterio del Escorial; Missa Domine Dominus Noster, a 8 voces, Monasterio del Escorial; Missa Domine in virtute tua, a 8 voces, Catedral de Vallaolid; Philippus Secundus Rex Hispaniae, a 4 voces.

Motetes: Caligaverunt, a 6 voces; Cantatibus organis, a 6 voces; Cantate Domino, a 5 voces; Cantate Domino, a 6 voces; Clamavi, a 4 voces; Da pacem, a 5 voces; Da pacem, a 5 voces; Descendit Angelus Domini, a 5 voces; Dominus regit me, a 5 voces; Heu mihi Domine, a 5 voces; Inclina cor meum, a 4 voces; Justus es Domine, a 5 voces; Justus es Domine, a 5 voces; Laboravi, a 6 voces; Laudate Dominum, a 8 voces, Catedral de Valencia; Locutus sum, a 6 voces; Paries quidem filium, a 5 voces; Peccavi, a 6 voces; Pereat dies, a 5 voces, Monasterio del Escorial; Regina coeli, a 8 voces, en Sacrarum Modulationum quas vulgo motecta appellant... Liber primus, Nápoles, ex Typographiae Stelliolae, 1595; Respice in me, a 5 voces; Sancta Maria, a 6 voces; Sit gloria Domini, a 6 voces; Venit lumen tuum, a 5 voces; Verba mea auribus, a 5 voces; Verbum caro, a 12 voces, Monasterio del Escorial y Catedral de Segovia; Vias tuas, a 6 voces; Videtes stellam, a 12 voces, Catedral de Segovia.

Responsorios para el oficio de difuntos: Credo quod Redemptor meus, a 5 voces; Domine si fuisses hic, a 5 voces; Erat Jesus eiciens, a 5 voces, Catedral de Valladolid; Modicum et non videbitis me, a 5 voces; Taedet anima mea, a 5 voces.

Canciones: Amour et la beauté, a 5 voces; Leal amour, a 6 voces, en Le Rossignol musical... Amberes, Phalese, 1597; Tout le plaisir, a 5 voces; Veu que de vostre amour, a 6 voces; siete canciones sin texto, Catedral de Puebla (México).

Ediciones: Philippe Rogier: Eleven Motets, edición de L. J. Wagner, New Haven, AR Editions, 1966; Philippe Rogier: Opera omnia, edición de L. J. Wagner, Corpus Mensurabilis Musicae, vol. 61, 1974.

 

Bibl.: Primeira parte do index da livraria de música do muyto alto e poderoso rey Dom Joao IV Nosso Senhor, por orden de sua Mag., 1649 (reed. de J. de Vasconcellos, Oporto, Impresa Portuguesa, 1874); R. Eitner, Bibliographie der Musik sammelwerke des XVI und XVII. Jahrhunderts, Berlín, 1877; R. Eitner, Bibliographisch-bibliographisches Quellen-Lexicon, Leipzig, 1900; F. Van Duyse, “Rogier (PhiIippe)”, en Biographie nationale [belge], XIX (1907), págs. 812-813; H. Anglés, “Les musiciens flammands en Espagne et leur influence sur la polyphonie espagnole”, en VV. AA., Actas del Congreso e la Sociedad Internacional de Musicología, Utrecht, 1952; L. J. Wagner, “Flemish Musicians at the Spanish Court of Philipp II”, en Caecilia, 86 (1959); P. Becquart, Musiciens néerlandais à la cour de Madrid. Philippe Rogier et son école (1560-1647), Bruselas, Académie Royale de Belgique, 1967; E. Van der Straeten, La Musique aux Pays-Bas, vol. VIII, Nueva York, Dover, 1969; R. Pelinski, Die weltliche Vokalmusik Spaniens am Anfang des 17. Jahrhunderts: der Cancionero Claudio de la Sablonara, Tutzing, 1971; P. Phillips, “Laboravi in gemitu meo: Morley or Rogier?”, en Music and Letters, LXIII (1982), págs. 85-90; S. Rubio, Historia de la música española. 2. Siglo XVI, Madrid, Alianza Editorial, 1983; “Philippe Rogier et son école à la cour des Philippe d’Espagne: un ultime foyer de la création musicale des Pays-Bas (1560-1647)”, en Musique des Pays-Bas anciens-Musique espagnole ancienne, Bruselas, 1985, págs. 215-229; L. J. Wagner, “Music of Composers from the Low Countries at the Spanish Court of Philip II”, en Musique des Pays-Bas anciens-Musique espagnole ancienne, Bruselas, 1985, págs. 193-214; L. Robledo, “La capilla real en el reinado de Felipe II”, en VV. AA., III Semana de Música Española. El Renacimiento, Madrid, Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid, 1988; P. Capdepón, “La música en la Real Capilla de Madrid (siglo xvii)”, en Anales del Instituto de Estudios Madrileños, XXX (1993); L. J. Wagner y D. Kirk, “Rogier, Philippe”, en VV. AA., The New Grove Dictionary of Music and Musicians, London, Macmillan, 2001; P. Becquart, “Rogier, Philippe”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la música española e hispanoamericana, vol. IX, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 2002; D. Kirk, “Newly-Discovered Works of Philippe Rogier in Spanish and Mexican Instrumental Manuscripts”, en Encomium musicae: a Festschrift in Honor of Robert Snow, Hillsdale, Pendragon Press, 2002, págs 47-74.

 

Paulino Capdepón Verdú