Alberch i Ferrament, Pere. Vic (Barcelona), 1517 – Barcelona, 16.XI.1582. Compositor, organista y miembro destacado de un célebre linaje de músicos vicenses durante los siglos xv al xvii.
Se formó musicalmente en las seos de Vic y Valencia, bajo el magisterio de su tío Pere Vila, sucesivamente organista de ambos centros catedralicios. Entre 1534 y 1536 residió en la ciudad del Túria, donde debió relacionarse con Mateu Fletxa el Vell, Lluís del Milà, Bartomeu Càrceres y el resto de músicos vinculados al cenáculo cortesano de Ferran d’Aragó, duque de Calabria. A partir de la primavera de 1536 pasó a regentar el magisterio del órgano de la catedral de Barcelona. Durante el mes de agosto de aquel mismo año, el cabildo barcelonés y su tío, el canónigo Pere Vila, firmaron una acta notarial, por la cual éste cedía la suma de seiscientos ducados de oro, que permitirían restaurar el órgano y estabilizar con sus réditos el sueldo del organista, cuya titularidad, en contrapartida, quedaría en su poder y en el de los futuros organistas de su linaje. Alberch ejerció como organista de la seo barcelonesa entre 1536 y 1582, recibiendo la dignidad canonical en 1558. Cuando murió, el cabildo nombró en su lugar a su sobrino Lluís Ferran i Ferrament, alias Vila, quien había sido su coadjutor desde 1580.
A lo largo de sus cuarenta y seis años de su magisterio barcelonés, formó diversas generaciones de organistas cuya calidad era reclamada desde los principales templos del área catalano-valenciana; éste fue el caso de figuras como Mateu de Torres, Pau Navarro, Pere Coll, Miquel Martí y Pau Brugats. Alberch impulsó la restauración del órgano de la catedral de Barcelona, construido por Pere Flamenc entre 1538 y 1540. La colaboración de ambos músicos cristalizó en los nuevos instrumentos de Santa María del Pi (1540) y de la catedral de Vic (1542). Su consejo en materia de organería fue solicitado tanto por los organeros (Pere Rebasta, Salvador Estada, Pere y Josep Bordons) como por los cabildos de las catedrales catalanas.
En su obra compositiva, la música eclesiástica participa de la severidad propia del stile antico de la polifonia litúrgica, mientras las ensaladas (El bon jorn y La lucha) siguen la tradición del género establecida por Mateu Fletxa el Vell. En 1560 y 1561 publicó en Barcelona dos antologías de madrigales a tres, cuatro, seis y ocho voces, bajo el título de Odarum (quas vulgo madrigales apellamus), sobre textos poéticos de Petrarca, Aussiàs Marc, Joan Boscà, Jorge Manrique y Garcilaso de la Vega, los cuales, aun siendo incompletos, constituyen la primera recopilación hispánica del género madrigalesco. En los madrigales Alberch ofrece la faceta más moderna de su lenguaje compositivo.
El virtuosismo de su discurso polifónico, estilizado por la distorsión rítmica y la ornamentación asumida en la escritura, junto a la refinada adecuación sonora a la expresión afectiva del texto, ponen de manifiesto su participación en la corriente estética del manierismo.
Bibl.: J. M. Gregori i Cifré, “Assaig crític-bibliogràfic sobre Pere Alberch i Ferrament, àlias Vila (1517-1582)”, en Anuario Musical, 42 (1987), págs. 97-98; “La estilística manierista en el Liber Primus (1561) de los madrigales de Pere Alberch”, en Nassarre, IV, 1-2 (1988), págs. 105-118.
Josep María Gregori i Cifré
Alberch i Ferrament, Pere (Alberch i Vila, Pere), Vic (Barcelona), 1517 – Barcelona, 16.XI.1582. Compositor, organista y miembro destacado de un célebre linaje de músicos vicenses durante los siglos XV al XCII.
Se formó musicalmente en las seos de Vic y Valencia, bajo el magisterio de su tío Pere Vila, sucesivamente organista de ambos centros catedralicios. Entre 1534 y 1536 residió en la ciudad del Túria, donde debió relacionarse con Mateu Fletxa el Vell, Lluís del Milà, Bartomeu Càrceres y el resto de músicos vinculados al cenáculo cortesano de Ferran d’Aragó, duque de Calabria. A partir de la primavera de 1536 pasó a regentar el magisterio del órgano de la catedral de Barcelona. Durante el mes de agosto de aquel mismo año el cabildo barcelonés y su tío el canónigo Pere Vila firmaron una acta notarial, por la qual éste cedía la suma de 600 ducados de oro, que permitirían restaurar el órgano y estabilizar con sus réditos el sueldo del organista, cuya titularidad, en contrapartida, quedaría en su poder y en el de los futuros organistas de su linaje. Alberch ejerció como organista de la seo barcelonesa entre 1536 y 1582, recibiendo la dignidad canonical en 1558. Cuando murió, el cabildo nombró en su lugar a su sobrino Lluís Ferran i Ferrament, alias Vila, quien había sido su coadjutor desde 1580.
A lo largo de sus cuarenta y seis años de su magisterio barcelonés, formó diversas generaciones de organistas cuya calidad era reclamada desde los principales templos del área catalano-valenciana; este fue el caso, de figuras como Mateu de Torres, Pau Navarro, Pere Coll, Miquel Martí y Pau Brugats. Alberch impulsó la restauración del órgano de la catedral de Barcelona, construído por Pere Flamenc entre 1538 y 1540. La colaboración de ambos músicos cristalizó en los nuevos instrumentos de Santa María del Pi (1540) y de la catedral de Vic (1542). Su consejo en materia de organería fue solicitado tanto por los organeros (Pere Rebasta, Salvador Estada, Pere y Josep Bordons), como por los cabildos de las catedrales catalanas.
En su obra compositiva, la música eclesiástica participa de la severidad propia del stile antico de la polifonia litúrgica, mientras las ensaladas (El bon jorn y La lucha) siguen la tradición del género establecida por Mateu Fletxa el Vell. En 1560 y 1561 publicó en Barcelona dos antologías de madrigales a tres, cuatro, seis y ocho voces, bajo el título de Odarum (quas vulgo madrigales apellamus), sobre textos poéticos de Petrarca, Aussiàs Marc, Joan Boscà, Jorge Manrique y Garcilaso de la Vega, los cuales aún siendo incompletos, constityuyen la primera recopilación hispánica del género madrigalesco. En los madrigales Alberch ofrece la faceta más moderna de su lenguaje compositivo. El virtuosisme de su discurso polifónico, estilizado por la distorsión rítmica y la ornamentación asumida en la escritura, junto a la refinada adecuación sonora a la expresión afectiva del texto, ponen de manifiesto su participación en la corriente estética del Manierismo.
Bibl.: J. M. Gregori i Cifré, “Assaig crític-bibliogràfic sobre Pere Alberch i Ferrament, àlias Vila (1517-1582)”, Anuario Musical, 42 (1987), págs. 97-98; “La estilística manierista en el Liber Primus (1561) de los madrigales de Pere Alberch”, Nassarre, IV, 1-2 (1988), págs. 105-118.
Josep María Gregori i Cifré
